Por Amor A La Música: Robert Wyatt - Cuckooland (2003) / Karen Mantler

Nueva edición de PAALM, esta semana Josi va de mano, y en su 69rockbiker nos da como consigna el piano y elige una asociación especial por lo pocas veces vista. El disco del presente año de John Medeski y Coheed and Cambria, "The Afterman: Descension". ¿Quien dijo que el heavy se había estancado? seguro que yo alguna vez, un error.

Sólo sé que no sé nada. Para mí la presente ha sido la ronda más difícil de todas, porque mirad que tengo algunos pianistas preferidos en el jazz, Oscar Peterson, esencial, Bob Timmons, Thelonius Monk, y hace bien poco Alex me recomendaba Art Tatum, este último el más grande a las teclas, aún a día de hoy pocos han llegado a su nivel por su virtuosismo y elegancia. 

Pero ninguno de ellos ha participado en ningún disco de rock, que yo sepa, y no hay cosa que me sepa más mal que hacer ostentación de la ignorancia, es el punto más bajo al que puede llegar cualquier individuo que pretenda escribir algo en la red y que le léan, pero es así de simple y cierto, debería dimitir ya. 

Así que sólo me quedaba optar por la lógica y buscar entre la discografía de algún músico que por su vagaje seguramente tendría en alguno de sus discos algún pianista de jazz, Van Morrison era una opción, y Costello, pero recordé la fervorosa recomendación que en su día me hizo Forrest respecto a Robert Wyatt, me dijo "Wyatt es un dios en mi casa". 

Efectivamente en "Cuckooland" participa Karen Mantler, y aunque más conocidos son su hermana  Carla Bley y su hermano Michael Mantler, puede decirse que Karen es una buena pianista vinculada al mundo del jazz desde niña, su debut fue a los cinco años en la opera Jazz "Escalator Over the Hill", disco producido por su hermano mayor, con música y adaptaciones de su hermana, con la inestimable participación del poeta y letrista jazz Paul Haines. Así que no cabe duda, Karen está estrechamente vinculada con el jazz. Y joer, a razón de este video ese disco debe ser una maravilla:

Es normal que una participación de esas características marcara su vida, estudió música, formó parte del grupo de su madre, y formó su banda con la que ha hecho numerosas giras llegando a participar en el Montreal International Jazz Festival. También como organista en la banda Carla Bley Big Band. Tiene su propia discografía, y me ha sorprendido su estrecha relación con los animales, presentes como protagonistas en alguno de sus discos, "My Cat Arnold", "Karen Mantler and Her Cat Arnold Get the Flu" y "Karen Mantler's Pet Project", puede sonar muy freak, pero después de verla y escucharla en "I Wanna Be Good"... una delicia, pués chapeau!

Y ojo, en "Cuckooland" no se limita únicamente a meter unos arreglos de piano, además compone alguna de las canciones, "Beware", "Mister E" y "Life Is Sheep", tener el respeto de Wyatt hasta ese punto no es moco de pavo. Aunque el primer disco que escuché de Wyatt fue "For The Ghosts Within", disco junto al saxofonista Gilad Atzmon y la violinista Ros Stephen, belleza inclasificable, llena de sensibilidad, atemporal, reseñada en la extinta route y que hace tres años pasó totalmente desapercibido. 

Robert Wyatt es el unsung hero total. Pasará a los anales de la historia del rock por el sonido Canterbury y los Soft Machine, además estuvo en Deià junto a Kevin Ayers (que grandísima pérdida), las Islas Baleares, en casa de Robert Graves, cuando aquí teníamos prohibido vestir con el color rojo, literal, preguntad a vuestros abuelos. Muchos piensan que la contracultura empezó en la casa isleña de Graves, a las islas también acudieron Dylan, Hendrix, Marley, donde se respiraba el aire de libertad suficiente para crear obras magnas de otros grandes grupos como King Crimson, Pink Floyd, pero su arte se extiende mucho más allá de las décadas doradas del rock, no existe la denominación que pueda contener toda la grandeza de Robert Wyatt, no existe etiqueta, ni rock, ni jazz, ni prog, ni avant-garde, que puede explicar la amplitud de miras de este señor, música sin ninguna barrera. "Rock Bottom" es mítico, pero donde pongas la oreja acertarás, "Ruth Is Stranger Than Richard", "Nothing can stop us", "Shleep"...

Vamos al disco, simplemente con la nómina de colaboradores a mi se me va el hipo, además de Karen Mantler, tenemos a Phil Manzanera, Paul Weller, David Gilmour, Brian Eno... y unos cuantos más, todos al servicio de Robert Wyatt, aunque no puede considerarse "Cuckooland" un disco de colaboraciones, Wyatt es un catilazador de momentos irrepetibles. Puede pasar del pop al jazz en un suspiro apoyándose con maestría con una base de piano y trompeta, y su dulce y reconfortante voz, puede ser Chet Baker, y puede ser los Beatles.

Llega a unos niveles de inquietante belleza como en "Cucko Madame", además en este disco pinta retratos bucólicos de la vieja Europa por las calles de Paris en "Old Europe", aborda temas que nadie aborda, como el exterminio de los gitanos en "Forest" y la dependencia al valium de los niños iraquíes en "Lullaby for Hamza/Silence", ahí es nada, ambas coescritas con su compañera Alfreda Benge, y deja claro su ecleticismo con homenaje a Vinicius de Moraes y Antônio Carlos Jobim en la versión de "Insensatez". Se acerca a culturas que quedan tan lejanas en el rock, y que bien lo hace, como en "La Ahada Yalam (No-One Knows)", tan alejado de mis gustos, y al mismo tiempo tan estremecedora instrumentación, que la percibo belleza en estado puro. Me veo tan pequeño al lado de un disco como éste, que soy incapaz de escribir una palabra más, sólo puedo decir que lo recomiendo. Un artista al que hay que descubrir y en el que hay que profundizar.