The Minus 5 - Dungeon Golds (2015)


Scott McCaughey es un culo inquieto, un artista al que se tendría que venerar desde hace mucho tiempo, ha ido dejando un reguero de grandes canciones y colaboraciones de auténtico lujo a lo largo de su carrera, primeramente con The Young Fresh Fellows. Admirados por artistas y críticos, representan como pocos a los grupos que no fueron al compás de las corrientes imperantes pero que han sobrevivido al paso del tiempo siguiendo su propio camino con grandes discos a sus espaldas. También arrimado a proyectos de enjundia rockera, The Venus 3 de Robyn Hitchcock y The Baseball Project, colaborador y guitarra de apoyo de los últimos REM... y además fundador y motor creativo del colectivo The Minus 5, siempre acompañado de su buen amigo Peter Buck, quien encontró una válvula de escape por la que zafarse del megaestrellato y volver a disfrutar de las séis cuerdas. Por este colectivo han pasado miembros de los Posies, de los propios REM, con Wilco compartió un disco, y Colin Meloy tuvo la mejor escuela oigan, y a cada entrega ofrece pildorazos de power-pop, rock y vitaminas a porrillo, tocadas de clasicismo pero con los pies en el suelo, esta vez no iba a ser menos. 

Aunque ojo, este Dungeon Golds es la versión reducida de los cinco discos que McCaughey editó en vinilo para el Record Store Day bajo el nombre de Scott the Hoople in the Dungeon of Horror, sus basement tapes particulares, o si preferís una nueva versión del doble blanco menos obvio y más cercano a los Kinks que a los fab4, y que a estas alturas ya podemos considerar cofre del tesoro inalcanzable y difícil de conseguir (Sólo existen 750 copias). Canciones grabadas en años anteriores en el sótano que el propio McCaughey llama la Mazmorra. Para la ocasión se trae además de su inseparable Peter Buck, a Jeff Tweedy, con quien ya había colaborado, el desaparecido Ian McLagan en una de sus últimas grandes intervencinoes en el planeta tierra, está Linda Pitmon, la mujer de Steve Wynn, presente en otros proyectos similares (Golden Smog pongamos por caso), y algunos decemberistas que se han apuntado al bombardéo, una especie de combo ultra-generacional que ya de entrada y con esas premisas se advierte más que interesante.


Las influencias y guiños a lo largo del disco son más que evidentes, cosa que no resta nada del encanto en su escucha. El título My generation hace bien el juego transformando de manera jocosa la consigna de los Who en un "por favor quiero vivir más" y un ritmo que en su tratamiento me lleva directamente a las disonancias de Giant Sand con cierto toque experimental via el YHF wilquero, el pop maravilloso playero de los beach boys se persona en It's Beautiful Here, con In The Ground consigue que al menos durante unos minutos echemos menos en falta aquellas canciones luminosas de Tom Petty queriendo sonar Byrds, Adios Half Soldier tiene la misma facilidad que tenían los fab4 para hacer que los versos y el estribillo sepan a gloria por igual, y del tirón te teletransportan con Zero Clowns hacia el glam con esos coros tan Bowie, otro zic zac de placer con Chinese Saucer Magnolia que recuerda a los folk-rocks del verano del 67, aquí con Peter Buck sacando chispas a sus séis cuerdas, nos ponen las pilas con pildorazos power-poperos del calibre de The History You Hate y How Down The Fort, melodías portentosas y rascares de guitarra por doquier de nuevo acercándose a los clásicas byrdianas, y los jóvenes revivalistas que ya tienen que correr para llegar a gemas de psicodelia rock como It's Magenta Man!. También fabuloso el acercamiento a sonoridades country rock popero con Sorry Town con un pedal steel de las que hacen escuela. Por favor que preciosidad de canción es Remain In Lifeboat con Ian McLagan haciendo eso que tan bien sabe a las teclas, acompañado del desmelene guitarrero de Peter Buck, momentazo. Cierra el disco The Unforeseen, una delicatessen donde la pedal steel de nuevo nos hace volar.

Dungeon Golds es el complemento vitamínico perfecto para acompañar a mi querido Another Fine Day de los Golden Smog, el feeling es similar, unos cuantos tipejos disfrutando de la música a su aire, con el don de la melodía que más que rememorar los añorados clásicos, nos trasportan a lo largo de la historia del rock pasando por los 60, el verano del amor, los 80 y los 90, repasando pop, folk-rock, psicodelia y power pop con una facilidad pasmosa, todo con el buen hacer que Scott McCaughey siempre ha dado a toda la caterva de proyectos en los que ha metido el pie.

Bendito sótano y lugar de esparcimiento donde los amigos y allegados pueden dar con las melodías de siempre de la mejor manera que pudiera darse en la actualidad, las que nos hacen sonreir y querer que venga la primavera cuanto antes para bajar las ventanas y sacar la cabeza al viento, melodías portentosas y guitarras gloriosas, un disco que se sitúa a la cabeza en lo que llevamos de año y en lo que a artistas foráneos se refiere. Nos os perdáis este disco, os alegrará un poco más la existencia.


Comentarios

  1. Como dices un auténtico culo inquieto, chapotea en todos los charcos que pilla y lo hace con clase y arte, me acercaré a ver que se cuece en la mazmorra aunque creo que no hay demasiado margen de error.
    Un saludo.

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    1. Ningún margen de error, es un disco buenísimo. Será difícil quitarmelo del podio. Saludos

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  2. Qué discazo, hermano, qué discazo. Tenía la reseña en la pole position pero la voy a dejar unos cuantos días para que el mundo deguste la que has hecho, mucho más interesante y personal que algunos copias y pegas que he leído por ahí. Ahora que lo dices es mineralizante como ese de Golden Smog. Abraçada.

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    1. Estoy disfrutando como un enano, desde el Another Fine Day que un disco no me ponía patas del revés a estos niveles de melodía y guitarras. Creo que es su mejor disco entendido como colección de canciones sin fisuras y como The Minus 5. Muy grande. Gracias por esperar, así será la mejor reseña de Dungeon Golds al menos durante unos días, je je je. Saludos

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  3. A este señor lo vi tocar el bajo junto a Robyn Hitchcock en su última gira por aquí. Desconocía esa faceta suya tan multidisciplinar y suena de lujo sí, habrá que desenterrar el tiempo de donde sea, que estas últimas semanas estoy desbordado.

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    1. Todo lo que ha tocado este señor, lo ha hecho congracia y atino, tiene el don de la melodía y nunca se olvida las guitarras en casa, una obra en la que bucear. Saludos

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  4. Le tengo muchas ganas a este disco, hace un par de meses escuché un avance en Radio3 y sonaba de puta madre. Preciosa entrada, por cierto. Saludos.

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    1. No te defraudará Lou, es un grandísimo disco, dale cancha, es enorme. Saludos

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