The Waterboys - Fisherman's Blues (1988)


Cielo abierto cerca del mar, vuelta al intercambio de iones, tópicos tan manidos como el blues pero no menos verdaderos. La vida del pescador es difícil, largos periodos en alta mar, atados a su desdicha pero al mismo tiempo lejos del mundanal ruido, es la búsqueda de la esencia, el abandono de lo material que nos ata a tierra firme para dejar nadar el espíritu hasta la línea que separa el horizonte de la playa. Un buen rumbo que tomar con los Waterboys.

Este es mi homenaje a un disco mítico, relato de un viaje iniciático, de como los antepasados siguen presentes en nosotros mismos, aunque por norma general nos dejamos llevar a un bajo precio. Sólo tenemos que detenernos un instante y dejar que nos hable nuestro entorno, dejar que nos enseñe como una vez pertenecimos a la tierra que pisamos, aunque ahora la tierra que pisamos esté hipotecada y nos hayan echo creer que ya no es nuestra. Pero no es cierto. This Land is Your Land. Así pués abrónchense los cinturones, impregnaros de la Celtic Soul y el Zen Irlandés. Bienvenidos al golfo de Galway, bienvenidos a este exhaustivo viaje a través de Fisherman's Blues.


Fisherman's Blues supuso una apertura de miras hacia las raíces anglosajonas, un regreso a los orígenes que no fue planeado premeditadamente, fue más bien fruto de las circunstancias y de la inquietud del joven Mike Scott. A finales de 1985 Mike Scott contemplaba con resignación como el amplio sonido desplegado en sus tres primeros discos no llegaba a materializarse en los directos tal y como él los ideó en estudio, empezó entonces a buscar otro lenguaje que le llevase hacia la esencia de la propia música y del rock que tanto amaba. ¿que es lo que hacía de las canciones de Dylan y Van Morrison que perduraran a través de los años?

En aquellos años nadie, ni discográfica, ni seguidores, ni críticos, esperaban un paso hacia la tradición, todos esperaban la consolidación de su Big Music, que por otra parte también está presente en este disco, nunca cerró la puerta al sonido de sus tres primeros discos, simplemente rompió todos los corsés musicales que estaban a su alcance.

El primer factor que ayudó de manera determinante para que la balanza se inclinara del lado de la tradición fue la incorporación a la banda de Steve Wickham, violinista, que para más señas, participó en las sesiones del álbum "War" de U2 que tuvieron lugar en Windmill Lane, y ya fue parte importante de algunas canciones del también mítico This Is The Sea. Wickham dominaba el lenguaje del rock tanto como el country, el folk y el blues, era el perfecto socio para este nuevo viaje. Junto con Mike Scott y Anto Thistlethwaite, formaron un trío artístico atrevido y capaz de ofrecer una nueva y amplia visión de la música acústica de raíces. 

El viaje empezó a principios de 1986, Wickham y Scott se largaron a Dublín una semana, una visita que se convirtió en una estancia de años. Irlanda ofrecía otro campo fértil de posibilidades, con una tradición lírica y musical muy rica, un pasto perfecto para desarrollar el nuevo proyecto con una actitud abierta de miras y sin limitaciones. Anto, Mike y Steve profundizaron en toda la roots music que encontraron a su paso, de los cantantes gospel de los años 20, pasaron a los misterios que encerraba la música de Hank Williams, se iniciaron en la fuerza y la pasión de Woody Guthrie, Little Walter y toda clase de artistas de cajún con base en Louisiana, y por supuesto el folk autóctono. 

Toda aquella mezcolanza la fueron desarrollando sin a penas plantearse donde estaban los límites entre estilos, simplemente seguían su instinto y su pasión por aprender, superaron la barrera más allá del rock'n'roll de los cincuenta, llegando hasta los cimientos de la música moderna contemporánea en una especie de regresión inconsciente en la que desarrollaron todos esos estilos tocando en conciertos, salas de hotel, en la calle, en las estaciones de tren y autobuses, se conviertieron en aunténticos trobadores de su tiempo. 

La base de operaciones fueron los estudios de Windmill Lane en Dublín. De aquella primera toma de contacto a principios de 1986 surgió Fisherman's Blues, la que da título al disco, una declaración de intenciones bucólica y bohemia que define muy bien a Mike Scott y a todo aquello que reprentan sus autores favoritos. También surgieron algunas versiones de sus heroes musicales, Sweet Thing de Van Morrison que ya estuvo muy presente en This Is The Sea, Girl from de North Country de Dylan, el nuevo horizonte que se marcaba como compositor, incluída en la edición remasterizada de 2006. Desde que empezaron aquellas sesiones a principios de 1986 en los estudios de Windmill Lane, encontraron sus propios shamanes que les guiaron a través de las diferentes fases musicales que atravesaron, tuvieron épocas con fijación por el country, otras por el gospel y el blues, por supuesto también a través del folk irlandés.

