Paul Weller - True Meanings (2018, Parlophone)


Paul Weller es un artista consagrado y como tal, la lupa con la que se examina cada nuevo disco suele ser exigente, y es que siempre esperaremos el máximo de los protagonistas de los discos de nuestra vida. ¿Pero que es el máximo? nos podemos poner en plan metafísico yendo por estos derroteros de los gustos, los colores y tal. Y lo cierto es que con True Meanings está cosechando bastante éxito en las islas, además a cada disco suyo consigue movilizar a la realeza musical británica, sólo hay que ver los colaboradores que se trae. Es de los pocos artistas que van quedando en el mainstream actuál con la capacidad suficiente para sonar en los medios principales con cierta calidad (mainstream y calidad es una utopía en este país, off course) y deberíamos defenderle con uñas y dientes, que van quedando pocos titanes. Aunque también os digo que Paul Weller no me tiene que convencer de nada más allá de imprescindibles como Wild Wood, Stanley Roads o 22 Dreams, los únicos discos por los que me he quitado el sombrero con el modfather siempre que ha hecho falta.

Sí, las primeras escuchas me dejaron un poco frío, de primeras me confundió su tono estoico y casi ceremonial, pero también no deja de ser evidente, te guste o no, el buen gusto que rezuma y la calidad patente, evidente desde el punto de vista de una producción y unos arreglos cuidados al detalle. A partir de ahí y gracias a las inacabables charlas con amigos (que si sí o que si no), soy de los que inclinan la balanza a favor si es que alguien conocido y con buen gusto encuentra oro en un disco, me da por pensar que algo debe tener. Y si tengo que rectificar pués rectifico y punto. Para el caso ha sido My King Nikochan quien me ha empujado a su escucha compulsiva (de acuerdo con my King en todo menos respecto a Macca, reseña en el Exilio: http://www.exileshmagazine.com/2018/09/paul-weller-true-meanings-2018.html). Eso es lo bonito de la música y de hablar de música, que la verdad absoluta no existe y que un disco que no te dice nada de repente te hace click, te pilla desprevenido, con la guardia bajada a altas horas de la noche, o un domingo de vermut a medio día con dos copas de más, o simplemente puede resultar la banda sonora perfecta para mitigar ciertos recuerdos cuando te asaltan de improvisto.

La conexión definitiva se obró gracias a otra de las claves decisivas. El transfondo personal a mi entender cohesiona y da razón de ser a True Meanings: la muerte de su padre es el protagonista a la sombra de este disco, el tipo de pérdida que puede hundirte en la depresión, igual que hacerte reflexionar sobre ciertos aspectos fundamentales y profundos de la vida. Este disco precisamente por ese tono estoico y ceremonial del que hablaba al principio lo tengo situado mentalmente en ese lugar justo después de la aceptación, saliendo del hoyo, aceptando las cosas tal y como vienen, o cuando las certezas que te han dado seguridad toda la vida se van desplomando una a una, para mí es ese es el espíritu y la verdadera grandeza de True Meanings. Dicho lo cuál, la clase con la que Weller ha dirigido todo el tinglado es más que de agradecer. Sí, soy un sensiblero de los que en ciertos momentos llora escondido escuchando canciones y este en cierto modo me ha llegado, ¿Que le voy a hacer?. Entiendo que éste sea un disco que pese a la aceptación general no le viene nada bien estos tiempos de usar y tirar, pués requiere atención, necesita que pongas de tu parte para conectar, o que encuentres el momento, para mí es de ese tipo de discos, y Weller es de los artistas que se lo puede permitir si le viene en gana.

Es cierto que toca mucho la moral que musicalmente se le compare por este disco con Nick Drake o Tim Hardin, yo incluso hay canciones en las que es John Martyn quien me viene a la mente. Por favor!!!! Esas islas son inexpugnables. Otra cosa es que por su intención acústica, sus arreglos orquestales, su tono íntimo, pueda evocar en cierta manera algunos rasgos identitarios de dichos cantautores, y sólo por trazar unas coordenadas puede valer, pero nada más. Las canciones que más me están tocando la fibra de momento son The Soul Searchers, que pone de manifiesto que en los pequeños detalles está la diferencia, por ejemplo, que clase en la manera de terminar esta canción, que arreglo de órgano, la delicadeza de Glide me eriza la piel, y Mayfly es soul de guitarra de palo para enmarcar y puede que la canción con mayor número de papeletas para ser recordada. Gravity es una delicia crooner (Hawley toma nota), y Aspects que me lleva directo a los cortes acústicos más introspectivos de John Martyn, salvando todas las distancias claro, será por su tono nostálgico, por la cadencia, Wishing Well me suena a cien veces escuchada en algún disco de soft-rock de principios de los 70, Old Castles tiene la gracia de las canciones banda sonora de Burt Bacharach, y Bowie es un sentido y gran homenaje al duque blanco. Books me parece una de las canciones más bonitas que he escuchado últimamente, eso arreglos de sitar, acústicas y cuerdas, me ponen los pelos de punta. May Love Travel With You me resulta simplemente espectacular, y no por los arreglos pués en esencia me la imagino más cercana a la psicodelia, esa tonada tan sixty, esa interpretación tan sentida.

Nadie con mínimo buen gusto musical puede pasar por alto la clase que derrocha, su exquisitez con los arreglos, que bien suenan las guitarras, su interpretación mullida y en ocasiones soulful, y un acercamiento al folk que al menos se sale de lo que escuchamos normalmente en la actualidad, está claro que no lo podemos equiparar a ninguno de los nombres a los que evoca, por supuesto, pero si que es una alegría que un gran artista se salga de la norma habitual y ponga todos los medios a su alcance para crear un muy buen disco british de pura cepa, sí, es easy-listening, a veces resulta música de cóctel, o chill out para carrozas musiqueros, y puede parecer que lo que hace es fácil, sin embargo debe ser por la escasez imperante en este palo que una colección como True Meanings me parece una auténtica delicatessen. Ninguno de sus tres discos anteriores ha vuelto a visitar mi reproductor, pero intuyo que éste si lo hará porque es el disco que me hubiera gustado que hiciera Richard Hawley. El tiempo dirá, pero me da la sensación de que este disco más allá de contener cualquier canción memorable, se recordará en su conjunto como uno de sus discos más especiales, un disco que  tiene entidad propia en su discografía, envuelto en una bruma nostálgica Weller se descubre como un crooner reflexivo, lírico y profundo, adjetivos repetidos hasta la saciedad, pero no menos ciertos. Cada día que pasa True Meanings crece un poquito más. Nada más que añadir.

Comentarios

  1. Acabo de leer tu entrada a continuación de la de Niko sobre el mismo disco. Me agrada que a un artista tan consagrado por propios méritos como Paul Weller se le dediquen espacios suficientes, en profundidad, fuera del socorrido "nuevo discarral del modfather y acompaño vídeo...". Coincido con el tono general del texto, incluso apunto su vestimenta como signo de luto por la muerte de su padre. Lo bueno de este artista es que habiéndolo demostrado todo, no le hace falta elevar el listón en cada nueva grabación. Tan sólo, ¡qué difícil!, necesita mantener la ilusión de sus muchos seguidores. Por lo que leo, parece que en este su último trabajo lo consigue sobradamente.
    Saludos,
    JdG

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  2. Leyendo la entrada me dan ganas de escucharlo mas en serio ... me ha dejado terriblemente frio mas si cabe despues de las dos fantasticas piezas acusticas que le escuche en la banda sonora de Jawbone. Esta muy lejos del Weller que a mi me gusta. Pero a lo mejor me he pasado de exigente ....

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