"...condensa la historia del Jazz desde el originario blues, pasando por Louis Armstrong, hasta la vanguardia con Coltrane, una distancia amplia y llena de matices que aquà parecen cohabitar en los mismos surcos sin estridencias ni forcejeos, natural y fluido, fino como la seda, hipnótico..."
Si Miles Davis no hubiera existido, habrĆa que inventarlo. Una gran afirmación de medianoche que no es aplicable a la mayorĆa de mĆŗsicos del Olympo de la fama, asĆ tal cuĆ”l pongo la mano en el fuego con este disco que deberĆa estar en todas las estanterĆas junto al "Blonde On Blonde" y el "Sticky Fingers", por poner dos ejemplos.
Con Kind Of Blue lleguĆ© al jazz mĆ”s enrevesado de la manera mĆ”s ligera, algo que aĆŗn hoy me resulta inexplicable, pues yo siempre fui un tipo con gustos mĆ”s bien austeros y directos, pero Ć©ste es de ese tipo de discos evocadores que no cansan, que te mantienen absorto y que pueden guiarte por sus compases sin que te des cuenta, pura magia. Puedo pasar tiempo sin escucharlo hasta casi olvidarlo, pero cuando le doy al play de nuevo no entiendo como podĆa haber pasado sin Ć©l, me oxigena y me ayuda a tomar la escala correcta de lo que vale la pena y lo que no, entre la emoción y el mero entretenimiento, entre el arte y lo vulgar.
De Miles Davis no me gusta todo, o mĆ”s bien no he tenido tiempo fĆsico para profundizar como debe, su "Walkin'", su etapa Prestige entre "Cookin'" y "Steamin'" con el primer mĆtico quinteto, mi formación preferida por cierto, "Porgy and Bess", fantĆ”stica interpretación de la obra, "Someday My Prince Will Come", posiblemente su obra menos recordada aunque es una autĆ©ntica gozada, con mucha clase y sensibilidad, y "Birth Of Cool" mirad por donde pero no me engancha. Pero... Oh! cuando es "Kind Of Blue" el tĆtulo, me derrito directamente.
La carrera de Miles Davis es compleja, tiene todos los elementos que a cualquier mitómano le gustarĆa leer, pero lo que mĆ”s me impresiona ademĆ”s de los grandes discos que ha hecho, es su aparición en muchos momentos significativos, leyendo su autobiografĆa me dió la impresión de estar recorriendo la historia del jazz a cada paso que daba, desde la aparición del Be-Bop, desenvolviĆ©ndose igual de bien entre ambas costas, entre Cool y Hard-Bop, con el jazz Modal, del que fue pionero, no el primero, y hasta el Free que me queda lejano, querer abarcar su obra serĆa como querer abarcar todo el Jazz, un recorrido al alcance de muy pocos.
Pero Kind Of Blue, que podrĆamos considerar el nacimiento del jazz-modal, hace magia al respecto, podrĆa casi afirmarse que condensa la historia del Jazz desde el originario blues, pasando por Louis Armstrong, hasta la vanguardia con Coltrane, una distancia amplia y llena de matices que aquĆ parecen cohabitar en los mismos surcos sin estridencias ni forcejeos, natural y fluido, fino como la seda, hipnótico.
Como en todas sus grabaciones, Miles buscaba registrar la inspiración en el momento justo en el que hacĆa acto de presencia, cada disco suyo surgĆa catalizado Ćŗnicamente por su genialidad, y para ello exigĆa el mĆ”ximo a sus mĆŗsicos, era muy estricto, sin concesiones a nadie, si podĆas soportarle como tu lĆder te habĆas ganado el cielo, no daba casi indicaciones, y asĆ las sesiones se sucedĆan sin pistas sobre "como" ni por "donde", les llevaba al lĆmite y sacaba lo mejor que llevaban dentro, fue un experto sacando a flote las virtudes de sus mĆŗsicos, todo al servicio de su mĆ”ximo objetivo que siempre fue captar el momento y encontrar la esencia de la autenticidad, el avance en estado puro.
