Después de un lustro de inactividad vuelve Jenny Lewis en plena forma y con un disco muy atractivo. The Voyager directamente me produce cosquilleos y disfrute, entre otros síntomas de patología musical. Exhuberante y adictivo pop de guitarras. Ryan Adams es a Tom Petty lo que Jenny Lewis a Stevie Nicks
Jenny Lewis en su momento ocupó gran parte de mi interés con Rabbit Fur Coat, debut que canalizó cierta atención por tener como escuderos algunos de los renovadores de las sonoridades americanas del momento (M. Ward, Conor Oberst, Jonathan Rice, Mike Moggis...), no se quedó atrás un par de años después con el muy notable Acid Tongue, inspirado en las largas noches de juerga y jam sessions en la mansion de Jonathan Wilson, quien además participa en el disco, repetía Ward, pero también están presentes Elvis Costello y Chris Robinson (entre muchos otros, vaya tela), os podéis imaginar el resultado, más que un disco parecía una reunión de amigos pasándolo bien.
En pocos años Lewis se convirtió en una artista muy cool y pasó lo que a veces pasa, la montaña rusa llegó a la bajada de mayor pendiente, casi un lustro, se disolvió su banda de siempre Rilo Kiley, murió su padre, y entró en una espiral de inseguridades y desapego por la música, un pozo negro, tiempo suficiente para que nadie se acordara de la cantautora.
El punto de inflexión vino con su participación en la gira de reunión de Postal Service (aportó la voz en la grabación, año 2003), pero sobretodo fue el encuentro con Ryan Adams en plena metamorfosis en ese momento. Lewis deja la producción en sus manos (también ayudan Beck y el siempre presente en su carrera Jonathan Rice), le deja meterse hasta la cocina con los arreglos, y la verdad es que por lo general, no todo, tiene el mismo temple que su disco homónimo recién editado. El atractivo sonoro por una parte, y por otra unas letras que tienen su punto de partida en las noches de insomnio y ansiedad, y una actitud a veces de euforia un tanto patológica, otras veces con un desafiante sentido del humor, sarcástico y negro,destila la alegre-acritud de quien está de vuelta de todo. Sonido y letras convierten este disco en muy atractivo.
La primera canción puede descolocar, Head Underwater es ochentera en el sentido más radiofórmula, se nota aquí la ayuda de Beck en la producción, pero a poco que escuches The Voyager te percatas de la mano de Adams y como ha utilizado la grabación como su campo de pruebas e inspiración,en ese aspecto She's Not Me tiene el mismo gancho que Gimme Something Good, donde la voz de Lewis transforma la tonada en perfecto y exhuberante pop de guitarras, que si bien Adams recuerda a Tom Petty, aquí Jenny Lewis se deja iluminar por el mismo sol de California, y por momentos produce la congoja melódica y dulce de Stevie Nicks, percepción que se extiende al resto del disco junto al trabajo de guitarras que es simplemente efectivo y genial, en la misma onda podría situarse Slippery Slopes, ritmo marcado, guitarras en primer plano, estribillo pegadizo.
El sol de California pesa mucho en este disco, decidme sinó el estribillo de Just One Of That Guys es simplemente un dulce para cualquier beach boy que se precie, y el toque perfeccionista de los arreglos de Beck que le sientan a las mil maravillas, las olas también se cuelan en la medio surfera y animada Aloha and The Three Jones, y entre el fraseo de Neko Case y unos Fleetwood Mac actualizados en Late Bloomer. Esos rascados de guitarras en The New You, coordenadas en su justa medida, Petty, los 80 y la Nicks, Love You Forever de nuevo conjuga guitarras eléctricas y pop-melódico que me hace pensar en como podría haber sido, y no es, una radio-fórmula de calidad, cierra The Voyager con intro de violines en esta canción acúsitca que perfectamente podría haber entrado en cualquiera de los anterios discos de no ser por los ruiditos medidos y en su sitio de Beck.
En definitiva, confieso que no daba un duro por Jenny Lewis cuando me enteré de su regreso, imaginaba un trabajo continuista trufado de colaboraciones variopintas sonando al tan estandarizado a estas alturas indie-folk, y la verdad es que me ha sorprendido gratamente, The Voyager directamente me está produciendo cosquilleos y disfrute entre otros síntomas de patología musical, de de imaginar una radio-fórmula de calidad en la actualidad, con pop de guitarras y adictivo este podría ser un buen ejemplo. Muy recomendable.
En pocos años Lewis se convirtió en una artista muy cool y pasó lo que a veces pasa, la montaña rusa llegó a la bajada de mayor pendiente, casi un lustro, se disolvió su banda de siempre Rilo Kiley, murió su padre, y entró en una espiral de inseguridades y desapego por la música, un pozo negro, tiempo suficiente para que nadie se acordara de la cantautora.
