Un post de perros. Uno más de la familia.

Los perros llevan grabadas consigo las palabras amor incondicional. Si tienes un mal día, ellos esperan a que salga el sol, incluso son mejores que muchas personas. Si pueden sentir o no emociones, yo lo tengo claro, hay miradas que lo dicen todo y a su manera ellos también sienten tristeza y alegría, puede que por cosas más simples, pero no menos importantes. 

Cuando conocí a mi mujer llevaba a Yes consigo, así que empezamos a salir los tres a la vez, en cierta manera desde el principio fuimos una familia. Luego vino su hermano humano pequeño y él lo aceptó pese a lo desfavorable del tema en cuanto a atención.

Además, es el único fan que tengo, cuando me siento con la guitarra a improvisar, muchas veces él se acuesta cerca de mí y pone cara de éxtasis, creo que le gusta y eso me alaga teniendo en cuenta mi escasa técnica, puede que sólo se trate de la resonancia de la caja, esas vibraciones y ecos que casi no puede palparse en una grabación. Hay días que me siento en la terraza sin la guitarra y parece mirarme como diciéndome que me falta algo. Le gusta la música y se recuesta allá donde suena, en ese aspecto el jazz me quita protagonismo, le encanta el jazz, también mucho el blues, tengo un perro que le encanta el jazz y el blues. 

Yes ya está muy mayor, y no quería dejar de hacerle un pequeño homenaje en este post de perros en el que le hago acompañar de otros ilustres canes, que seguro que como a él, la buena música les encanta. 

La verdad es que estaba en blanco, no sabía que canción elegir que de alguna manera puediera reflejar que significa que un perro forme parte de la familia, seguro que hay mil canciones más apropiadas, pero pensando en que me diría mi perro uno de esos días en que se nota que percibe que estoy abatido, me vino Lean On Me a la cabeza, que me perdone el sr.Withers, pero estoy seguro que por la cabeza de Yes debe pasar algo parecido a ésto: