Existe un principio básico al que me aferro diariamente, y es el hecho de que "la música nos salva", es refugio y pilar fundamental, bajo ese principio muchas veces poco me importa el palo que se toque si cumple esa premisa. Con Copernicus Dreams me sucede que conecté desde la primera escucha y desde su primer disco. Con esta luna de miel ese principio básico también corre por su ADN y también conecté desde la primera escucha cuando Chus me pasó el máster hace unos meses, fue en un momento difícil en el que estuve confinado en el hospital con mi madre y estas canciones fueron muleta y aire fresco, aunque entonces sólo fui capaz de armar un párrafo, un breve testimonio que mi buen amigo tuvo a bien incluir en la promo. Pero le debía a su música esta reseña que ha ido creciendo a medida que el dolor ha ido disminuyendo, pués a pesar de tener estas canciones situadas en un lugar de la memoria doloroso, han sido también capaces de superar conmigo uno de los momentos más tristes de mi vida. Mi puerta de entrada a esta luna de miel fue Cheers To Those Days que acompañó entre otras la lectura de la biografía de mi querido Bruce. Es esta una de las canciones que desde ya pertenece a mis favoritas vitales '... and after a good life I want to say thank you...". Y aunque no he tenido más opción que hacerlo para poder llegar hasta aquí, no sería justo recurrir sólo a mi conexión emocional con la música del grupo de Castro Urdiales pués las canciones contenidas en este The Honeymoon valen su peso en oro.
Conocer a Chus y al grupo en el Vals de Frías hace casi un año confirmó mis sospechas al respecto, su música es igual de luminosa que ellos, y su nuevo disco lo reafirma como uno de sus ingredientes fundamentales, canciones que incitan a sentirte bien, irradian optimismo, porque además su música de tonos anaranjados de costa californiana y palo americano casa muy bien con mi costa levantina y sus cielos y atardeceres, y es que los veo de concierto por Valencia, ojalá alguna sala/promotora tenga la visión de traerles. Una música que continúa la tónica habitual, sin dejar esa constante de bandear las tormentas, sin olvidarlas pero con una sonrisa en la cara, como decía Whitman mirando siempre hacia el sol para que las sombras caigan detrás.
La novedad en este nuevo disco se da con unos desarrollos instrumentales trabajados y una producción cuidada al detalle, guitarras slide vaporosas y guitarras orgánicas se dan la mano, arreglos de hammond, armónica y mandolina. No falta la presencia de Luis, uno de sus miembros fundadores, es otro de los ingredientes y ya lo fue aún en este mundo en su primer disco, en esta Luna de Miel en un plano espiritual, partiendo de él y hacia un futuro prometedor y ya con la nueva integrante Maki Soto funcionando a pleno rendimiento y aportando unos coros que hinchan de soul y complementan a la perfección la voz de Chus, una gran química que en el Vals ya se escuchó y vivió. El disco parte con tonada luminosa en The Wedding Day, día de celebración, de nuevos tiempos y nuevos puntos de partida, rodeados de la gente que aman, música alegre y desenfadada, hinchada de positividad, la fiesta termina y empieza la aventura camino de la meca espiritual del grupo en The Honeymoon Song recorriendo con las ventanillas bajadas y el pelo al viento los senderos musicales tantas veces idealizados en New York, San Francisco, Las Vegas, el sol brilla en lo más alto con este medio tiempo de esencia country-rock setentero, Misterious Woman confirma que el trabajo de producción es maestro, perfecta combinación de teclados y arpegiados limpios, con un desarrollo de guitarra que se desenvuelve unos compases grácil y concisa. Continúan su periplo bajo el auspicio del mejor pop setentas californiano con Even The Roses del que se sirve Chus para cantarnos que siempre habrá un hombro sobre el que ahogar las penas y mirar adelante.
Like I Do baja las revoluciones con un desarrollo instrumental más británico que americano y como decía, Luis continúa presente esta vez a través del precioso homenaje How We Miss You, lo que suena es lo que hay, montones de amor hacia el más allá y viceversa que Chus canta con nostalgia pero sin tristeza, con buen recuerdo. For You From You se sale de la tónica del disco con sus aires floydianos, fantástica muestra del poderío de la banda capaz de sacarte de cuajo de la costa soleada para llevarte a la lluviosa bretaña, catártica, quizás de mis favoritas porque los hace más auténticos que la propia vida, no hay sol sin nubes, no hay felicidad sin dolor, la eterna dicotomía que el grupo sabe saldar tan bien cuando saca su parte más sombría. La nostalgia y el agradecimiento es buena amiga para remontar, y la preciosa Cheers To Those Days hace su papel y me reafirma en mi pensamiento de estar ante unos corazones de oro. Precioso homenaje en Big Star al grupo de Alex Chilton y Chris Bell, también a las bandas malditas del rock con una balada medio tiempo deliciosa, cuando se trata de rascar acústicas y darles eléctricas que mantener lo bordan y nos recuerdan que Memphis no sólo nos dió al Rey. Termina esta road-movie con Run Baby Run de nuevo mirando hacia adelante y las esperanzas puestas en un futuro incierto pero que en sus manos parece siempre luminoso.
En tiempos de rimbombancias indies festivaleras viene desde Castro Urdiales un grupo aparentemente pequeño pero que tiene un corazón muy grande, muy buenos instrumentistas al servicio de una gran producción, música que transcurre por esas sinuosas carreteras del country-rock de
mediados de los 70, con el sabor dulzón del pop añejo justo antes de que
se dejara querer por los sintes y caldeado por el sol californiano, todo sin vivir del revival y sin darle la espalda a la generación alt-country del último par de décadas, con un
pie puesto en la actualidad. Canciones preciosas que se notan cuidadas y entran a la primera, al mismo tiempo que crecen con las escuchas a través de sus detalles instrumentales, mandolinas, armónicas, steel-guitar, teclados y guitarras al servicio de un total amor por la música. Un disco para el buen tiempo y para sumarse al "carretera y manta" con alegría y las ventanas bajadas. Muy recomendable.
Preciosa reseña, y además muy de acuerdo en todo. Un grupo aparentemente pequeño pero con un corazón muy grande. Ojalá puedas tenerlos en Valencia Chals. En su presentación en Bilbao estuve hablando con Chus del tema y tenía gran ilusión en acercarse por allí.
ResponderEliminarUn abrazo.
Preciosa reseña Chals. Es un disco maravilloso y de los que se incorporan a tu vida como los amigos de esta banda inmensa de Castro llamada Copernicus Dreams.
ResponderEliminarNo los conocía y me ha encantado el album. Si vienen por Valencia, allí estaremos!. Y comparto: la música nos salva!
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