Joan Baez - One Day At A Time (1970)

...sus canciones sean versiones o no, llevan consigo la humildad, la compasión y la humanidad, una activista y también una gran artista a reivindicar siempre que se pueda. Y este One Day At A Time es una delicia musical de su etapa country a su paso por Nashville


El año pasado Joan Baez publicó un nuevo disco para mí notable, también anunciaba su retirada con la correspondiente gira aún en curso y no hay cosa que me gustara mÔs que verla. No reseñé el nuevo disco y quizÔs lo haga mÔs adelante cuando salga de su condición de novedad de la que cada vez me siento menos cómodo, y porque es una leyenda y porque adoro a Joan Baez y creo que merece todos los honores entre los mÔs grandes mÔs allÔ de los discos de 'temporÔ' y de las reseñas de 'aquítepilloaquítemato' (también necesarias, oigan!), ademÔs no necesita excusa para su gira, ni creo que me meta en su lista de invitados tampoco, vaya por Dios.

Ponerme a enunciar todos sus logros serĆ­a tonterĆ­a porque posiblemente ya los conocerĆ©is y si no seguro que lo podĆ©is encontrar fĆ”cilmente. Aunque estoy convencido que siempre se ha obviado su papel fundamental a la hora de influir a grandes damas de la canción americana mĆ”s allĆ” de la escena revival folk del Greenwich Village a principios de los 60 y de su relación con el de Duluth. Ya no sólo por su interpretación vocal, ademĆ”s por su fingerpicking y su manera de reinventar la mĆŗsica popular. En su autobiografĆ­a (que recomiendo) "Y una voz para cantar", la misma Joan tiene esa misma sensación con la industria discogrĆ”fica, la sensación de que hiciera lo que hiciera nunca iba a disponer mĆ”s de la atención de los aficionados a la buena mĆŗsica, ni de los crĆ­ticos al menos de una manera tajante, habĆ­a quedado encasillada en el 'no nos moverĆ”n', cosa que la llevó en mĆ”s de una ocasión a abandonar durante largos periodos de tiempo, y ojo, hablo de unas memorias datadas en el aƱo 88. Han pasado 30 aƱos y nunca he visto una reivindicación merecida. SĆ© que entra dentro de esa categorĆ­a que para algunos puede resultar una guilty pleasure porque somos rockeros y el folk y las canciones de campamento quedan lejos, o porque es la artista 'a la sombra de', o porque su fuerte no es componer canciones (menuda tonterĆ­a!) aunque tiene unas cuantas de su puƱo y letra realmente buenas. Pero me da igual. Para mĆ­ es esencial y tal vez vaya relacionado con el hecho que relatĆ© en la reseƱa de su debut hace ya un lustro en el Exile (ReseƱa de Joan Baez - s/t, 1960: https://bit.ly/2UdTJ3W), pues su voz y sus historias parecen atrapar un momento muy singular de mi niƱez, protegen ese espacio y lo convierten en irreductible. AsĆ­ que entre otras razones por eso hoy estoy aquĆ­ escribiendo estas lĆ­neas, como decĆ­a, primero por mi deuda emocional y segundo porque hay discos de Joan Baez que son buenĆ­simos y poco conocidos. 

Joan Baez en Nashville
Ella, como todo buen artista, fue evolucionando y atravensando diferentes etapas. Entre ellas una de mis favoritas es su periplo en Nashville con auntĆ©nticas maravillas, su etapa country es para enmarcar y tiene delicatessens empezando por el disco Any Day Now de versiones de Dylan, sesiones con Stephen Stills entre sus filas y sĆ©is canciones que por aquel entonces incluso eran inĆ©ditas en boca del propio Dylan. Y a ver, que si las canciones de Dylan mejor las canta Dylan, puĆ©s si pero no ¿que me dicen de los Byrds? pues lo mismo, unas canciones tan grandes tambiĆ©n precisan de su versión sacada de ese caos genial interpretativo de Dylan para que sean llevadas a los cojines mĆ”s lujosos, todo suma, nunca resta y muchas de estas canciones en la voz de Baez no sólo son una gran homenaje, ademĆ”s me resultan celestiales y favoritas de la vida. Le sigue David's Album y la guinda la pone One Day At A Time, coronando una trilogĆ­a exquisita y del que hoy cuelgo la portada.

