A The Wave Pictures les conocí por Play Some Pool, un disco de versiones de Bruce Springsteen que me dejó cartón-piedra, la parquedad de la grabación y su voz característica no me impidieron ver que una de las grandes facultades del bueno de David Tattersall es saber encontrar la médula ósea de la canción, aunque aquel disco más que acercar a los fans de Bruce a su obra, es fácil que recorriera el sentido contrario, la mía creo que fue la excepción. De ahí a su Instant Coffee Baby del año anterior y a situar entre los mejores de aquel 2008, a las revistas del momento me remito. Fue un disco que en su momento disfruté mucho, una canción como Leave The Scene Behind es un pepinazo infranqueable, clásico de su repertorio.
Pero no les seguí, eso sin mencionar que es difícil seguirles con la cantidad de discos que editan. Hasta que my mestre-friend Johnny JJ que nunca se ha cansado de reivindicarles me volvió a poner en la pista, le hice caso con su reseña del Great Big Flamingo Burning Moon, su anterior disco, y disfruté, recuperé el gusto por escucharles, un señor disco. Ahora no dudo en reconocerle a David Tattersall su genialidad, quizás uno de los songwritters más originales y avispados del momento. Arrastra varios tópicos como que son los nuevos Violent Femmes, cosa que después de tres lustros ya sobra mentar, también que su voz a más de uno le para, pero si se atiende bien y surge la chispa se abre ante el oyente un universo paralelo donde la canción como unidad mínima musical se sitúa en el centro sin fuegos artificiales, ni efectos innecesarios, y digo más, se le suele etiquetar de artista lo-fi, adjetivo que no es que no sea cierto, es que simplemente no le hace justicia pues a poco que escuches con atención la amalgama de registros se suceden con gracia y atino, otra cosa es que su rodillo de frescura y parquedad haga parecer lo contrario en la superficie.
Editan ahora A Season In Hull, y la verdad es que conecta directamente con aquel disco que me los descubrió, su inmediatez y el hecho de que ha sido grabado en directo con tan sólo un micrófono lo convierten en un disco destinado a que me guste mucho, a la manera de los viejos grupos de bluegrass y folk, directo y lúcido. Otra particularidad del presente disco según cuenta el propio Tattersall, es que escribió las canciones lo más rápido que pudo para luego invitar a un grupo de amigos para hacer la grabación juntos en su cumpleaños. Atrevido y con un resultado muy satisfactorio. Una colección de canciones que transcurre a bajas revoluciones, no hay aquí pepinazos o enormes hits para radiar, y predominan los medios tiempos y baladas, un disco que contrasta con el inmediatamente anterior, pero que resulta igualmente atractivo y disfrutable.
Y a mi entender es, en esta sencillez apabullante, donde sus facultades llegan al mismo epicentro emocional de la tonada, donde su interpretación se persona de manera más intensa y visceral. Aunque ojo, que la simplicidad sea bandera en esta producción no debería esconder que David Tattertall por momentos saca oro de su guitarra acústica marcándose unas líneas a las séis cuerdas de auténtico lujo, escuchad sino la que da título al disco A Season In Hull, ciertamente oscura y a modo de loop analógico que sabe a clásico folk. El disco se desarrolla en un tono donde el amor y el desamor son protagonistas, en The Coaster in Santa Cruz su guitarra destila años 20, una delicia, canción de antiguos recuerdos a punta de tristeza y con una harmónica que llora acordes folk, una de mis favoritas. Y me asombra como puede sacar el groove que saca en Slick Black River From The Rain teniendo en cuenta los medios a su disposición, simplemente genial. Continua un tono oscuro de desilusión y desencanto pero que me sabe a gloria en sus manos e interpretación. Que decir de la maravilla titulada Thin Lizzy Live and Dangerous. Las referencia musical vuelve a aparecer como parte latente del amor finiquitado en Memphis Slim in Paris. Curioso el recitado de Flow My Tears, The Musician Said a tres voces. A Letter From Hull es una de esas perlas de folk-pop acústico de estribillo irresistible. Cierra el disco David In A Field Of Pumpkins acompañado de acústica y harmónica, con un tono menos oscuro y más positivo donde queda latente que después de todo el buen humor y esa visión del mundo tan particular en The Wave Pictures no han sido dañados en absoluto por este disco un tanto más sombrío.
Sería difícil para mi situar este disco en su ya extensa discografía, además no sé si en el caso de los Wave Pictures es realmente necesario, pues para mi sus discos, salvando las pequeñas particularidades de cada producción, forman parte de un todo con una misma entidad donde queda latente una actitud admirable ante la vida y ante la música, es más, si te gusta uno de sus discos y logras entrar en su mundo, entrarás en todos. Y este A Season In Hull no iba a ser menos. Habrá quien diga que es un disco menor por la concepción y simplicidad del mismo, cosa que no quita que sea uno de mis favoritos del año en curso.
Pero no les seguí, eso sin mencionar que es difícil seguirles con la cantidad de discos que editan. Hasta que my mestre-friend Johnny JJ que nunca se ha cansado de reivindicarles me volvió a poner en la pista, le hice caso con su reseña del Great Big Flamingo Burning Moon, su anterior disco, y disfruté, recuperé el gusto por escucharles, un señor disco. Ahora no dudo en reconocerle a David Tattersall su genialidad, quizás uno de los songwritters más originales y avispados del momento. Arrastra varios tópicos como que son los nuevos Violent Femmes, cosa que después de tres lustros ya sobra mentar, también que su voz a más de uno le para, pero si se atiende bien y surge la chispa se abre ante el oyente un universo paralelo donde la canción como unidad mínima musical se sitúa en el centro sin fuegos artificiales, ni efectos innecesarios, y digo más, se le suele etiquetar de artista lo-fi, adjetivo que no es que no sea cierto, es que simplemente no le hace justicia pues a poco que escuches con atención la amalgama de registros se suceden con gracia y atino, otra cosa es que su rodillo de frescura y parquedad haga parecer lo contrario en la superficie.
Editan ahora A Season In Hull, y la verdad es que conecta directamente con aquel disco que me los descubrió, su inmediatez y el hecho de que ha sido grabado en directo con tan sólo un micrófono lo convierten en un disco destinado a que me guste mucho, a la manera de los viejos grupos de bluegrass y folk, directo y lúcido. Otra particularidad del presente disco según cuenta el propio Tattersall, es que escribió las canciones lo más rápido que pudo para luego invitar a un grupo de amigos para hacer la grabación juntos en su cumpleaños. Atrevido y con un resultado muy satisfactorio. Una colección de canciones que transcurre a bajas revoluciones, no hay aquí pepinazos o enormes hits para radiar, y predominan los medios tiempos y baladas, un disco que contrasta con el inmediatamente anterior, pero que resulta igualmente atractivo y disfrutable.
Y a mi entender es, en esta sencillez apabullante, donde sus facultades llegan al mismo epicentro emocional de la tonada, donde su interpretación se persona de manera más intensa y visceral. Aunque ojo, que la simplicidad sea bandera en esta producción no debería esconder que David Tattertall por momentos saca oro de su guitarra acústica marcándose unas líneas a las séis cuerdas de auténtico lujo, escuchad sino la que da título al disco A Season In Hull, ciertamente oscura y a modo de loop analógico que sabe a clásico folk. El disco se desarrolla en un tono donde el amor y el desamor son protagonistas, en The Coaster in Santa Cruz su guitarra destila años 20, una delicia, canción de antiguos recuerdos a punta de tristeza y con una harmónica que llora acordes folk, una de mis favoritas. Y me asombra como puede sacar el groove que saca en Slick Black River From The Rain teniendo en cuenta los medios a su disposición, simplemente genial. Continua un tono oscuro de desilusión y desencanto pero que me sabe a gloria en sus manos e interpretación. Que decir de la maravilla titulada Thin Lizzy Live and Dangerous. Las referencia musical vuelve a aparecer como parte latente del amor finiquitado en Memphis Slim in Paris. Curioso el recitado de Flow My Tears, The Musician Said a tres voces. A Letter From Hull es una de esas perlas de folk-pop acústico de estribillo irresistible. Cierra el disco David In A Field Of Pumpkins acompañado de acústica y harmónica, con un tono menos oscuro y más positivo donde queda latente que después de todo el buen humor y esa visión del mundo tan particular en The Wave Pictures no han sido dañados en absoluto por este disco un tanto más sombrío.
Sería difícil para mi situar este disco en su ya extensa discografía, además no sé si en el caso de los Wave Pictures es realmente necesario, pues para mi sus discos, salvando las pequeñas particularidades de cada producción, forman parte de un todo con una misma entidad donde queda latente una actitud admirable ante la vida y ante la música, es más, si te gusta uno de sus discos y logras entrar en su mundo, entrarás en todos. Y este A Season In Hull no iba a ser menos. Habrá quien diga que es un disco menor por la concepción y simplicidad del mismo, cosa que no quita que sea uno de mis favoritos del año en curso.
- Viernes 18 de marzo de 2016: Madrid, Siroco
- Sábado 19 de marzo de 2016: Barcelona, Antiga Fàbrica Estrella Damm
Grandes.
ResponderEliminarYo también les conocí por mediación de Johnny el año pasado y lo cierto es que rebuscando en sus anteriores discos he encontrado alguna joya más, en especial aquel que grabaron con Stanley Brinks.
ResponderEliminarÉste no se que idea me había hecho de que solo se publicaba en vinilo, no lo he escuchado pero me lo busco, pues veo que sigue la fiesta.
Gran reseña. Abrazo.
¿Y por qué no va a ser deliciosa la sencillez?
ResponderEliminarMe gusta el tema que enlazas. Me lo llevo.
Y también me encantó como le tributaron al Boss. (Es una alegría recibir un regalo. Me apunto a todos los que te parezcan).
Gracias.
La verdad es que es un grupo que me gusta bastante y llevo ya bastantes años recomendándolo, además de tener buena relación con ellos. Sinceramente este disco no me ha llamado tanto la atención como los anteriores, creo que es más profundo y a mí lo que más me atrae de WP es ese toque fresco y urgente de sus anteriores trabajos. Aún así creo que es un buen disco. Gracias por la mención. Abraçada.
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