LeE HARVeY OsMOND - Beautiful Scars (2015)


Tras el nombre de Lee Harvey Osmond se encuentra Tom Wilson, veterano artista canadiense que lideró al grupo Junkhouse y forma parte de los fantásticos Blackie and The Rodeo Kings, lleva pues unos cuantos discos a la espalda, y fue precisamente gracias a estos últimos que le presté la atención debida al debut que se marcó hace ahora séis años bajo este alter ego, el fantástico "A Quiet Devil", canela en rama. Además en aquel disco se hizo acompañar por miembros de los Cowboy Junkies, más alicientes pues.

Beatiful Scars ha ido escalando posiciones a lo largo del año, o mejor dicho desde que apareciera hace más de séis meses, de momento mi favorito o quizás empatado con su debut. Y yo sé que las comparaciones son odiosas, pero en este caso son inevitables puesto que este disco logra la excelencia en las mismas coordenadas donde Mark Lanegan no me llega, el paralelismo por la voz grave y su manera de encarar cada interpretación es evidente, aunque digamos que Wilson gana sobradamente con canciones que superan la condición más ambiental del americano, aportando una profundidad musical más orgánica y rica en registros, y con una sideband de auténtico lujo formado por miembros de su antigua banda Junkhouse, de los propios Rodeo Kings, de los Cowboy Junkies y de los Skydiggers... 

En cuanto a la música Tom Wilson toca muchos palos, blues, country, folk, rock, r'n'b, clara amalgama de influencia americana sin restricciones pero nunca acercándose de una manera totalmente ortodoxa. Empezar el disco con "Loser Without Your Love" es una verdadera declaración de intenciones, de entrada introduce algunos de los detalles que acompañarán el minutaje en algunos de los momentos destacados, la flauta, guitarra bluesy y vaporosa, teclados smooth jazz y un ambiente noir muy atractivo que esconde la base r'n'b sita en New Orleans que luce moderna, etérea y sugerente. Una de las canciones del año es la fantástica "Blue Moon Drive" equilibrio perfecto entre el Tom Waits baladista con vientos jazz y ritmo latino, evocadora como la mítica "Kiko and the lavender moon" de los Lobos. Y en "Shake The Hands" los sonidos pantanosos de Tony Joe White son reinventados con elegancia e ingenio, una apuesta por los arreglos experimentales, Wilson arriesga sin miedo.

La psicodelia de vaporosas guitarras introduce "On the Gods" de ambiente denso y espíritu funky, pero no todo es ácido, la balada acústica "Come and Go" logra salir a flote pese a su sencillez con una interpretación magistral y sentida.  La slide en la sugerente y también acústica "Hey hey hey" es de auténtico gozo, tanto como la harmonía vocal de Andrea Ramolo excelente en sus intervenciones (ojo, apunten el nombre, me he vuelto a enamorar: https://goo.gl/A1vZL2), de nuevo la slide en "How Does it Feel" una balada oscura que me atrapa como pocas. "Planet Love" es misteriosa e inquietante, guiada por un teclado entre efectos sonoros diversos. Se permite aplicar ritmos ácidos de club nocturno que le hacen valer la etiqueta de acid-folk en la experimental "Back Spruce" banda sonora perfecta para una noche de farra justo en las horas que separan la noche del día, flauta años setenta, guitarra entre blues-jazz, humo y mucho alcohol. Vuelve por los fueros acústicos sellando este tracklist con "Bottom of our Love" donde se mueve como pez en el agua por el territorio country-folk del que Johnny Cash fue el número uno en los 90.

Si el propósito es envolver al oyente en estos ambientes entre amables, oscuros, experimentales y por momentos inquietantes, lo consigue al ciento por cien, a remarcar la producción del cowboy-junkie Michael Cummings que tiene su peso, pues moviéndose entre varios registros estilísticos el resultado logra una unidad más que certera. Pero sobretodo lo que hace que Beautiful Scars esté en lo alto de mis preferencias de este año aún en curso es que me resulta un disco muy muy adictivo.


Comentarios

  1. anotado queda y oporque he cerrado cupo de l año que si no es posible que estaria en lugar preferente

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    1. Si, la oferta de calidad subterránea es tan grande que hay veces que cerrar los ojos relaja, aún así, pasado el boom de las listas navideñas échale una oreja, no te arrepentirás. Saludos Bernardo y gracias por pasar.

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