Este disco fue editado una década después de su debut, 1970 estÔ en plena ebullición musical y haber sido la abanderada de la canción protesta, con Kennedy y su íntimo amigo Martin Luther King muertos la convertían en un hito del pasado, ya no interesaba y las stars entraban en una época donde fueron conscientes de que el "cambio" fue un espejismo, una oportunidad perdida, se erró y no interesaba recordarlo, el hedonismo se iba imponiendo en una escena musical que se desarrollaba de manera vertiginosa. Con todo Baez siempre fue una artista que sin perder su punto de reivindicación social de su día a día y llevando su propio camino, nunca se apeó de la actualidad de la época, aunque con poca fortuna y reclamo claro. Este disco debería entenderse de la misma manera que los primeros discos de Dolly Parton, Emmylou Harris y Linda Rondstad, nunca he oido argumentar respecto a si componían sus canciones o no estas grandes damas del country. AdemÔs las canciones aquí contenidas también tienen ese punto pop de Gram Parson, una etapa, ésta en Nashville, que se caracteriza por un equipo de producción y unos músicos inconmensurables tras la estela de los míticos The Nashville Cats de los que grandes como Neil Young, Bob Dylan, los Byrds...etc también aprovecharían sus servicios. Desde la dobro, pasando por la pedal y hasta los teclados, todo es perfecto, los arreglos musicales se cuidaron al mínimo detalle.

Esta etapa de Joan Baez me apasiona tanto a nivel musical como por la historia y mitomanía que lleva detrÔs. De todos es sabida su condición activista y según cuentan las crónicas musicales su visita a Nashville fue un tanto controvertida en tanto que en el sur el conservadurismo tan arraigado, incluso entre los músicos participantes, no acababa de aceptar a la artista hasta el punto de verse obligados a vigilar los estudios con guardias de seguridad. El caso es que la música obró el milagro entre ellos y como suele pasar barrió prejuicios.


Ah! ¿Las canciones?. Hablando de componer, Sweet Sir Galahad es una grandĆ­sima tonada inspirada/dedicada a su hermana Mimi FariƱa, preciosa es decir poco y sĆ­, estamos en un disco country pero esta es una intro que viene a sugerirnos que quien trajo el fingerpincking de la Carter Family al pop fue ella, canción que podrĆ­a pasar por cualquiera de los estĆ”ndares que ha interpretado a lo largo de su carrera, lo mismo podrĆ­a decirse de la magnĆ­fica A Song For David tambiĆ©n de su puƱo y letra, que maravilla esas guitarras y pedal que sin ser protagonistas aparecen por detrĆ”s para ensalzar el folk de Baez. Una autĆ©ntica maravillla y razones por las que me enfrento a mi guitarra intentando dominar esos arpegios que sus dedos tocan de manera tan grĆ”cil y natural como los pĆ”jaros vuelan. Los Rolling son los Rolling, pero este No Expectations es de correrse, primera incursión de este disco en ese algodón de azĆŗcar country de la Ć©poca que tan bien dominaban estos gatos de Nashville, es favorita de la vida en voz de Baez. Y me vĆ”is a disculpar, pero con la mĆ­tica Long Black Veil me pasa lo mismo, que la de Johnny Cash es mĆ­tica a mĆ”s no poder, pero esa manera de hacer levitar el estribillo estĆ” al alcance de muy pocos. Sólo por estas tres canciones inciales ya vale la pena la edición de este disco. pero hay mĆ”s.

