Por Amor A La Música: "Brainwashed" George Harrison (2002)

Última edición de Por Amor A La Música en la temporada hasta después de la época estival. La corista elegida por Josi ha sido Sam Brown, y el disco de Deep Purple "In Concert With The London Symphony Orchestra".

Por suerte la carrera de Sam Brown es extensa y trufada de discos importantes y atractivos para cualquier amante del rock. Por poco no me he decantado por su disco debut, del que tengo una copia original que se trajo mi mujer bajo el brazo cuando nos conocimos, el cuál estaba en ese estante repleto de guilty pleasures y un tanto escondido al ángulo de visión del visitante. No es un mal disco, pero...

Pero entre su extenso trabajo como corista he visto a George Harrison y su canto del cisne "Brainwashed" de 2002, y he preferido recuperar esta gran disco para su escucha y disfrute, y ya de paso homenajéo a uno de los músicos más importantes del s.XX, junto a sus compañeros Fab-four, añadamos "Everything Must Pass".

Podría decirse que George Harrison no ha sido un artista prolífico, su carrera en solitario ha sido más bien irregular, siempre que ha podido se ha zafado del mundo de la farándula. Pero decir que Harrison es mi beatle favorito no sería del todo cierto, porque de serlo siempre lo fue Lennon, y ahora ando descubriendo los grandes discos de McCartney, y estoy alucinado.

Pero sí lo considero el más coherente y humano, es una apreciación muy personal, siempre me transmitió su buen rollo, que luego fuera un tipo esquivo es algo que pertenece a su intimidad. Siempre pensé que le dejaron poco espacio en el grupo, y lo supo llevar con entereza, supo cual era su sitio y lo aceptó. En solitario demostró su verdadera grandeza en discos históricos, y no tiene más LP's reconocidos, más que por falta de talento, que tenía a raudales, puede que por su manera de desentenderse de la industria discográfica.

A la altura de las sesiones para "Brainwashed", Harrison llevaba fuera del negocio mucho tiempo, casi desde finales de los años 80, década en la que cosechó algún que otro disco considerado fallido por los entendidos, entonces retirado y componiendo canciones a su ritmo y sin presiones discográficas por la obtención de relevancia.

Entonces se le diagnosticó un cáncer a finales de los 90, y decide ponerse manos a la obra, no sé si motivado por aprovechar el "posible" poco tiempo al máximo, recopiló algunas canciones que tenía en la reserva, algunas grabadas ya como "Any Road" de los años de "Cloud Nine", y "Run So Far" recuperada de las sesiones del "Journeyman" de Clapton, también otras nuevas. En 2001 la enfermedad pudo con él.

Sus dos apoyos en la grabación, Jeff Lynne y su hijo Dhani, ya tenían para entonces las directrices claras para terminarlo tal y como diseñó. Y pese a que Harrison quería un disco que sonase austero con un sonido casi de demo, a Lynne se le fue un poco la mano, no lo puede evitar, pero la verdad es que no me importa demasiado, el resultado es bueno. Aquí también se dieron cita, además de Sam Brown, Jon Lord y Jools Holland, por nombrar algún conocido más.

No sé si se puede considerar éste uno de sus mejores discos, el tiempo dará la perspectiva necesaria, lo que si tengo claro es que está por encima de la media, estas canciones muestran a un Harrison inspirado, el que cabría esperar de un artista de su talla, con los tics propios de las producciones de Lynne, esos coros y arreglos, a veces esos ritmos marcados que rozan casi la caja de ritmos, el tratamiento de las guitarras, con el característico estilo slide de Harrison, además un disco que refleja muy bien, al menos eso pienso, su misma idiosincrasia, su manera de ser, ese halo de esperanza y positivismo sobrevolando cada uno de los temas, hasta en las tristes baladas de amor que tan emotivas y sinceras suelen salirle. 

Pese a los excesos de Lynne, canciones como "Never Get Over You" conservan el encanto del Harrison de "Everything Must Pass", otra de mis preferidas es "Between the Devil and the Deep Blue Sea" original de Cab Calloway (a repasar la versión de Ella Fritzgerald) donde armado con un ukelele me recuerdan a los beatles cuando se ponían en plan swing, una joya de canción. Y que no falte su particular mística por encima de las convenciones occidentales "P2 Vatican Blues (Last Saturday Night)", y su mensaje cabal, naturista y vital "Pisces Fish", una de mis preferidas, Harrison como yo es un Piscis, tiempo también para un pequeño balance "Looking for my life", y como no en contra del capitalismo, "Brainwahsed". El track nº 7 (su número) siempre se reservó para su canción preferida en todos sus discos, en este caso Dhani, su hijo puso "Stuck Inside a Cloud". En definitiva un buen epitafio para un artista muy querido.

Valía la pena reivindicarle como artista aprovechando uno de los discos que más ha ido ganado con el tiempo y que en su día obtuvo un éxito más bien discreto entre críticas efusivas, y pese a que el papel de la protagonista de la semana se vea relegado a un segundo plano casi imperceptible, ella puede decir que estuvo allí y "Brainwashed" merece buena atención.