Robert Fisher fue un grande de la música de raíces y ahora este disco ha convertido el tramo final de su vida en un pasaje musical de una gran belleza. Untethered es un epitafio a la altura de la discografía de Willard Grant Conspiracy. Imprescindible del año en curso.
Como suele pasar todos los años y mientras se rijan por el calendario gregoriano, hasta el 31 de diciembre no termina la campaña de recolección musical, y como suele pasar todos los años a última hora aparece el disco que me descoloca la lista de elejidos. No es para menos con un nombre y un legado como el de Willard Grant Conspiracy por la importancia capital que este colectivo (más que grupo) liderado por Robert Fisher ha tenido en las latitudes de la tradición americana. Una carrera discográfica que nunca bajó del notable desde que aparecieran a mitad de los años 90, alabada casi desde sus inicios por la crítica especializada aunque no muy conocida a niveles más amplios hasta entrado el nuevo milenio con obras de un altísimo nivel como es por ejemplo el siempre favorito Regard The End.
Como todo el mundo sabe, la discografía de WGC se vió truncada a principios del año pasado con la muerte de Robert Fisher, su alma matter y único miembro fijo. Una de las grandes pérdidas de los últimos años. Pasado el luto, su compañero y amigo de correrías David Michael Curry ha rematado el disco que se traían entre manos para dar continuidad cinco años después al anterior y fantástico Ghost Republic, esta vez con la ayuda de algunos conocidos como son Steve Wynn y Chris Brokaw.
El contexto en el que se desarrollaron las composiciones dan a este disco un carácter muy especial, pués Fisher empezó a componer poco después de que se le diagnosticara el cáncer que acabaría con su vida, hecho que en cierta manera marca las canciones directa o indirectamente con el punto de fuga puesto sobre los grandes temas de la vida y la muerte, y convirtiendo este Untethered en uno de los registros más desgarradores y a la vez bellos de WGC.
No deja de helarme la sangre escuchar su voz profunda y grave, esta vez más crepuscular, entonando estas canciones sobre la circunstancia extrema que supone estar al final del camino y ser consciente de ello. La inicial Hideous Beats se alinea al Nick Cave de las catarsis sónicas, vertiente poco desarrollada en su larga trayectoria y que da una perspectiva de proyección que por imposible hace lamentar más aún si cabe su pérdida. Do No Harm es la otra acompañado de banda, eléctrica y sección rítmica, menos tensa y más dulce en la línea de sus habituales cadencias. A partir de aquí las canciones se desarrollan acústicas con los detalles de cuerda y su voz de grava. A la guitarra acústica le acompaña la viola presentando la preciosa balada Love You Apart. Resulta conmovedora su voz más frágil y a punto de romperse en canciones como 26 Turns. Chasing Rabbits es otra tonada de una gran carga emocional, confesiones de dormitorio que bailan entre la aceptación y la desolación en Let The Storm Be Your Pilot, sacando a relucir los pequeños afectos que nos trae la vida cotidiana en canciones como Saturday With Jane. Entre algunos interludios instrumentales, como Margaret On The Porch que ayuda a formar parte de este sentimiento crepuscular y tranquilo. Más explícita se descubre Untethered que consigue un climax musical difícil de encajar, para finalizar Trail's End, esta última cerrando el disco con séis minutos instrumentales que se van tensando hasta el fatal desenlace final.
Canciones de arreglos maravillosamente bellos que incitan a la reflexión, apoyados mayormente de guitarra acústica y viola y que a un año de su fallecimiento adquieren una trascendencia brutal, una escucha que se hace difícil de encarar y que requiere de cierta disposición. El tono melancólico y de una fuerte carga emocional baila entre la sabiduría del último Johnny Cash y la desesperación del mejor Jason Molina. Dadas las circunstancias no estamos ante un disco fácil, no obstante y aún con la carga emocional que conlleva, su escucha también tiene su premio cuando a cada verso que entona parece dejar un rastro luminoso apoyado por las pequeñas cosas y los pequeños detalles del día a día, esos que al final dan sentido a todo ésto. Robert Fisher fue un grande de la música de raíces americana y ahora este disco ha convertido el tramo final de su vida en un pasaje musical de una gran belleza. Untethered es un epitafio a la altura de la discografía de Willard Grant Conspiracy. Imprescindible del año en curso.
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