The Americans by Robert Frank

"Una imagen tan americana, —las caras no manipulan ni critican ni dicen nada excepto “Así es como somos en la vida real y si no te gusta no me importa ‘porque vivo mi vida a mi manera y que Dios nos bendiga a todos, tal vez”... "si se merece"..." Jack Kerouac


Todo el mundo conocerá a Robert Frank, retratista de la América más cruda y reconocido en el mundo del rock, por la famosa portada del Exile on Main Street de los Rolling Stones. También Autor de 'US 285, New Mexico' incluida en su compilación The Americans, fotografía sobre la que se inspira la imagen del Lp Nebraska de Bruce Springsteen. Pocos pueden presumir de tener una introducción firmada por Jack Kerouac 'esa sensación de locura en los Estados Unidos  cuando el sol calienta las calles y la música brota de una máquina de discos o de un funeral cercano'.

Jack Kerouac al habla
Pinchando en las fotos podréis contemplar en detalle estas magníficas fotografías.

Drive in Movie, Detroit
Drugstore, Detroit
Belle Isle
Rodeo, New York City

Indianapolis

Picnic

Ford River Roge Plant, Detroit

Trolley, New Orleans

US 285, New Mexico
Esa loca sensación en América cuando el sol calienta las calles y la música sale de una máquina de discos o de un funeral cercano, eso es lo que Robert Frank a capturado en tremendas fotografías sacadas mientras viajaba por carretera alrededor de casi 48 estados en un viejo coche usado (becado por la Guggenheim) y con la agilidad, el misterio, el genio, la tristeza y el extraño secreto de una sombra ha fotografiado escenas que nunca antes habían sido vistas en película. Por esto sin duda será celebrado como un gran artista en su campo. Después de ver estas imágenes, terminas por no saber si una máquina de discos es más triste que un ataúd. Eso es porque siempre anda sacando fotos de máquinas de discos y ataúdes (y de misterios intermediarios como el sacerdote Negro agachándose bajo el brillante y líquido vientre del mar del Mississippi en Baton Rouge por algún motivo al atardecer o temprano al amanecer con una blanca cruz nevosa y secretos conjuros nunca oídos más allá de la bahía). O la imagen de una silla en un café con el sol filtrándose de la ventana para envolver la silla en un halo sagrado que nunca pensé que podría ser capturado por una película y mucho menos descrito enteramente con palabras en su hermosura visual.

¡El humor, la tristeza, la TOTALIDAD y Americanidad de esas imágenes! Un culo inquieto, alto y delgado de vaquero a la salida del Madison Square Garden ante la temporada de rodeo, triste, larguirucho, increíble - Un tramo largo de carretera nocturna apuntando como una flecha a las inmensidades y a la llana e imposible-de-creer América en Nuevo México bajo la luna del prisionero, —bajo el tantán de la guitarra estrella. —Demacradas viejas rancias damas de Los ángeles inclinadas intentando mirar desde la ventana derecha delantera del coche de Old Paw un domingo embobabas criticando para explicarles América a los niñitos del asiento trasero todo salpicado—el tipo tatuado durmiendo en la hierba de un parque de Cleveland, roncando muerto al mundo en una tarde de domingo con demasiados globos y barquitos—. Hoboken en invierno, una plataforma llena de políticos todos con pinta normal hasta que de repente al otro extremo ves a uno de ellos fruncir los labios en una plegaria política (probablemente bostezando) que ni a un alma le importa—. Un viejo dudoso con un bastón de anciano ante los viejos derruidos escalones hace tiempo—. Un loco descansando bajo el palio de una bandera americana en un viejo coche roto en un patio de la fantástica Venice California, podría sentarme allí y pergeñar 30000 palabras (cuando trabajaba como ferroviario atravesé muchas veces por patios como ése asomándome desde la vieja cafetera humeante) (botellas vacías de Tokay entre la maleza de las palmeras)—Robert recoge a dos autoestopistas y les deja conducir el coche, por la noche, y la gente mira a sus dos caras mirando adustos hacia delante en la noche (“Visionarios ángeles indios que eran visionarios ángeles” dice Allen Ginsberg) y la gente dice “Uy parecen tan malos” pero todo lo que quieren hacer es ir como flechas por la carretera y regresar al saco -Robert está aquí para contarnos eso. —St. Petersburgo Florida los abueletes pensionistas en un banco de la bulliciosa calle principal apoyándose en sus bastones y hablando sobre la seguridad social y una increíble mujer (creo) semínola medio negra tirando de su cigarrillo con sus propios pensamientos, una imagen tan pura como el más hermoso solo de tenor de jazz...

Una imagen tan americana, —las caras no manipulan ni critican ni dicen nada excepto “Así es como somos en la vida real y si no te gusta no me importa ‘porque vivo mi vida a mi manera y que Dios nos bendiga a todos, tal vez”... "si se merece"...  Jack Kerouac

Montaje de Mark  DePalma con la canción Seeds of memory de Terry Reid:

“Existen las montañas, lo sé.
Y los anteojos para la sabiduría,
lo sé. Pero yo no he venido a ver el cielo.
He venido para ver la turbia sangre,
la sangre que lleva las máquinas a las cataratas
y el espíritu a la lengua de la cobra…”
Federico García Lorca, El Poeta en Nueva York

Comentarios

  1. Lo conocía hace tiempo, sobre todo por la curiosidad a partir de esas fotos en el Exile... No me canso de mirarlas, además tienen su propia música, la que le quieras poner. Un artista extrordinario, saludos

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