Rhiannon Giddens - Tomorrow Is My Turn (2015)


Si señores, el disco de Rhiannon Giddens es una auténtica maravilla, su manera de reverenciar a las grandes voces de la música americana es encomiable, eso por no hablar de la determinante producción de T.Bone Burnett, uno de sus mejores trabajos de los últimos años, así a vote pronto y con el calentón lo suelto, este disco es conmovedor y emocionante. 

Aunque no es algo que debiera pillarnos por sorpresa, en cierta manera Rhiannon Giddens ya lo hacía (y lo seguirá haciendo) con sus amigos y compañeros de Carolina Chocalate Drops, quienes representan como pocos las sonoridades propiamente de raíces americanas de tintes folk y country miradas siempre en un sentido histórico y afroamericano, y por supuesto reivindicando un pasado muchas veces maltratado. A mi modo de ver estuvo un tanto desaprovechada en ese irregular experimento que se sacó Burnett de la manga con la coartada de las letras perdidas de Dylan, sobretodo si lo comparamos con la amplitud de registros que aquí se despliegan con gracilidad y mucho oficio, al menos tal colaboración ha dado pie a este debut en solitario que dejando de lado los detalles y arreglos, transcurre por un camino que no difiere mucho en el sentido y profundidad del discurso de los Chocolate, puede que ahora más centrado en el papel de la mujer a través de las canciones de sus heroinas, la actitud de Dolly Parton, la fuerza de Odetta, la intensidad de Nina Simone, y a través de ellas logra aunar magistralmente el country con blues, y espirituales con folk británico.


El camino que nos hace seguir Rhiannon Giddens es de auténtico gozo, una guía que se advierte esencial para entender no sólo la historia de la música americana y sus orígenes, sino también el papel de la mujer siempre en un segundo plano pero tantas veces tan necesaria y pionera. Last Kind Words de Geeshie Wiley tiene ese halo misterioso y lejano de una época perdida en el tiempo plagada de bluesmen desconocidos en el justo momento que empezaron a salir de las iglesias hacia las tabernas. Giddens funde de una canción a otra de blues a country sin pestañear y con Dolly Parton, una de sus heroinas, mujer sagaz que supo manejarse independiente y demostrar actitud ante la vida, Don't Let It Trouble Your Mind puede que represente como pocas todo lo bueno de Parton. La tradicional Waterboy trae la fuerza de Odetta, una versión que no trata de esconder esa influencia, al igual que She's got you de Hank Cochran no puede venirle de otra fuente tratándose de mujeres que de la esencial Patsy Cline, la mujer de las mujeres del country, otra de las mujerangas del mundo musical que llevó las riendas de su carrera en un mundo llevado por hombres.  ¿Quien puede negar que Sister Rossetta Tharpe ya tenía el rock'n'roll corriendo por su sangre? Y Giddens lo sabe y se trae Up Above My Head para que conste tal evidencia. 

La canción Tomorrow Is My Turn de Aznavour da paso al savoir-faire emocional e intenso de Nina Simone, transforma Black Is The Color, balada que popularizó Joan Baez, en un rítmico rhythm and blues muy atractivo que no desentona para nada con el resto. Round about the mountain es un viejo espiritual que Giddens se trae con unos arreglos excepcionales entre acústicos folk y sección de cuerda clásica. Shake Sugaree de Elizabeth Cotten es un caramelo, homenaje a la guitarrista de estilo singular descubierta por la familia Seeger, y por favor, con O Love is Teasin no puedo más que quitarme el sombrero, porque tocar el palo celta a través de Peggy Seeger ya tiene su mérito, y más tal y como Giddens lo materializa. Cierra este sensacional disco Angel City, la única canción de su puño y letra, preciosa balada que deja un dulzor nada empalagoso.

Rhiannon Giddens posee un sinpar de registros, una voz clara y potente capaz de transmitir fuerza cuando quiere, al igual que dulzura, ternura, mucho blues, tiene un poderío interpretativo a tener en cuenta y una capacidad innata para hacer suyas canciones que unas veces se acercan via la artista a reverenciar y otras son arregladas con ingenio a partir de la tradicional. Como conjunto parace que la elección de cada canción haya sido hecha con premeditación buscando un discurso único, y donde es esencial la reafirmación de la mujer más allá incluso de las acepciones musicales que despliega con majestuosa facilidad y con la ayuda de la sobria producción de T.Bone Burnett, uno de los mejores trabajos del productor. Un disco a tener en cuenta que no sé si será una obra maestra, lo que tengo claro es que su escucha es estimulante y resulta muy gratificante. Una delicatessen.


Comentarios

  1. Totalmente de acuerdo, Rihannon va ampliar su mercado gracias a Burnet y a su calidad intrinseca como cantante e instrumentista. De todos modos yo quisiera que siguiese habiendo actividad de Caroline Chocolate Drops.
    El que quiera saber de la etapa previa aqui

    https://musicaquemesorprende.wordpress.com/2014/08/10/carolina-chocolate-drops/

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    1. Esto es solo un alto en el camino, con los Chocolate continua no lo dudes, este debut es más el calentón musical con Burnett después del disco de las canciones de Dylan. Saludos

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  2. Gran debut solo para mi en esa reunion de los New Basements era de lo mejor del grupo. En solitario me recuerda a Gilliam Welch a ver si sigue asi

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    1. Si es verdad que tiene un parecido al feeling de Gillian Welch, y mira que me gusta la Welch, pero creo que salvando las distancias de trayectoria y tal, en este disco Giddens abarca más registros, supera country y folk y los auna con el blues y el gospel, para mi es la verdadera grandeza de este disco. Saludos Bernardo

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    2. Lo oiré, a mi los Chocolate me molan y la voz que tiene es cojonuda, da gusto oirle cosas así! Buenos días!

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    3. Pues Ned, en Chocolate ya es muy buena, los Chocolate son muy buenso, pero lo que hace aquí la Giddens es inmenso por la cantidad de registros que toca, yo creo que aquí hay canciones que te encantaran

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