Hay regalos que te alegran el día, semana, mes. Estoy necesitado de guitarras y de rock'n'roll, de artistas que canten con más intensidad y que se crean el rock que cantan, el rock a secas, así que encontrarse con esta cura para el espíritu es una alegría. Ya no hace falta ese disco de rock de Bruce que nunca llega, o el Tom Petty más adictivo, pués me quedo con Willie Nile desde el minuto cero.
No soy ni mucho menos un resabido especialista de la discografía de Willie Nile, le encontré bastante tiempo después de aquel día que él, a su vez, encontró a Bo Didley en Washington Square, quede alucinado en una casa repleta miles de guitarras, resultaban canciones directas y de voz dylanosa, con la misma dejadez por la relevancia que Mike Scott, ir a la suya.
Pero su música no entiende de épocas, engancharse a él ahora es hacerlo a todo lo que arrastra, no hay trampa ni cartón, es atemporal. Ya no le pierdo de vista.
American Ride no dice nada nuevo, ni falta que hace, rock de guitarras (This is our time, If I ever see the light, God laughs), folk-rock (American Ride), rockabilly urbano (Say hey) y torch song desde el callejón (The Crossing), impregnado del costumbrismo newyorkense que bien podría ser cualquier ciudad cosmopolita, con sus rincones mágicos, sus ogros y milagros, sus almas perdidas buscando salvación, hadas mágicas que por la noche pueden sanarte con un beso. Me provoca los mismos revolotéos en el estómago que el Darkness y The River, y devuelve la capacidad redentora al simple y grandioso acto de sostener una guitarra.
Lo escucho ahora y me sonrío, momentos de felicidad plena con los primeros rayos de sol de la mañana, no hace falta más. Ni tan siquiera me he planteado si es, o no, su mejor disco, no me ha hecho falta, simplemente lo escucho. No hay nada como sentirse como en casa. Una gozada American Ride.
No soy ni mucho menos un resabido especialista de la discografía de Willie Nile, le encontré bastante tiempo después de aquel día que él, a su vez, encontró a Bo Didley en Washington Square, quede alucinado en una casa repleta miles de guitarras, resultaban canciones directas y de voz dylanosa, con la misma dejadez por la relevancia que Mike Scott, ir a la suya.
Pero su música no entiende de épocas, engancharse a él ahora es hacerlo a todo lo que arrastra, no hay trampa ni cartón, es atemporal. Ya no le pierdo de vista.
American Ride no dice nada nuevo, ni falta que hace, rock de guitarras (This is our time, If I ever see the light, God laughs), folk-rock (American Ride), rockabilly urbano (Say hey) y torch song desde el callejón (The Crossing), impregnado del costumbrismo newyorkense que bien podría ser cualquier ciudad cosmopolita, con sus rincones mágicos, sus ogros y milagros, sus almas perdidas buscando salvación, hadas mágicas que por la noche pueden sanarte con un beso. Me provoca los mismos revolotéos en el estómago que el Darkness y The River, y devuelve la capacidad redentora al simple y grandioso acto de sostener una guitarra.
Lo escucho ahora y me sonrío, momentos de felicidad plena con los primeros rayos de sol de la mañana, no hace falta más. Ni tan siquiera me he planteado si es, o no, su mejor disco, no me ha hecho falta, simplemente lo escucho. No hay nada como sentirse como en casa. Una gozada American Ride.
Esta noche cuando cierre los ojos, iré a darle las gracias a Willie Nile, y a tí, gracias por el regalo TwoHeads.
si señor, Chals, las cosas, y en especial los discos se deben de disfrutar sin mayor pretensión que la de disfrutar de sus canciones. Es un pensamiento que tengo desde hace mucho y, en cuanto al disco, estoy deseando oirlo. Gracias a los dos!
ResponderEliminarMagnifico disco parece. Otra vez Nile ha vuelto a dar en el blanco. Ni un disco malo tiene el Sr Nile
ResponderEliminarMenuda pinta tiene, a ver si alguien me lo regala a mí también...Saludos!
ResponderEliminarLa verdad es que no termino de cogerle el punto a Willie Nile, salvo el caso de "Streets Of New York", que me encanta, el resto de sus discos me gustan pero sin llegar a tocarme la fibra, sin llegar a emocionarme... no me dicen mucho, más allá de que el tipo es un roquero honesto y auténtico...
ResponderEliminarIgual tengo ganas de escuchar su nuevo trabajo, siempre estoy abierto a llevarme sorpresas musicales agadables.
Saludos
El tema suena de escándalo, my mestrefriend. He oído alguno más y apunta fuerte a quedarse entre los míos. Abraçada agradecida.
ResponderEliminarY destaco esa frase de "...resultaban canciones directas y de voz dylanosa, con la misma dejadez por la relevancia que Mike Scott..."
EliminarYa lo tengo gracias a un íntimo... y además le tengo ganas, pero la lista de espera es terrible, conociendome le cuelo al amigo Wilie seguro, gran entrada tío.
ResponderEliminarSalud.
Que maravilla, no lo conocia!
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