El punto de inflexión vino con su participación en la gira de reunión de Postal Service (aportó la voz en la grabación, año 2003), pero sobretodo fue el encuentro con Ryan Adams en plena metamorfosis en ese momento. Lewis deja la producción en sus manos (también ayudan Beck y el siempre presente en su carrera Jonathan Rice), le deja meterse hasta la cocina con los arreglos, y la verdad es que por lo general, no todo, tiene el mismo temple que su disco homónimo recién editado. El atractivo sonoro por una parte, y por otra unas letras que tienen su punto de partida en las noches de insomnio y ansiedad, y una actitud a veces de euforia un tanto patológica, otras veces con un desafiante sentido del humor, sarcástico y negro,destila la alegre-acritud de quien está de vuelta de todo. Sonido y letras convierten este disco en muy atractivo.
La primera canción puede descolocar, Head Underwater es ochentera en el sentido más radiofórmula, se nota aquí la ayuda de Beck en la producción, pero a poco que escuches The Voyager te percatas de la mano de Adams y como ha utilizado la grabación como su campo de pruebas e inspiración,en ese aspecto She's Not Me tiene el mismo gancho que Gimme Something Good, donde la voz de Lewis transforma la tonada en perfecto y exhuberante pop de guitarras, que si bien Adams recuerda a Tom Petty, aquí Jenny Lewis se deja iluminar por el mismo sol de California, y por momentos produce la congoja melódica y dulce de Stevie Nicks, percepción que se extiende al resto del disco junto al trabajo de guitarras que es simplemente efectivo y genial, en la misma onda podría situarse Slippery Slopes, ritmo marcado, guitarras en primer plano, estribillo pegadizo.
El sol de California pesa mucho en este disco, decidme sinó el estribillo de Just One Of That Guys es simplemente un dulce para cualquier beach boy que se precie, y el toque perfeccionista de los arreglos de Beck que le sientan a las mil maravillas, las olas también se cuelan en la medio surfera y animada Aloha and The Three Jones, y entre el fraseo de Neko Case y unos Fleetwood Mac actualizados en Late Bloomer. Esos rascados de guitarras en The New You, coordenadas en su justa medida, Petty, los 80 y la Nicks, Love You Forever de nuevo conjuga guitarras eléctricas y pop-melódico que me hace pensar en como podría haber sido, y no es, una radio-fórmula de calidad, cierra The Voyager con intro de violines en esta canción acúsitca que perfectamente podría haber entrado en cualquiera de los anterios discos de no ser por los ruiditos medidos y en su sitio de Beck.
En definitiva, confieso que no daba un duro por Jenny Lewis cuando me enteré de su regreso, imaginaba un trabajo continuista trufado de colaboraciones variopintas sonando al tan estandarizado a estas alturas indie-folk, y la verdad es que me ha sorprendido gratamente, The Voyager directamente me está produciendo cosquilleos y disfrute entre otros síntomas de patología musical, de de imaginar una radio-fórmula de calidad en la actualidad, con pop de guitarras y adictivo este podría ser un buen ejemplo. Muy recomendable.
Me ha echo gracia la comparación de Jenny con Stevie Nicks pero la verdad es que esta que si bordada. A mi me encanto el disco mejor de lo esperado
ResponderEliminarLa verdad es que hay momentos del disco en que el fraseo es puro fleetwood mac, a poco que lo escuchas se nota. Me alegra coincidir contigo, se nota que lo has escuchado de verdad. Saludos
EliminarPues sinceramente Chals, a mí este disco no me ha convencido nada. Me ha sonado a radio fórmula sin sustancia ni gracia... Muy lejos de Stevie Nicks.
ResponderEliminarSaludos
A mi en cambio me encanta, sin ser un disco redondo tiene momentos realmente muy buenos, escuchado con calma gana con las escuchas, y por supuesto, Jenny Lewis está tan lejos de Stevie Nicks como Ryan Adams de Tom Petty, sería otra manera de plantearlo si te gusta más así, eso está más que claro, pero la influencia californiana de finales de los 70 /80 ahí está, es un hecho, aunque la verdadera sustancia, amigo Lou, no viene solo con la sonoridad, la esencia y atractivo del disco se haya en su actitud y sus letras, calificarlo de malo me parece excesivo, es mas, en conjunto brilla bastante, otra cosa es que se respeta tu tan tajante opinión, ya sabes que aquí siempre se agradecen tus comentarios. Saludos
EliminarHombre, tampoco he dicho que sea "malo", pero sí, lo cierto es que me dejó bastante frío... una bonita envoltura, agradable, pero no me transmitió (o no le supe ver) más... También reconozco que lo dejé estar tras dos escuchas, por lo que no entré con las letras ni profundicé en las otras cuestiones que trae consigo... Saludos.
EliminarNada nada, tendré que escucharlo yo que soy el que entiende de música para ver quién de los dos lleva razón (sarcasmo grueso). No la conocía, pero dado que estoy muy Neko case por tu culpa Chals, y puesto que sé de tu buen gusto por las féminas musicalmente hablando, mañana haber si lo pillo.
ResponderEliminarMe pongo al día despacito. Abrazos!