Entre las brumas cósmicas de Rose City Band.

...apuesta por desarrollar capas ambientales de psych-folk pastoral y country cósmico setentero con el que forma una brumosa nube sónica, más orgánico que en el proyecto con su mujer, menos experimental que los Wooden Shjips, transmite calidez y sosiego imbuido por el espíritu lejano de Laurel Canyon pero sin caer en el revivalismo...


El año pasado aparecía este disco de Rose City Band, misteriosa formación que se presentaba como un colectivo musical procedente de Portland, nombre que parece rendir homenaje a su ciudad, enigmático disco que se editó sin apenas promoción y con poca información al respecto, tampoco no hubo gira de presentación.

Desde las primeras escuchas me llenaron el vacío que dejaron Beachwood Sparks con sus primeros discos. Con el tiempo la incógnita se fue despejando. Ni más ni menos que tenemos al inquieto Ripley Johnson, maestro en el arte de la psicodelia rock y más conocido por sus otros proyectos como vocalista y guitarra en los grandes Wooden Shjips, y por su otro proyecto junto a su mujer tras el nombre de Moon Duo.


En esta encarnación apuesta por desarrollar capas ambientales de psych-folk pastoral y country cósmico setentero con el que forma una brumosa nube sónica, más orgánico que en el proyecto con su mujer, menos experimental que los Wooden Shjips, transmite calidez y sosiego imbuido por el espíritu lejano de Laurel Canyon pero sin caer en el revivalismo, un disco que invita a dejar las preocupaciones y responsabilidades de lado haciendo de su escucha un intercambio de iones negativos que nos transporte a orillas del mar en una playa solitaria y tranquila de un verano cualquiera, una auténtica gozada.
A las canciones más directas se contraponen otras donde priman las capas sónicas entre las que encuentra un espacio más libre donde desarrollar su maestría a la guitarra...

"Rip City" abre con el rasgar de una limpia acústica ayudada por unas simples líneas de guitarra que me llevan a esos primeros discos de los hermanos Rademaker con The Tyde. En esas horas de atardeceres y sol rojizo deslizándose tras el horizonte, Ripley se aplica en tonadas pop como "Wide Roll" y "Wandering Feeling"que sin despegarse de su tono vocal pastoral resulta más cercano al indie de los 90 más melódico.

A las canciones más directas se contraponen otras donde priman las capas sónicas entre las que encuentra un espacio más libre donde desarrollar su maestría a la guitarra, como en los viajes "Me and Willie" y "Fear Song" canciones envueltas en un halo etéreo de más de siete minutos, y como la sublime psicodelia coutnry-rock de "Rivers Of Mind", un mantra triposo que incluso puede recordar a los viajes más psicotrópicos vividos en los 70, lo bueno es que lo consigue sin resultar engorroso. Cierra este disco por todo lo alto con "Fog Of Love" una gran tonada dirigida por una línea de guitarra que me hace pensar en un Tom Petty pasado de ácido.

Según el artista su intención era pasar desapercibido, quería apartarse de la rueda y hacer un pequeño disco que no le llevara a tener que cumplir ciertas obligaciones promocionales. La suerte es que aún con esa humilde intención ha entregado una colección de canciones de gran calidad más que recomendable.  Un disco de sólo siete canciones, breve y fluido, un disfrute. Que tengáis un agradable y buen viaje.

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