Tom Petty and The Heartbreakers - "Echo" (1999)

"... en la antesala de la cura, en ese momento en que lo vivido es un triste eco que duele y te comprime las tripas, con la fuerte sensación de que todo fue tiempo perdido, y donde la ruptura no sólo se refiere a la disolución de bienes gananciales, ademÔs supone una ruptura con el pasado..."


Los discos de ruptura son en sí mismos un género, ofrenda de sentimientos a flor de piel en el momento crítico de confrontación con la soledad inmedita después del portazo final. En la banda sonora She's the one ya mostraba tímidamente que algo no andaba bien puertas adentro, podría decirse que aquel ejercicio de abstracción le vino que ni pintado para desahogarse. Pero en Echo ya no hay miedo por esconder ni uno sólo de sus pensamientos, aquí ya no hay pretexto argumental que valga, rock sangrante nada pretencioso, eficaz y con el único hilo conductor de su propia experiencia vital y con los recuerdos grabados a fuego.


Echo estĆ” en la antesala de la cura, en ese momento en que lo vivido es un triste eco que duele y te comprime las tripas, con la fuerte sensación de que todo fue tiempo perdido, y donde la ruptura no sólo se refiere a la disolución de bienes gananciales, ademĆ”s supone una ruptura con el pasado. Con todo puede ser un tiempo para empezar a comprender a duras penas que no se trata de borrar el pasado, se trata mĆ”s bien de aceptarlo porque forma parte de nosotros e intentar borrarlo es como intentar borrarse a uno mismo. AquĆ­ tambiĆ©n afloran esos momentos de rabia contenida, la frustración y el desencanto. Pero con el tiempo de los malos recuerdos te medio rĆ­es, y los buenos, que seguro que los hubo, son los que te hacen crecer. Ɖste es su Blood on the tracks, su Tunnel of Love mĆ”s amargo aĆŗn si cabe, con la determinación en su dĆ­a, por lo doloroso de lo expuesto, de no tocar la mayor parte de las canciones en directo, aunque alguna, sólo Billy the Kid, quedó grabada en directo para la posteridad en su Live Anthology. Ɖste fue el Ćŗltimo disco de la colaboración con Rick Rubin, y por desgracia, Ćŗltimo en el que participarĆ­a Howe Epstein a quien se lo comió el rock'n'roll en 2003, Ron Blair, bajista original de la banda volverĆ­a a la formación para The Last DJ.


Este disco trata una temÔtica muy personal, hubiera sido idóneo para dar continuidad a su Wildflowers y sin sus Heartbreakers acreditados en la tapa, pero es que aquí el sr.Mike Campbell estÔ que se sale, para mí es el corazón de la música de los Rompecorazones, un pilar fundamental, a Mike Campbell parece que el tiempo no le afecte, cada vez suena mÔs joven, cada vez me sorprende mÔs gratamente.

Room at the top enlaza con el sonido de Wildflowers, ese entrelazado de guitarras en el tramo final de la canción es perfecto, endurece su rock en canciones como Free Girl Now y I Don't Wanna Fight, y tiene su punto Ôlgido de putoamismo en Swingin', un recitado en el que no-canta como nadie y a la que añadiría otra línia a sus versos, "Swingin' like Etta James", haceros el favor de ver el video de mÔs abajo. Petty continúa teniendo el mojo, con canciones como Accused of Love uno no sabe si fueron los Travellling Wilburys quienes absorvieron parte de su arte, o fue él quien lo aprehendió de los maestros, pero me pasa que oigo esta canción y me imagino a Lynne y Harrison haciendo los coros y a Big O rascÔndole a la guitarra en plan You Got It. La balada Lonesome Sundown me suena beatle y country a partes iguales, con el piano y la slide que conducen a la puerta de salida mirando al suelo cabizbajo con el primer sentimiento nostÔlgico momentos después del final definitivo. Tono resignado en Echo, la reprobación resonando con fuerza, el eco triste cuando acaba el encanto y la química. Billy The Kid es ya un standard, esto es como entrar hasta la cocina, Petty muestra su rol de víctima traicionada. Doce canciones donde no sobra nada y que recomiendo fervientemente.

Tengo a Echo en el pedestal donde tambiƩn guardo Wildflowers, eso que he llegado a leer que no tiene obras maestras... ni pensarlo, podemos admitir que este Petty ya no es el de Damn the Torpedos, pero donde allƭ mandaba la inmediatez y la hormona, aquƭ manda la experiencia y la arruga empieza a ser bella de verdad. El disco me parece sublime y ademƔs el seƱor Mike Campbell estƔ que se sale. Un gran disco.


 * Este artĆ­culo fue publicado originariamente en EXILE SH MGZE

Comentarios

  1. Esta etapa de madurez es la que mƔs me gusta de Petty; notables instrumentistas, discos de guitarras y raƭces con excelentes composiciones. Rick Rubin, capaz de lo mejor y lo peor, acierta de pleno. Saludos

    ResponderEliminar
  2. He venido observando que este disco esta entre los favoritos de casi todos los fans del de Florida (de los mios tambien), sin embargo el rubio lo tiene practicamente repudiado y no lo toca en vivo, debe ser que aĆŗn le causa dolor tocar algun tema.
    Como siempre fabulosa reseƱa Chals.
    Saludos.

    ResponderEliminar
  3. No es de mis favoritos, pero me parece un gran disco.

    Por cierto, yo tambiƩn soy propietario de un blog y querƭa saber si estƔs interesado en un intercambio de links para enlazar mutuamente nuestros blogs.

    Te dejo la dirección: http://galaxiadelamusica.blogspot.com.es/

    ResponderEliminar
  4. Bienvendio Ricardo, lo del intercambio hecho.
    Saludos a todos y gracias por comentar, yo también lo tengo en el podium Bernardo, y ahí tienes toda la razón Antonio, Rick Rubinno es un productor que me guste demasiado, pero aquí acierta de lleno. Eso he leido en diversas ocasiones Addi, lo aquí expuesto por Petty sangra cada vez que alguien le da al play.
    Saludos a todos,

    ResponderEliminar
  5. Perfecto reflejo de la situación de Petty en aquel momento, un disco para escuchar con paciencia para sacarle todo el jugo, gran homenaje le has hecho, Saludos!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Son 15 canciones, y demanda tiempo y atencion como bien dices. Saludos Mister

      Eliminar

Publicar un comentario