Con Face To Face me iniciĆ© en la carrera de los Kinks, gracias todo sea dicho a Sus Majestades (...las corruptas no, las otras) que me dejaron la rodaja bajo el infame belĆ©n de plĆ”stico, muy working class por otra parte. Y mira que en su dĆa me pusieron el "Lola" a bocajarro, pero mi alarmante estado de juventud no dejó espacio ni paciencia suficiente para filtrar la maestrĆa mĆ”s allĆ” de aquellos primeros riffs magistrales que Dave Davis creó de manera casual y que cambiaron la concepción que hasta ese momento se tenĆa de la guitarra en el rock, ademĆ”s de influenciar de manera determinante a todos los estilos habidos y por haber, garage, punk, hard rock, power-pop...
HabĆa vida mĆ”s hay del dĆa y de toda la noche, y de manera casi fortuita a partir de "Face To Face", los Kinks reinan entre mis preferidos, a partir de ahĆ gran parte de su discografĆa ha ido pasando por mis orejas haciĆ©ndome sentir de nuevo el gran placer de descubrir mĆŗsica como hacĆa aƱos que no sentĆa. Ahora los tengo en un altar, no puedo vivir sin ellos, hasta tal punto, que si alguien me obligara a elegir entre la banda de rock mĆ”s grande del mundo y ellos, puede que antes me inmolara con mis vinilos atados a la cintura para no tener que contestar. ¿Para que comparar?, no dudo de que los de Liverpool son y serĆ”n, el grupo con la discografĆa mĆ”s intachable de la historia, y los Rolling Stones representan y unifican como nadie la esencia del rock, pero en los Kinks he descubrierto un atractivo que no tienen los Fab Four, ni los Stones, adoro esas melodĆas que a veces rozan una (aparente) ingenuidad casi infantil en contraposición con unas letras que tienen una carga real y vital fuera de lo habitual, una mirada lĆŗcida a la desesperación de la condición humana en pleno siglo XX vista con una ironĆa y un sarcasmo que extraƱamente reconforta, ese "yo contra el mundo" como bandera del sentirse un ser individual. Todo Ć©sto puede pareceros desmesurado, y ademĆ”s puede resultar raro en un tipo con el armario repleto de camisas a cuadros, pero es que les adoro, y encima, para mĆ”s gusto y como si de un cuento de hadas se tratara, hace unas semanas los hermanos Davies anunciaron una reunión, algo impensable la primera vez que pinchĆ© este disco.
Pero vayamos al disco. Face To Face es un disco especial en muchos aspectos, fue la obra que supuso un punto y aparte en su carrera, para que me entendĆ”is en tĆ©rminos beatleleros, lo veo como su "Help!", un grito de socorro artĆstico con el que se zafaban de convertirse en una fĆ”brica de hits para mĆ”s gloria de las teenagers y de las listas de ventas. Esta nueva visión en el transfondo de sus letras y en un sonido menos obvio, mĆ”s detallista y mĆ”s cercano al music hall, dió el primer paso en el single Dedicated Folower Of Fashion y con el siguiente Sunny Afternoon, Ć©ste Ćŗltimo incluido en este LP.
Pero vayamos al disco. Face To Face es un disco especial en muchos aspectos, fue la obra que supuso un punto y aparte en su carrera, para que me entendĆ”is en tĆ©rminos beatleleros, lo veo como su "Help!", un grito de socorro artĆstico con el que se zafaban de convertirse en una fĆ”brica de hits para mĆ”s gloria de las teenagers y de las listas de ventas. Esta nueva visión en el transfondo de sus letras y en un sonido menos obvio, mĆ”s detallista y mĆ”s cercano al music hall, dió el primer paso en el single Dedicated Folower Of Fashion y con el siguiente Sunny Afternoon, Ć©ste Ćŗltimo incluido en este LP.
La sutileza no entiende de primeras escuchas y en mi caso no hubo flechazo instantĆ”neo, el sonido arquetĆpicamente sixties de Party Line, la que abre el disco, me indujo a la comparación cómoda con quienes ya sabĆ©is, pero algo intuĆ en los Kinks, un atractivo nada obvio escondido tras la inmediatez de un riff simple, pero Ćŗnico, y una melodĆa que parece mil veces escuchada, pero no menos adictiva. El disco crece despacito, empuja un pequeƱo tilĆn que queda tras cada escucha, y me sucedió lo que me tenĆa que suceder, me contagiĆ© de la alegrĆ© Dandy, canción que hay quien dice que Ray dedicó a escondidas a su hermano Dave, todo un truhĆ”n, aunque fuera de suposiciones se trataba de la misma sĆ”tira a la Swingin' London ya retratada en su celebrado "Dedicated Follower Of Fashion". Con los Kinks, a partir del click la rendición es absoluta, empezando por la profunda y sentida Too Much On My Mind, una apertura en canal hacia las profundidades abisales del propio Ray Davies y a su vez, uno de los cambios significativos en la nueva dirección de las composiciones. TambiĆ©n me sedujo irremisiblemente la belleza exótica con toques indĆŗs de Fancy, y confieso haber llegado al orgasmo en repetidas ocasiones con la gloriosa Sunny Afternoon a todo volumen, esa cascada pentagrama abajo deberĆa reconocerse como uno de los bastiones del rock propiamente inglĆ©s o de cualquier estilo que pretenda llevar el "Brit" marcado en la matrĆcula, escuchadla y decidme si es un espejismo o si realmente la hermandad de la ceja, Oasis, junto con Blur y toda la corte noventera, tiene media discografĆa sacada de aquĆ. Incluso me parece incontestable esa pequeƱa gran obra maestra escondida en la recta final que es Rainy Day In June, ambiente lluvioso y desazón en el corazón. Eso por no hablar de las maravillas que recupera la versión ampliada, auntĆ©nticas joyas de la Ć©poca como el himno al desencanto de la workin class que es Dead End Street, una canción Ćŗnica en su gĆ©nero en su momento y que podrĆa decirse que el tiempo no ha envejecido, temĆ”tica actual. La reafirmación de I'm Not Like Everybody Else, ya es todo un himno en mi haber, Big Black Smoke es una pequeƱa gran joya escondida en su discografĆa y Mister Pleasant, la hermana pequeƱa de "A Well Respected Man", es simplemente genial, retrato satĆrico del ciudadano medio de a pie.

Se afirma desde los pĆŗlpitos de la verdad musical que este es su primer gran disco, el que habre una Ć©poca gloriosa y el paso definitivo entre facturar singles gloriosos y conseguir obras consistentes y sin fisuras, seguirĆan "Something Else", "The Village Green Preservation Society", "Arthur", "Lola", "Muswell Hillbillies", aunque hoy en dĆa y pasando de pĆŗlpitos adoro toda la discografĆa de los Kinks, desde sus primeros discos de hits gloriosos hasta el Ćŗltimo de los menos reconocidos, discos la mayorĆa que no desataron la locura ni obtuvieron un reconocimiento contundente, pues su Ć©xito masivo continuó cimentĆ”ndose posteriormente y de manera puntual en singles potenciales como "Waterloo Sunset", a mi modo de ver algo incomprendidos en ese aspecto.
Face To Face es el disco que ha marcado, por suerte, mi manera de entender la mĆŗsica de los Kinks. Ahora lo percibo como uno de los discos con mĆ”s aristas y recovecos de su discografĆa, el menos fĆ”cil de sus clĆ”sicos, pero en definitiva una obra maestra de su tiempo. Lo dicho, God Save The Kinks.
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