La formación en aquellas sesiones era dispar, pero a su vez se compensaba, con su saxo alto, Cannonball Adderley representando el pasado, el blues, las partes mĆ”s tradicionales en contraposición al saxo tenor de John Coltrane, el futuro y el virtuosismo, en cambio Bill Evans fue un igual con quien Miles razonaba los arreglos, era su enganche con la banda, sus partes de piano son sublimes, incluso a posteriori, Evans afirmó que Davis se habĆa apropiado de alguna de sus ideas, trabajar con Davis tenĆa su precio. De la sección rĆtmica de su primer mĆtico quinteto, sólo Paul Chambers aguantaba al bajo, Jimmy Cobb se consolidaba en la baterĆa, y ante Evans, a Winton Kelly sólo le quedó espacio para una aparición, su paso por estas sesiones de grabación resultó traumĆ”tico y difuso, aunque continuarĆa en la formación.
Con sólo cinco canciones puso del revĆ©s todo el jazz establecido, y aunque no es el Ćŗnico que hizo avanzar el jazz, sĆ lo veo como el personaje primordial que convirtió el jazz de un espectĆ”culo de entretenimiento para blancos, en una expresión artĆstica al alcance de pocos paladares, y aĆŗn asĆ, con todo, logró Ć©xito. Para mĆ So What continĆŗa guardando el secreto de mi devoción hacia este disco, suave y compleja, esa llamada-respuesta, Paul Chambers llama, la banda responde, tan aƱejo y a la vez tan moderno en planteamiento que cuando el mantra estalla con Coltrane, la magia parece consumarse en una de las mejores partes de toda su carrera. Considero Freddie Freeloader la pieza mĆ”s asequible, tonada nocturna, evocadora, cine negro, clubs llenos de humo, y ese jazz que se desliza suave y frĆvolo.
Sin salirse del guión Blue In Green muestra al gran baladista que siempre fue, sensibilidad absoluta, belleza a raudales, en su sencillez estĆ” la clave, Miles era ademĆ”s un maestro haciendo hablar los silencios. All Blues es la mĆ”s extensa, hipnótica, un gran ejercicio de contención mientras esperas el estallido, el tiempo se sucede y te mece, pasa rĆ”pida y desafĆa las leyes de la fĆsica cuĆ”ntica. Y cierra el disco Flamenco Sketches que poco tiene que ver con el flamenco, puede que fuera sólo la sugerencia o la imagen en su mente de una cultura exótica poco conocida y a travĆ©s del maestro Rodrigo, una canción redonda que presenta el jazz modal en su esencia mĆ”s sensual, una maravilla que se hace imposible anteponer a cualquiera de las demĆ”s, cinco canciones diferentes entre sĆ, y unidas por un mismo patrón indivisible, clase a raudales en una de las sesiones que quedarĆ”n para los anales de la historia de la mĆŗsica.
Sin salirse del guión Blue In Green muestra al gran baladista que siempre fue, sensibilidad absoluta, belleza a raudales, en su sencillez estĆ” la clave, Miles era ademĆ”s un maestro haciendo hablar los silencios. All Blues es la mĆ”s extensa, hipnótica, un gran ejercicio de contención mientras esperas el estallido, el tiempo se sucede y te mece, pasa rĆ”pida y desafĆa las leyes de la fĆsica cuĆ”ntica. Y cierra el disco Flamenco Sketches que poco tiene que ver con el flamenco, puede que fuera sólo la sugerencia o la imagen en su mente de una cultura exótica poco conocida y a travĆ©s del maestro Rodrigo, una canción redonda que presenta el jazz modal en su esencia mĆ”s sensual, una maravilla que se hace imposible anteponer a cualquiera de las demĆ”s, cinco canciones diferentes entre sĆ, y unidas por un mismo patrón indivisible, clase a raudales en una de las sesiones que quedarĆ”n para los anales de la historia de la mĆŗsica.
Escuchar Kind Of Blue es como visitar la meca, tienes que hacerlo al menos una vez en la vida, algo imprescindible para cualquier mortal con un mĆnimo de gusto por la buena mĆŗsica.
ClƔsico de clƔsicos Chals. No soy un gran seguidor del Jazz pero las veces que Kimg of Blues suena en mis orejas no puedo parar de escucharlo hasta el final, es adictivo de cojones.
ResponderEliminarPostazo tio, me encantan esas anƩcdotas sobre como se lo montaba en el estudio.
Uno de los discos que mejor me ha ayudado a entender el Jazz junto a Sbjƶrn Svensson y Chet Baker
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