Pete Townshend & Ronnie Lane - Rough Mix (1977)


Cada cuál tiene sus santos patronos, yo tengo los míos, y vale, no son dioses todopoderosos ni adorados por multitudes, pero les pongo un altar si hace falta ¿os había dicho que adoro a Ronnie Lane?, creo que sí. Es una especie de mezcla entre mitomanía y empatía, y luego viene la música a colorear el paisaje rural que se extiende desde el descampado detrás de mi casa hasta las montañas allá al final, mi altar, al empezar y al acabar el día, al amanecer y al atardecer mientras paseo a mi buen amigo Yes (aunque siempre pensé que es él quien me pasea), una vista que siempre estuvo allí, pero ahora la percibo mística, lo apostillo con un anymore for anymore. 

Como toda fiesta patronal que se precie tiene que tener su celebración en el calendario, y para el caso que me ocupa el 1 de Abril, April Fools' Day, cumpleaños de Ronnie Lane, es idóneo para pasear la imagen de este gitano folkie de la campiña. El año pasado ya dejé constancia de mi devoción completa con Anymore For Anymore, un disco que debes tener ya en tu biblioteca musical. Este año le toca a Rough Mix gracias al hallazgo en formato vinilo que vino a mi desde una gaveta, en edición gatefold del 77 en perfecto estado, no podía ser de otra manera, me estaba esperando. Ungran disco se mire por donde se mire que no lució en su momento tras el estallido punk pero que el tiempo poco a poco ha ido meciendo hasta llegar a su condición de culto, ¿acaso no hay mayor actitud que pasarse por el forro las convenciones mundanales de la vida en sociedad simplemente dándole la espalda? algo que en esencia es más punk que el propio punk.

De Pete Townshend poco puedo decir. Los Who nunca fueron santos de mi devoción, algo que puede quedar mal que se diga desde un espacio musical, aunque My Generation me lo sé de memoria ¿quien (valga la redundancia) no? (Ouuut!!!), eso si, siempre he respetado a los Who como a los grandes compositores del rock que son. En este disco me gusta como suena Townshend, menos pretencioso y creo que le favorece, es más, algunas de las canciones incluidas en este disco podrían haber lucido muy bien bajo el ala de The Who By Numbers, el otro disco que podría gustarme de la banda (junto al Live At Leeds, of course), uno de los más sinceros y sin efectismos sonoros que valgan.

Vamos al trapo que tengo mucho que rascar. En el 76, Ronnie Lane había jugado todas sus cartas entre buenas manos y faroles varios a la vida, la caravana gitana había provocado un agujero considerable en su despreocupada cuenta corriente, unido al hecho de que pese a haber editado un disco notable como One For The Road,  Lane ya no era un artista que captara interés, si es que alguna vez lo había captado en aquella década prodigiosa, por el camino se quedó también un proyecto conjunto con Clapton, ni la banda sonora junto a Ron Wood le salvó del ostracismo de mediados de los 70. Los días de vino, rosas y avances cuantiosos se terminaron. Así que Plonk buscó abrigo en su buen amigo Pete Townshend, le pidió que estampara su rúbrica como productor de su próximo disco con la única intención de captar el interés de algún mecenas discográfico. Su compañero de correrías místicas y de borracheras se percató del difícil momento de su colega y de la gran bancarrota que pesaba a sus espaldas, así que decidió posponer su proyecto en solitario y echarle una mano, años antes hizo lo propio con Clapton.

A medida que avanzaron las sesiones el disco se convirtió en un album de encuentro entre amigos, otro Who se apuntó a la movida, John Entwistle, el mano-lenta Eric Clapton que siempre apreció a ambos, también, el rolling stone Charlie Watts y el eterno secundario de lujo Ian Stewart. Otros que aparecieron para la ocasión fueron los escoceses Gallagher and Lyle, parte esencial de la primera formación de Slim Chance que en su momento salieron por patas con el desaguisado circense, volvían puede que agradecidos por haberles hecho más conocidos (trabajaron con McCartney, Clapton...). Un grupo de super estrellas al servicio de la pareja y que bajo mi punto de vista dió un sonido menos pretencioso a las canciones de Townshend y a las de Lane el mejor acabado de cuantas había grabado en su carrera en solitario, tuvo también mucho que ver Glynn Johns que ya había trabajado con Lane en su primer sencillo How Come, sólo que entonces no conectó con su esencia work in progress y rural, aquí encontró el punto justo entre ambos. Todos con el acuerdo y consentimiento de toda una serie de sellos bajo el que se hospedaban los colaboradores, una de esas alineaciones astrales que no suceden demasiadas veces en la vida, y así el bueno de Townshend consiguió que todos los participantes pusieran su granito de arena.