Joan Baez y Jeffrey Shurtleff
Joan estĆ” en contacto con la mĆŗsica de su Ć©poca, cosa en la que tambiĆ©n incide en su Ćŗltimo disco cantando a por ejemplo Josh Ritter, y si ya saca de su contexto de manera sobresaliente la canción de Beggars Banquet tal vez mĆ”s evidente, no lo es tanto al menos con los ojos de la actualidad la canción Ghetto que Delaney & Boney sacaron un aƱo antes, me encanta. Y vendrĆ” con country o con lo que venga, pero en su coherencia vital nunca defrauda ya sea con canciones de allegados a la causa como el estĆ”ndar folkie Joe Hill o como el Carry It On de Pete Seeger, canción que darĆ­a tĆ­tulo a la banda sonora del documental que editarĆ­a Joan Baez un aƱo despuĆ©s, que fue censurado en este paĆ­s (como no?!) y que trataba sobre el encarcelamiento del activista David Harris por aquel entonces su marido. Precisamente uno de los alicientes de este disco son los duetos con el desconocido cantante Jeffrey Shurtleff quien fue apoyo de Joan en mĆ­ticos conciertos de la Ć©poca (Woodstock), un hippie que vivĆ­a en una comuna precisamente con David Harris. Con Ć©l interpreta la tradicional Take Me Back To The Sweet Sunny South, el clĆ”sico country Seven Bridges Road y la mĆ­tica I Live One Day At A Time de Willie Nelson, que preciosidad. La calidez de Shurtleff que me recuerda o me lleva hacia Gene Clark, si tenĆ©is la oportunidad de acercaros a este disco ya me contĆ”is. Por cierto, Shurtleff tiene un disco editado un aƱo despuĆ©s titulado State Farm casi imposible de encontrar y si no me equivoco producido por Joan Baez. QuizĆ”s un dĆ­a a algĆŗn sello de moda se le ocurra remasterizarlo y reeditarlo bajo el reclamo 'recuperamos un gran disco de country desconocido de un desconocido', que asĆ­ sea. 

Ah! se me olvidaba, si vÔis a adquirir este disco yo sé que ahora el vinilo estÔ en alza y no os negaré que tenerlo según para quien pueda ser un 'must have' que se llama, pero no seÔis tontos y mejor comprÔis el cd remaster porque lleva dos canciones extras escritas por Merle Haggard a duo con Shurtleff, Sing Me Back Home y Mama Tried, que maravilla esa entrada en falso dejando entrever el buen rollo que se generó en la grabación y la maestría de Jerry Reed a la guitarra, grandeza absoluta.

Finalizando os diré que para mi la voz de Joan Baez es equiparable al estado en el que me deja una relajada visita a una playa solitaria, y sus canciones suelen ser en casa la banda sonora de la hora del vermouth los días festivos, tienen la virtud de la serenidad y la tranquilidad, ademÔs todas sus canciones sean versiones o no, llevan consigo la humildad, la compasión y la humanidad, una activista y también una gran artista a reivindicar siempre que se pueda. Y este One Day At A Time es una delicia musical de su etapa country a su paso por Nashville. Otro día os hablaré de Diamonds & Rust, o de Farewell Angelina, quien sabe, sobre la marcha.

Comentarios

  1. ¡Que barbaridad!, pocas veces, muy pocas, he leĆ­do una entrada sobre una artista con tanta pasión como esta con Joan Baez. Nunca fui seguidor suyo, tan solo un viejo Lp de grandes Ć©xitos que, para ser franco, no se de donde a mi colección. Me a interesado mucho la conexión Nashville de la historia, en toda su vertiente, musical y humana. Creo que en Woodstock ya se vió a una Baez musicalmente desubicada, aunque su aportación polĆ­tica, junto a la Richie Heaven y Country Joe McDonald, estuvo a la altura del acontecimiento.
    Se agradece la recomendación del CD sobre el vinilo.
    Saludos,

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    Respuestas
    1. javier, adoro a Joan Baez. Sobre ser una artista muy conocida tiene una obra que mÔs allÔ de sus primeros disco es totalmente desconocida. No tidgo que todo sea un must have, pero tiene auténticas joyas por descubrir. Una grande del arpegio folkie y una gran intérprete de la historia de la música popular.

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