La gira de presentación de Ragged Glory volvía a revivir la llama del rock de los Crazy Horse en los escenarios a un nivel muy alto, además dió a luz uno de los dobles en directo más gloriosos del canadiense.
La primera toma de contacto que tuve con Neil Young condicionó por completo la manera en la que empecé a percibir su música, desde el iniciático Rockin' In The Free World, que me abrió la puerta puño en alto a "Freedom", mi primer disco de Shakey. Empujado por el himno de los desamparados me topé con Weld, que entra sin lugar a dudas en mi top de directos de la historia del rock.
Con Ragged Glory, Neil Young volvía a demostrar junto a sus Crazy Horse que en cuanto a rock guitarrero se refiere, pocos podían hacerle sombra en aquel lejano 1990, no es de extrañar que toda una generación le adoptara como padrino espiritual puesto que tanto Weld en las tablas, como Ragged Glory en estudio, ponía los puntos sobre las íes, además reecuperaba para la juventud las camisas a cuadros y parte de su repertorio clásico. El entendido tiene el precedente de Live Rust para considerar Weld en un segundo plano, sólo le diría que escuche de nuevo este doble directo, puede que le despejara toda duda.
Me impactó el sonido, y aún lo hace, el volúmen y el feedback de las guitarras se presenta aquí poderoso y realmente alto, también me impactaron las líneas de guitarra, venía de admirar y reverenciar mis descubrimientos de finales de los 80 en L.A, pistolas, rosas, mucha laca, y solos que masturbaban mástiles sin compasión, y me encontraba con un estilo más bien escueto y rudo que prescindía de todas esas notas reitarativas que no aportan nada a la melodía y que tanto gustan a los virtuosos.
Este disco me pone los pelos de punta desde la primera vez que lo escuché, sin ser rock'n'roll, ni folk, ni punk, ni hard rock, con "Weld" me vuelvo a formular la pregunta de que es el rock en su sentido más amplio, las líneas no eran tan claras como yo pensaba, a punto como estaba de caernos encima todo el rock-alternativo de principios de los 90, no es que Young fuera por delante, el nunca fue ni por delante ni por detrás de nadie, siempre fue a la suya, pero aun hoy en día continúo pensando que aquel directo es uno de los mejores discos de rock-alternativo que vió nacer aquella década.
Y los coros que ahora me parecen peculiares, muy de folk y taberna, entonces los escuché con cierta extrañeza, nunca había escuchado en mi vida coros tan desvalazados como aquellos, a posteriori descubrí las harmonías vocales de otros como Beach Boys, The Byrds, CSN&Y, más bonitos a nivel artístico, sí, y muy emotivos (lo apreciaría mejor con los años), pero no tan diferentes a todo y únicos como éstos del Caballo Loco, suenan a hermandad callejera, como esos finales de película que nos tragábamos de más jóvenes y que nos ponían el estómago en un puño de emoción, con esos coros, Neil Young parece hacernos protagonistas, invitan al berreo, están hechos para corear en el escenario, en el graderío y/o al otro lado del transductor.
Y los coros que ahora me parecen peculiares, muy de folk y taberna, entonces los escuché con cierta extrañeza, nunca había escuchado en mi vida coros tan desvalazados como aquellos, a posteriori descubrí las harmonías vocales de otros como Beach Boys, The Byrds, CSN&Y, más bonitos a nivel artístico, sí, y muy emotivos (lo apreciaría mejor con los años), pero no tan diferentes a todo y únicos como éstos del Caballo Loco, suenan a hermandad callejera, como esos finales de película que nos tragábamos de más jóvenes y que nos ponían el estómago en un puño de emoción, con esos coros, Neil Young parece hacernos protagonistas, invitan al berreo, están hechos para corear en el escenario, en el graderío y/o al otro lado del transductor.
El gancho para mí fue Rockin' In The Free World, la principal razón que me llevó hasta Weld, pero ¿que me decís del Blowin' in the Wind de Dylan? sé que con sólo leer el título todos tenemos clara cuál es la mejor versión, pero es que nunca pensé que nadie fuera capaz de cogerla para convertirla en otra cosa, otra vez los coros que quieren levantar del letargo al respetable con ese motivo melódico simple y ya universal, pero contudente.
