Òscar Briz - Youth (2013)

"Youth plantéa la juventud desprovista de la nostalgia y donde no cabe el argumento pueril e ingenuo [...] Esta calidad lograda tanto a nivel musical, como lírico, y por supuesto en el proceso de grabación debería consolidar la propuesta más allá de sus 30 años de trayectoria"

Estar cerca de los artistas locales lo veo tan importante como adorar a los clásicos que nos salvaron la vida. Tampoco quiero inducir a la masa a un acto de contricción, no es para nada mi intención, pero si que en cierta manera tengo la necesidad de dar salida a cierta rabia contenida cuando algo tan normal como expresarse en tu lengua vernacular se convierte en ocasiones en un gran handicap para rodar.

Pero no quiero matizar los comos y porques del ámbito socio-cultural, una porque me quemaría por combustión espontánea, y otra porque no sería justo basar esta reseña en ese aspecto extramusical. Si que no quería dejar pasar la oportunidad de dar razón de ser al desconocimiento que seguramente el lector, fuera del ámbito local, pueda tener de un artista de tal trayectoria, algo que podría hacerse extensible a tantos y tan buenos artistas de Valencia. En el caso de Òscar Briz son 30 años en diferentes formaciones con un total de 13 discos editados, se dice pronto y rápido, pero es suficiente como para ir pensando en adherir la etiqueta 'clásico' en su carné.

Haciendo un poco de historia. Con Banderas de Mayo llegó a tener cierta repercusión llegando en su zenit a abrir concierto para los Godfathers, el destino lo llevó a Australia y formó parte de The Whitlams con quienes logró un hito del rock independiente aussie con el disco Eternal Nightcap (pinchad y escuchad), a su vuelta de aquel periplo se traía bajo al brazo un disco integramente en inglés, pero en el último momento decide grabar aquellas canciones en su idioma viendo que así su interpretación ganaba en expresividad, nacen Òscar Briz i Els Cor d'Aram catalogado como uno de los mejores discos valencianos en veinte años, tiempo después lograría un buen disco de power-pop con la formación The Beat Dealers (pinchad, escuchad), aunque por desgracia sin mayor repercusión. A partir de entonces consolida su carrera en solitario con discos aclamados por la crítica pero en segundo plano de la actualidad musical, el mejor recibido L'estiu tuvo mejor suerte y sonó en radio 3, un disco con aromas al mejor soft-rock de los setenta y con James Taylor como santo patrón (canción homenaje jt). Sus dos últimos proyectos paralelos a su carrera en solitario son El Cartero Rockero, grupo con el que de manera sublime repasa la historia del rock con versiones de clásicos, Clash, Sex Pistols, Ramones, Ian Dury, The Jam, The Velvet Underground... y con su mujer como vocalista, que oigan, canta muy bien, rememoran los cócteles sixties con Betty Fish and the Sharks, formación que como dicen ellos tiene un sonido de sixties groove with a twist of bossa, geniales.

El año pasado editó Youth, su séptimo disco en solitario, y no voy a negar que mi entusiasmo a cada nuevo disco de Òscar Briz viene dado por los fuertes lazos que me unen a su música y a su persona, presente a lo largo de los años y desde mi juventud hasta la actualidad, además puedo afirmar sin pisarme los dedos que a estas alturas el cantautor valenciano ha alcanzado un nivel en su composiciones realmente alto, por su técnica y por sus conocimientos e influencias musicales, muy diversas y ricas, con las que ha logrado consolidar un estilo propio donde pueden verse reflejados nombres de peso como Dylan, Lou Reed, Marvin Gaye, Leonard Cohen, y otros más actuales como Radiohead, Ryan Adams, Ray LaMontagne, se entremezclan a la perfección con los aires mediterraneos que le dan su especial denominación de origen y logrando además que el idioma adquiera una plasticidad y una expresividad pocas veces vista en el rock de habla valenciana.

Los caminos del rock'n'roll son inescrutables, y los directos de Òscar Briz son superiores cada año que pasa, ante su presencia encima de las tablas no puede quedarse nadie indiferente, la voz, la guitarra, las canciones, domina el arte del escenario que en definitiva debería ser el objetivo principal y central del rock. Òscar Briz ya es un maestro focalizando y concretando las ideas, dejando ver claramente sus fuentes cuando quiere. No he conocido ningún músico capaz de hacer el Hurricane de Dylan, en el mismo concierto hacer sonar la Venus In Furs de la Velvet, con violín incluido, y No Exit de los Radiohead, empastadas perfectamente en su repertorio y sin errar en el intento, donde puede intuirse el rastro de sus héroes más como una absorción de la influencia que como un "copy and paste", lo que otros les gusta llamar "tener estilo propio".

