Billy Bragg - Bridges Not Walls (Cooking Vynil, 2017)


Vuelve Billy Bragg con el EP Bridges Not Walls donde reĆŗne canciones que ha ido publicando en formato single los Ćŗltimos meses con el aƱadido de un par de inĆ©ditas. Un artista del que no hacen falta excesivas presentaciones, aunque, todo hay que decirlo, poca atención se le prestó a su colaboración con Joe Henry y su recorrido ferroviario, ademĆ”s del prometedor libro aĆŗn pendiente Roots, Radicals and Rockers. Billy Bragg nunca se fue, sólo que sus incisivas letras no suelen ser del agrado de la prensa musical, y digamos que este EP es una buena muestra de lo que es Billy Bragg, una vuelta a la protesta mĆ”s visceral distanciĆ”ndose de sus Ćŗltimos discos donde sin dejar de lado su ojo crĆ­tico si optaba por unas letras mĆ”s relajadas en cuanto a la actualidad se refiere. AquĆ­ el sr.Bragg ataca de nuevo en un sentido mĆ”s Woody Guthrie, crónicas de su presente inmediato con momentos sónicos mĆ”s crudos que recordaran a sus primeros discos y otras canciones envueltas en arreglos caracterĆ­sticos de sus Ćŗltimas referencias. 

Esta vez los acontecimientos de unos aƱos a esta parte han sido plasmados en unas canciones minimalistas en cuanto a arreglos y producción, acompaƱado solamente de su elĆ©ctrica en Why We Build The Wall (versión de Anais Mitchell), en ocasiones aƱadiendo una base rĆ­tmica bĆ”sica en The Sleep Of Reason, se escora hacia el country ayudado de una pedal en la fantĆ”stica King Tide and the Sonny Day Flood, sensacional Saffiyah Smiles, una deliciosa tonada acompaƱada de escobillas, acĆŗsticas y un órgano, muy del Ćŗltimo Dylan. No puede faltar un folk-protesta acĆŗstico marca de la casa en Not Everything That Counts Can Be Counted. Y con un piano sombrĆ­o guia su reflexión en Full English Brexit, una balada interpretada con cierto desencanto y donde no duda en posicionarse. 

Repasa así las desavenencias sociales de mÔxima actualidad, Trump representando el estado contra el pueblo, el Brexit, el racismo creciente y una sociedad adormilada por la rapidez de unas complacientes redes sociales. Es Bragg en estado puro, quizÔs uno de los pocos artistas, pongamos por caso los lejanos y queridos Clash y un Morrisey aún dando tumbos, capaces de no morderse la lengua sin que su discurso artístico palidezca, de los que aún cree que debería existir un estrecho compromiso entre el arte y su entorno inmediato. Bragg continúa al pie del cañón después de décadas ahora mÔs completo musicalmente y con unas letras que ademÔs muestran su maestría lírica y su gran experiencia componiendo.

Si pensÔis que la raza humana estÔ perdida y que el rock ha perdido cualquier atisbo de actitud ante su entorno, escuchad este Bridges Not Walls y quizÔs te haga sentir menos solo. Y mientras nos lamentamos de la pérdida de grandes artistas que no nos quede la menor duda de que Billy Bragg ademÔs de uno de los grandes tiene en su haber una gran discografía plagada de joyas a rescatar, siempre con una personalidad que le es propia, siempre al pie del cañón. Bien por el sr.Bragg.



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