Entonces no podías coger el título de una canción que te gustaba endosarla al buscador y pulsar el botón para ver de donde venía, entonces cada disco te llevaba a otro, llamadlo aprendizaje, y en ese sentido el tracklist fue durante mucho tiempo mi índice esencial para ir descubriendo su obra. En esas Weld tuvo la facultad de abrirme en su día hacia el universo de Young, la clásica Cinnamon Girl hacia Everybody Knows This Is Nowhere, Cortez The Killer, aquí brutal, hacia Zuma, Weld también me llevó hacia Tonight's The Night, su lado más oscuro, y por supuesto la siempre emocionante e imprescindible en el repertorio crazyhorsiano Hey Hey My My que tendió el puente hacia el Rust Never Sleeps.
Y aunque Ragged Glory fue protagonista de la gira y este directo, siendo sincero, siempre he prefirido las versiones de Weld, en canciones como Love And Only Love y Love To Burn las guitarras llenan el amplio espacio en el que están situadas de manera grandiosa. Aún tardé mucho tiempo en adentrarme en su vertiente más country y folky, estaban esas canciones como Powderfinger y Mansion on the Hill, que sin que lo supiera, estaban abriendo mi consciencia al country mucho antes de deshacerme del prejuicio que me causaba tal estilo, imaginaba tipos enfundados en chaquetas con chorreras y gorros de cowboy cantando lo bonito que es ser americano, tenía por descubrir el (alt)country de Neil Young.
Recuerdo el impacto que me causó este directo como si fuera ayer, aún lo sigue haciendo. Cuando dí con Weld quería fuego y lo quería ya, y aquí está presente desde la portada. Neil Young siempre ha tenido un valor añadido y es que tiene su tiempo para la rebeldía, su tiempo de introspección, su tiempo para el amor, su tiempo para la pedal-steel y su tiempo para aporrear la eléctrica como pocos son capaces de hacer. Y todos los "Young" con algo en común y que siempre le guió como un plus al buen hacer artístico: honestidad brutal. Weld nunca saldrá en las listas de los mejores directos... en la mía está en lo más alto.
Y aunque Ragged Glory fue protagonista de la gira y este directo, siendo sincero, siempre he prefirido las versiones de Weld, en canciones como Love And Only Love y Love To Burn las guitarras llenan el amplio espacio en el que están situadas de manera grandiosa. Aún tardé mucho tiempo en adentrarme en su vertiente más country y folky, estaban esas canciones como Powderfinger y Mansion on the Hill, que sin que lo supiera, estaban abriendo mi consciencia al country mucho antes de deshacerme del prejuicio que me causaba tal estilo, imaginaba tipos enfundados en chaquetas con chorreras y gorros de cowboy cantando lo bonito que es ser americano, tenía por descubrir el (alt)country de Neil Young.
Recuerdo el impacto que me causó este directo como si fuera ayer, aún lo sigue haciendo. Cuando dí con Weld quería fuego y lo quería ya, y aquí está presente desde la portada. Neil Young siempre ha tenido un valor añadido y es que tiene su tiempo para la rebeldía, su tiempo de introspección, su tiempo para el amor, su tiempo para la pedal-steel y su tiempo para aporrear la eléctrica como pocos son capaces de hacer. Y todos los "Young" con algo en común y que siempre le guió como un plus al buen hacer artístico: honestidad brutal. Weld nunca saldrá en las listas de los mejores directos... en la mía está en lo más alto.
Lo vi en esa gira y el disco para mi es el mejor en directo de Neil
ResponderEliminarVaya Bernardo!!! eso es una suerte, como haber ido a la Meca. Yo también lo pienso que es el mejor directo de Neil Young, gracias por pasar. Saludos
EliminarEl mejor directo de Young, como dice Bernardo, y quizá el mejor directo de todos los tiempos.
ResponderEliminarSaludos, Chals.
Un directo glorioso como pocos, en mi caso iniciático. gracias por pasar y comentar Gonzalo. Saludos
EliminarSí, ahora ya veo que estás reponiendo material. El mejor directo de todos los tiempos para mí, sin duda. Abraçada.
ResponderEliminarAmen hermano.
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