Durante toda la temporada pasada Youth no ha dejado de estar presente en mi dieta musical, un disco sencillo y directo que contiene los mismos rasgos folkies que el anterior disco, pero esta vez con un toque más británico que americano respecto a L'estiu.

Muchos pagarían por haber hecho una delicia de fingerpicking folk como Quinze, dedicada a su hija, la querencia Dylan se descubre con Cant de Vicent y me recuerda que estaba cuando aún no había escena valenciana y ya destilaba carisma con su estilo roots-rock en el "Hombre Serpiente", todo un referente para el que aquí os escribe. Con la delicada Les Odes hace del poeta Vicent Andrés Estellés su Kerouac particular, o Ginsberg si prefiere, mostrando que como Yeats con Mike Scott, la literatura valenciana tiene una entidad propia fuera de serie. València Tensa es su three chords and the truth, donde parece rearmar un etéreo Dirty Boulevard en crescendo intenso llegando a la tensión sonora de unos Radiohead acústicos, aquí dedicada a la polarizada capital del Turia. Y si hubiera una lista de ventas que escalar, el pop pegadizo de No digues que no pot ser sería perfecto, como Desperta el dolor podría hacer lo propio en un festival veraniego junto al mar ante el gentío guiri. Además, cada vez más queda patente su querencia hacia el soul aquí en Lleugers, más factible en la sinceridad de los directos todo sea dicho. El caminant se convierte en crónica de su experiencia vital y sus aventuras a ritmo de muy buen rock, como es el canto a la incomunicación de nuestra sociedad, pantallas, pads y demás de En el tren. Y por favor!, cualquier amante de la buena música tiene que escuchar El rastre dels meus herois, un relato plagado de algunos de los personajes míticos del rock (Sugarplum Fairy, Kid Charlemagne, Suzzane, Ziggy, Bobby McGee), para mi fue la canción del año pasado.

La temática es importante y que las palabras empasten y suenen bien es genial, pero si además detrás hay un perfecta argumentación sin fisuras ya son palabras mayores, y así como los versos de L'estiu pintaban retratos color sepia con la luz rojiza de la tarde como punto de fuga, aquí es la juventud desprovista de la nostalgia y donde no cabe el argumento pueril e ingenuo el que queda perfectamente perfilado con un rock acústico de querencias americanas con clase british. Si en algún momento tuviera que hablarle a mi hijo en su juventud, posiblemente lo haría desde este punto de vista, de tú a tú, sin despreciar ni ensalzar los excesos inherentes de juventud, comprendiendo los mismos y dejándolos fluir, discurso perfecto, donde como no, se filtra la mirada crítica justa y personal de la actualidad.

Me fascina además, siempre lo hace, el proceso de grabación y más en estos tiempos de rápida grabación y edición, para mí el proceso marca la diferencia, y en este caso Òscar Briz, junto a un equipo sin fisuras, LaCasaCalba Ed. (Francesc Burgos) y Onanua (José Pérez), completan el disco sin emplear ningún programación digital, ni afinación artificial, utilizando los procesos clásicos de grabación, os parecerá una chorrada, pero yo veo primordial este amor por el sonido perfecto y cálido conseguido básicamente con bajo, batería y guitarra acústica, escuchando el excelente resultado hasta es una gran hazaña a tener en cuenta y muy buen ejemplo para la actualidad.

La calidad lograda en Youth tanto a nivel musical, como lírico, y por supuesto en el proceso de grabación, es suficiente para consolidar la propuesta más allá de sus 30 años de trayectoria. Finalmente este año pasado logró su primera portada en la prensa valenciana, algo que si se piensa llega un poco tarde, pero que oigan, es bienvenida, lo merece como el que más. Youth es un disco muy recomendable.

Comentarios

  1. Me gustaría escucharlo con detenimiento, please my mestrefriend. La muestra, tu texto y un artista como Oscar Briz son suficientes causas para calmar el apetito. Abraçada.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario