Una nave llamada Thunder Road


La magia... la idea de su existencia en si misma es romĆ”ntica. Born to Run tiene las dos cosas, magia y romanticismo. Cada aƱo que pasa este disco suena mejor, algo que harĆ­a extensible a sus dos primeros discos, como el buen vino. Born To Run es de esos pocos discos que todo el mundo tiene en su estanterĆ­a por que hay que tenerlo, que luego unos digan que su preferido es The River, el Darkness o el Born in the USA, de acuerdo, nada que objetar, pero seguro que ademĆ”s todos tambiĆ©n tienen Ć©ste. 


Born To Run se editó el mismo aƱo que nacĆ­. Pero no fue hasta mis 10 aƱitos que me topĆ© con Thunder Road sin yo saberlo. Entonces aun habĆ­an cines en mi ciudad y solĆ­an pasar sesiones dobles. En aquellas salas los gusanitos rojos volaban por los aires y cuando la pelĆ­cula se retrasaba de la hora seƱalada los niƱos gritaban 'que empiece ya o el pĆŗblico se va', el olor a palomitas, quicos y pipas era intenso, los mĆ”s gamberros tiraban cualquier cosa desde la platea hasta que el luciernaga se personaba para echarles y los chicos mayores llevaban a sus primeras novias a las butacas mĆ”s escondidas para hacer aquello que a todos nos gustarĆ­a pero no sabĆ­amos exactamente el quĆ©. 

Visto desde aquĆ­ parece caótico, que en cierto modo lo era, pero  el momento era autĆ©ntico, y cuando se apagaban las luces y empezaba el metraje con aquellos anuncios publicitarios cutrĆ­simos los gritos empezaban a sucumbir y todo el mundo, niƱos y mayores, quedaban atrapados ante la magia del cine. Aquellas pelĆ­culas palomiteras eran las mejores del mundo, que me perdonen los cinĆ©filos, pero en cuanto a cine juvenil, los ochenta fueron una gran dĆ©cada, El Secreto de la PirĆ”mide, Los Goonies, El vuelo del Navegante, Gremlins, La Historia InterminableIndiana Jones, Encuentros en la 3ĀŖ Fase, Juegos de Guerra... habĆ­a argumento, habĆ­an escenas y planos al detalle y no en plan videojuego, los efectos especiales eran limitados pero mĆ”s certeros y reales que toda la parafernalia digital actual, y la nefasta expresión 'polĆ­ticamente correcto' aun no era premisa de todas las pelĆ­culas comerciales, de manera que daban cierto margen de error a la imaginación, lo que mĆ”s me gustaba de aquellas historias era la manera que tenĆ­an de llevarte al huerto partiendo de circunstancias reconocibles de aquellas edades, y a medida que avanzaba el metraje, hacia otro estado de percepción donde el joven espectador llegaba a creer en la magia y en lo imposible, en definitiva, a soƱar sin lĆ­mites.


Fue entonces que estrenaron Exploradores (1985) de Joe Dante, con unos jovencĆ­simos Ethan Hawke y River Phoenix, y allĆ­ que fui con mis amigos del barrio acompaƱados de la madre de uno de ellos. Una pelĆ­cula de ciencia ficción que cuenta la historia de unos niƱos que construyen una nave espacial y logran levantar el vuelo hasta el espacio. Una especie de fĆ”bula escapista infantil, asĆ­ que el nombre de aquella nave espacial no podĆ­a ser otro que Thunder Road. No caĆ­ en la cuenta del guiƱo de Joe Dante al disco de Bruce Springsteen hasta escuchar el Live 75-85 y por primera vez la canción.

Exploradores era una especie de Born to Run para niños, y a su vez Thunder Road tiene la capacidad para hacerte sentir el mismo tipo de magia, parte al igual que aquellas películas de situaciones reconocibles y hace que te subas al coche desde la primera canción hasta el final del viaje aun sin saber hacia donde se dirige, logra lo que siempre tuvo que hacer el arte, hacernos soñar.

Show a little faith, there's magic in the night

Comentarios

  1. GrandĆ­simo post Chals, sigues en racha! Me identifico con muchas de las cosas que cuentas... un abrazo.

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