El primero en aparecer fue Bob Johnston, quien acabaría por convertirse en el mentor country de los Waterboys. En aquel momento Johnston ya era un reputado productor que había trabajado con ilustres como Dylan, Cohen y Cash, tan sólo su presencia ya daba cierta confianza al grupo, fueron juntos a conciertos, compartieron largas conversaciones sobre el género, y colaboraron en dos sesiones, una semana en marzo de ese mismo año y otra en diciembre, We Will Not Be Lovers surgió de la primera de las dos sesiones, una toma improvisada en directo con una banda que iba escribiendo sus partes sobre la marcha, esa era una de las ventajas de trabajar con Johnston, que cualquier cosa podía suceder bajo su tutela, el se encargaba de que la cinta no parara de rodar, en definitiava enseñó al trío inglés donde se hallaba el auténtico espíritu de la música country.

Junto con World Party representaban la Big Music en el presente trabajo, compuesta semanas después de finalizar las sesiones de This is the Sea. En ella aparecía otro guía importante en su particular camino, el batería dublinés Noel Bridgeman. Fue difícil para Mike Scott dejarse llevar por la experiencia del músico. Mientras el joven escocés esperaba la pegada fuerte de un batería rock, Noel desplegó su sabiduría con las escobillas, bastantes tomas después del Lost Highway de Hank Williams, Mike Scott aprendió de aquellas sesiones que a veces se puede decir más tocando mucho más bajo. La experiencia de Noel a las baquetas quedó para la posteridad en otras canciones, Killing My Heart (versión primigenia de When Ye Go Away), Let Me Feel Holy Again, The Good Ship Sirius y una segunda versión del tema titular, todas éstas en la edición de 2006.


Fisherman's Blues iba a ser un disco que miraba hacia el country, el gospel y el blues, la música más cercana al rock con la que habían crecido. Pero vivir en Irlanda y no caer en los encantos de la isla fue imposible. Su música nativa aguardaba el momento apropiado para aflorar, hasta que aquellas obsesiones musicales con las que empezaron, fueron pasando de manera natural hacia otra fase donde la tradición, a la que hasta entonces no habían prestado demasiada atención, empezó a tener más peso.

Ayudó la facilidad de Steve Wickham para sacarse de la manga líneas de violín magistrales, junto con otro pilar importante, el aporte de John Dunford, amigo de los músicos y conocido por su trabajo con De Dannan (apunten este nombre los ávidos de conocimientos sobre la celtic soul) y Moving Hearts. Mike Scott tomaba apuntes en cada uno de sus conciertos, con Dunford fue aprendiendo el nuevo lenguaje, primero en la mesa de mezclas en los conciertos de músicos irlandeses y escoceses a los que iba asistiendo, pero a medida que pasaba el tiempo iba descifrando arreglos, ornamentaciones y tonadas standard, la celtic music comenzaba a abrir su consciencia musical. Fue determinante en aquellos días el descubrimiento del músico irlandés Donal Lunny.

En sus directos Lunny integraba ritmos africanos en la música tradicional irlandesa con una naturalidad asombrosa, aquel artista le marcó inconscientemente, y Scott empezó a unir todas aquellas tonadas tradicionales que iba aprendiendo con el rock, el country, el gospel y el blues que esperimentaban en aquellos días. Quien les puso definitivamente en el camino correcto fue Vinnie Kilduff, amigo de Wickham. Kilduff apareció en un momento clave para el grupo que entonces se hallaba en punto muerto, ejerció de auténtico guía en las sesiones centradas en la música tradicional. Les enseñó los ritmos de las tonadas celtas, como debía sonar una batería irlandesa, el bodhram, sobretodo el acento y el carácter propio de la música de cada zona y población, de aquellas sesiones en Mayo del 87 saldría Strange Boat, una balada de espíritu cabizbajo que pacere explora de manera metafórica y con un gran lirismo la eterna pregunta del sentido de la vida, magnífica.

Mike Scott fue adentrándose sin darse cuenta en territorios en los que nunca antes había estado, sentía la necesidad de seguir adelante. En su afán por seguir descubriendo aspectos culturales de sus antepasados, el otoño de 1987 visitó por primera vez las Gaeltachts o zonas de habla gaélica de Irlanda, y encontró la misma cultura perdida que un día perteneció a la familia de su abuela antes de que se trasladaran desde el archipiélago de las Hebrides escocesas a las zonas de habla inglesa de Glasgow a principios del siglo XX. El descubrimiento de aquella cultura escondida le abrió a otro tipo de consciencia más allá del pensamiento típicamente inglés.

Este recorrido le llevó por la costa atlántica de Galway hasta la población de Spiddal en la primavera de 1988. Aquel paisaje y los secretos de aquella cultura descubierta le abrió los ojos y le hicieron ver que su alma formaba parte de aquellas tierras, ahora sus tierras. Ya en Spiddal podían entonar This Land is Your Land de Woody Guthrie, que por otra parte cierra la edición original del disco con la celtic soul corriendo por sus venas a pleno rendimiento. Desde que llegó en el 86 a Irlanda se fue percatando de ciertos matices que empañaban su querencia por la americana roots music, y a medida que se fue empapando de la Celtic Soul vió como gran parte de los grupos y músicos de la zona se centraban en las tendencias yanquis y británicas, negándose todo aquello de procedencia nativa, esa situación tenía su origen en las primeras bandas de rock en los 70 y 80, y la situación era perpetuada por la prensa que negaba y omitía todo aquello que olía a british folk. 

Aquel retiro en Spiddal se convirtió para The Waterboys en una manifesto abierto e insurgente que clamaba por la conservación de su patrimonio, y no como un acto fundamentalista de "sólo vale mi tradición" más bien como una apertura a la cultura global, a no poner barreras ni seguir ciertas tendencias estandarizadoras. Aquello si era realmente cool, ser Celta, los celtas eran guerreros, místicos, shamanes, soñadores. En aquellas sesiones en Spiddal grabaron la mayor parte de las canciones, un homenaje a su roadie Jimmy Hickey's Waltz, una divertida historia autobiográfica sobre todas sus aventuras amorosas con final feliz en And a Bang on The Ear, su personal homenaje a Hank Williams en Has Anybody Here Seen Hank?, ejercicios de estilo como Dunford's Fancy, y la adaptación de la tradicional When Will Be Married?, el country-celta de When Ye Go Away, versión definitiva de Killing my heart, y el poema de Yeats The Stolen Child con la participación del cantante y poeta gaélico Tomas Mac Eoin, uno de los momentos más emocionantes del disco.

Mike Scott no dejó que la inercia del éxito de su anterior disco guiase sus pasos, y con su instinto artístico como único guía entontró otra vía de expresión para su visión espiritual y mística de la vida, logró además rehacerse sin perder su propia esencia y sin pretenderlo reinventó a su manera una tradición tachada de arcaica y en desuso. Por suerte este periodo quedó plasmado en una ingente cantidad de grabaciones y sesiones, contanto su siguiente disco Room To Roam (también reseñado aquí), Too Close To Heaven, editado en algunos paises como Fisherman's Bles 2, y reediciones varias que podrían ejercer como las basement tapes de los 80 y que tienen en Fisherman's Blues la punta del iceberg al que alabar por siempre. Imprescindible.


Así pues, si Fisherman's Blues tiene un mensaje más allá de la pureza en la expresión musical es que:
La música es musica, y ningún músico ni banda necesita limitarse a un género en concreto, todos son territorios vírgenes perfectos para la exploración musical. Mike Scott
La musica no tiene necesariamente que divorciarse de sus propias raíces para alcanzar cierta relevancia, si está a tono con su propio sentido de indentidad, la música puede tener y transmitir más cultura y poder, y obtener mayor resonancia tanto a nivel místico como práctico. Mike Scott
La pérdida de nuestra propia identidad, es la pérdida de gran parte de nuestro poder para manifestar nuestro parecer con respecto a todo lo que nos rodea. Sin ella estamos perdidos.

Comentarios

  1. Excelente auscultación de un gran disco, yo le tengo especial cariño pues fue el que me introdujo en el culto a esta formación, lmira hacia la tradición que se salda de forma excepcional, bello.
    Salud.

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  2. un gran artículo que recuperas, estupendo volver a leerlo ahora que los Waterboys están de actualidad

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  3. Bellisimo texto, digno del bellisimo disco que hace hacer locuras de amor.

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  4. Qué pasada, hermano pescador. Fundamental on the route. Forta abraçada.

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