Rough Mix es una mezcla irregular y desigual con canciones que podrían haber entrado en el repertorio de los Who sin ningún problema, o en alguno de esos discos banda sonora, otras suponían un gran regreso de Ronnie Lane a un gran estado de forma y recordando a su grandioso debut, a la postre sería su mejor testamento pués en las sesiones de grabación se le detectó la fatal enfermedad, el MS, que mermaría su estado físico en poco tiempo.

Abre My baby gives it away un rocanrol de muchos kilates muy Townshend, responde Lane con Nowhere to run uno de sus folk-rock de bella factura que perfectamente podría haber entrado en Anymore for Anymore, tiene el mismo feeling. Rough mix es una instrumental muy Traffic con Clapton desplegando todo su potencial, fantástico el órgano desbocado del poco recordado John Douglas "Rabbit" Bundrick (Free, Eric Burdon, The Who), le sigue otra de esas canciones que no se sabe de donde se sacaba Lane, tienen un aire a oldie y viejuna, a calor del hogar y leña quemando, Annie es sensacional aunque proceda del puente de la canción Give me a penny de su segundo disco, que más da si te hace sentir bien y además lleva una alineación Slim Chance de auténtico lujo, Gallagher, Lyle, Hart y Clapton. Vuelve Townshend por sus fueros con Keep me turning, y Daltrey que se revolvería en su cama con sábanas de raso pensando como quedaría en el repertorio de los Who. Cierra la cara A con Catmelody que tiene el beat rural del rock'n'roll Never can tell de Chuck Berry, esta vez firmada con la Lambert y acompañado por Clapton desplegando los consiguientes riffs catedráticos de la vieja escuela de Memphis.

La cara B abre con Misunderstood, delicia pop-folkie a cargo de Townshend, muy Mungo Jerry y con una parte de harmónica para recordar. Llegamos a uno de los highlights de este disco, April Fool vale su peso en oro, tiene la magia de Debris y Ooh La La, aquí el acompañamiento de Clapton en la dobro es crucial para convertirla en una joya, ese puntito que faltó y se echa de menos en otras grandes canciones de la carrera en solitario de Lane, me encanta ese aire de música americana tocada desde la campiña inglesa. Hasta Street in the City me noquéa con sus aires banda sonora, pequeña epopeya urbana con arreglos de cuerda preciosistas y perfectos, una de esas canciones que tanto le gustaban hacer a Townshend para sus discos místicos. Heart To Hang Onto es otra maravilla, de las pocas colaboraciones reales, entremezcla la esencia musical de ambos, la folkie sencilla y la rock aparatosa in crescendo, una genialidad, de nuevo Rabbit en el Rodhes, gran músico. Cierra la versión de 'Til the Rivers All Run Dry cantando todos juntos cuál liturgia este hit del country que un año antes llevó Don Williams al nº1, ¿mejor que la original? pués sí. 

Un disco con muchos matices, más que de colaboración, compartido, y que encuentra su único nexo en el transfondo del mismo, ambos artistas compartían una filosofía de vida similar con un fuerte punto de encuentro en las enseñanzas del gurú espiritual Meher Baba (sí, el Baba O'Riley), una extravagancia como otra cualquiera podrán pensar ustedes, pero que en definitiva su valor tiene en comparación al hedonismo nihilista imperante. Cada canción es una declaración de intenciones clara y concisa, Townshend deja sus paranoias existenciales de lado y canta iluminado, trascendental pero no tan oscuro como en su anterior disco de los Who, juntos transpiran esa gracia de la que todo lo impregnaba Lane donde valores como la amistad, el romanticismo por el romanticismo, el valor del calor del hogar más allá de cuatro paredes, la familia, y a certeza de que en esta vida para no ser un desgraciado sólo tienes que hacer las cosas de corazón, tan fácil y tan difícil a veces. 

El mejor adjetivo para este disco es "exquisito", dobros, ukeles, banjos, acústicas, harmónicas, acordeones, eléctricas, rhodes, orquestaciones, folk y rock'n'roll. Todo en una mezcla irregular pero imprescindible, vital para el que aquí suscribe. Un señor disco. Feliz April Fools' Day, felicidades Ronnie Lane.

Comentarios

  1. Yo amo a Lane y.... a los Who... y lo sabes...... Pete comentaba que se arrepentía de dos cosas en este disco: primero de no saber componer a cuatro manos, no puede/no sabe, las cacniones de Pete son de Pete y las de Ronnie de Ronnie, no hay mezclanza, no se alinean los astros para darnos un nuevo paraíso. Segundo que después del disco su amistad se vio resquebrajada por ser él un auténtico gilipollas, fue un arrogante, un creído y un estúpido durante la promo del disco y eso a Ronnie le desmontó..

    El disco no es una POM pero es de tenencia y escucha obligatoria. Misundestood y Streets in the city me chiflan.

    Gran post... y coño, dale oportunidades a The Who..... son uno de los grandes

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Lo había leido por parte de Lane en alguna entrevista aunque no tan explícitamente como tu cuentas, no quería quitarle romanticismo, y después de todo Townshend no es un mal tipo, por lo que sé después de esta ayuda de Townshend, Lane quedó igual de hundido que antes, sólo que con el añadido del MS, a partir de este disco y en adelante Plonk se bebió todo lo que se encontró a su paso, me lo reservo para la otra vez que hable de Ronnie Lane.
      Por supuesto, este disco no es para pasar al saco de las poms del rock, no descubre nada, pero es una grandísimo disco para quienes les adoren, tiene alguna de las mejores canciones de Lane. Oh! y ese Street in the city es la leche orquestada.
      Con los Who me pasa que nunca les doy por vencido, cada cierto tiempo lo vuelvo a intentar, es algo que no hago con nadie más, de momento estoy en punto muerto, My Generation, By Numbers, Live At Leeds, y el de la BBC, Who's next lo he intentado lo indecible, y la BSO de Quadrophenia la tengo incluso en el doble vinilo original, pero siempre termino escuchando la cara por donde anda James Brown y su primer grupo The High Numbers, no los doy por perdidos no. gracias por tu aporte my king. Saludos y un abrazo.

      Eliminar
  2. Me gusta Lane pero voy y vengo a su música, no me quedo mucho tiempo, no me preguntes porqué, pero discos coo este son la pera. A los Who los adoro...todos sus discos.
    En fin me llevaré este de Lane de vacaciones.
    Abrazo fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si lo sé Addi, lo mío con Lane es más una visión idílica del todo, y donde la música es parte importante, yo he de decir que no me gusta todo lo que ha hecho Lane, ha metido la pata alguna vez, desde luego que este disco está entre mis preferidos de pe a pa. Los Who, ahí ando. Pasa unas buenas vacaciones, cuando estés tumbado y relajado prueba la cara B del tirón, subirás en globo. Saludos y un abrazo

      Eliminar
  3. Es un lp bastante olvidado por lo que aplaudo que lo hayas rescatado. yo tampoco soy muy devoto de Townshed mas bien me aburre bastante en soliotario y con los Who depende de que disco.En este trabajo se muestra comedido y aún cuando el origén del mismo es una diversión al final se consigue transmitir magia en muchos momentos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Yo soy de los tuyos, a los Who no los tengo en muy alta estima, eso sí, les respeto a tutiplen. Este disco es una maravilla olvidada de los 70, a mi me chifla. Saludos bernardo, un abrazo

      Eliminar
  4. Entro en el debate Who: me parecen la leche, un grupo que reventó las posibilidades dentro del pop. Mi unión definitiva con el grupo fue en un concierto homenaje, donde cinco bandas rendían tributo...esos temas eran energía pura, la fuerza del soul y el rock estallaban con esas melodías complejas creadas en una cabeza única, la de Townshend. Este disco tiene momento muy buenos, magistrales y otros que son muy estimables. O sea un imprescindible. Como siempre, encantado de pasar por tu casa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Desde luego Antonio es algo que define su carrera, en directo era una banda que destilaba una energía apabullante, cosa que no siempre llevó al estudio con acierto, bajo mi humilde opinión, las sesiones en la BBC son la releche como el Live At Leeds, eso nunca lo negaré. Townshend es uno de los grandes compositores del rock, también estoy de acuerdo. Y este un disco especial. Saludos Antonio.

      Eliminar
  5. Suerte la tuya en pillar el disco en vinilo y en tan buen estado. Yo este artefacto lo tengo todavía en el debe y espero, más pronto que tarde, hacerme con él. Si, Tonwshend al rescate, igual que hizo como bien dices con el Clapton after Derek & The Dominoes, demostrando que era un buen amigo y que, además, gozaba un montón con este tipo de colaboraciones.
    Y qué decir de la época campestre de Ronnie. Creo recordar tu entrada cuando se reeditó el "Ooh La La an Island Harvest" y allí se le hacía un gran y merecido homenaje.
    Y como veo que, entre líneas, se ha planteado un mini debate respecto a The Who, decir simplemente que el "Quadrophenia" arderá junto a mí en la pira funeraria.
    Abrazos,
    JdG

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Bueno, Townshend estará presente en nuestras piras funerarias respectivas, en mi caso con este disco. Los Who dan para un buen debate si, aunque me consta que sería un debate perdido por mi parte, pues es más difícil sacar a la luz a quienes no les gustan los who, no queda bien admitirlo. Como digo siempre no les doy por perdidos, cada tanto lo intento. Saludos Javier

      Eliminar

Publicar un comentario