Iggy Pop - Post Pop Depression (Loma Vista, 2016). El adiós de la Iguana.


Sólo nos queda Iggy Pop de la mítica fotografía que Mick Rock hizo en 1972 en un club de Londres, la santísima trinidad de la música transgresora de ese momento en la cresta de la ola, invencibles y arrogantes, dispuestos a comerse el mundo. Yo no quería caer en la nostalgia barata al hablar de Iggy Pop pero sin más me ha sobrevenido al escuchar este Post Pop Depresión, pues de su última producción es el disco que mejor muestra quién ha sido y quién es La Iguana de Detroit, y además porque los reflejos de Bowie son evidentes, todo sea dicho, en el año que se ha ido a su planeta de origen. Esta vez Iggy Pop viene acompañado de Josh Homme (Queen Of Stone Age, Eagles Of The Death Metal) que se encarga de la guitarra y de todo el proceso de producción, la banda la completan Dean Fertita también de los QOSA al bajo, y Matt Helders de los Arctic Monkeys a la batería.

Los mismos protagonistas no dejan margen a la hipótesis en sus declaraciones, efectivamente se trata de un disco que tiene la intención de evocar la etapa mítica en Berlín junto al Duque Blanco, puede que la relación que mayor partido artístico sacó al de Detroit en solitario a través de dos discos como The Idiot y Lust For Life. De aquella historia no os puedo contar nada que no sepáis. Y aunque primeramente eso que digo pudiera servir en bandeja de plata argumentos en contra con adjetivos como "refrito" o "nostálgico", no es tal. Primero porque Iggy Pop está increíble en todo el disco, su rigor sigue intacto y bastante más convincente que en Ready To Die con los Stooges, disco que por cierto me gustó, y segundo porque aquí Josh Homme además de las tareas en la guitarra, asume los mandos y unas armonías vocales que sin despuntar aportan detalles que recuerdan Bowie, la verdad es que tiene muy buen gusto. A destacar los arreglos de teclado y la sección rítmica formada por el sr.Fertita con su bajo grueso en primer plano, tanto como la excelsa gama rítmica de Helders, ambos dan un empuje a todo lo que suena en esta rodaja haciéndolo sonar incluso más poderoso.

La inicial Break Into Your Heart tiene el arquetípico fraseo vocal marca J.Osterberg, canción que en otras manos podría tildarse de ramplona, ​​pero no es el caso, de haber sido firmada hace tres décadas pasaría de clásica de su repertorio. Gardenia es excelente, me encanta y no me canso de escucharla, gran canción que tiene un groove contagioso, posiblemente una de las mejores canciones de lo que va de año y eso que señala hacia los clásicos de los 70, este riff de guitarra que apostilla cada verso sabemos que lo han robado furtivamente a Bowie, pero el placer a la escucha da como para perdonar sin más. In The Lobby es más moderna que los modernos que nos iban a salvar el rock'n'roll, con excelente motivo principal y el bajo distorsionado que como en todo el disco está presente en primer plano y aporta un plus de calidad.

En American Valhalla de nuevo el bajo de Fertita y los teclados a cargo de Homme dan un carácter único, y consiguen un halo intranquilo y a la vez atractivo. Sunday es otra de las highlights de este nuevo repertorio, una canción compleja y brillante con elementos dispares como los coros pastel y la percusión que la hacen extraña y única pero a la vez trepidante y original, tal vez la más berlinesa de todas. Iggy saca la bestia que lleva dentro en Vulture, una canción de tintes apocalípticos que aprovecha para desgañitarse como hacía tiempo que no hacía. En German Days de nuevo rememora la etapa de Berlín aunque destila un sonido más cercano a QOSA, la canción que mejor define musicalmente la relación artística entre los dos socios, aquí Homme consigue modelar el pasado de Iggy Pop en un rock estilizado y muy actual. Chocolate Drops es un medio tiempo que seduce como pocos y cierra el disco Paraguay, para mí una de las genialidades de este disco y la más extensa, con intro a capella y ambiente relajado que va cogiendo fuerza hasta acabar como si hubieran resucitado los Stooges, recitado del sr.Pop llena de exabruptos incluida.

Con Post Pop Depresión, la Iguana de Detroit entrega un disco artísticamente menos arriesgado que Préliminaires, uno de sus trabajos más incomprendidos, nada que ver con su faceta chanteur, y muy superior al disco Ready To Die firmado junto a los Stooges. A nadie negaré que bebe de las aguas berlinesas descaradamente, lo que lleva con respeto y con muchas tablas, no pierde su halo mítico y el carisma que siempre le han caracterizado y que marca la diferencia. Esta vez con la suerte de tener a su lado a un socio como Josh Homme que con sus tareas en la producción ha dado una personalidad propia al disco aprovechando su experiencia musical pero respetando la marca de agua de su protagonista. Recobra el pulso y la tensión de épocas pretéritas pero lo hace con los pies en la tierra que pisa, sin nostalgias facilonas, en un tono oscuro y desencatado, y obviando totalmente la autocomplacencia en su discurso, y puestos a situarlo, si no es su mejor disco en un par de décadas, si el que más me ha hecho vibrar desde American Caesar.

Si es cierto lo que afirma será su último disco, un canto del cisne bien hilvanado que proporciona las dosis de gozo musical que podríamos esperar de él. Un gran disco.


Comentarios

  1. Touché!, ya lo tenía en cierto rincón mental preparado para la opción de compra. Esta entrada me ha convencido de la conveniencia de su adquisición. Cuando la Iguana se pone a tiro de verdad, como parece indicar el contenido del texto, no se puede dejarla escapar.
    Abrazos,
    JdG

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