The Waterboys - Room to Roam (1990)


En 1990 los Waterboys daban continuación a uno de los discos más celebrados de toda su carrera con Room To Roam, es más, podrían haberse editado bajo el mismo título, uno de mis discos preferidos de la banda. Si Fisherman's Blues era el camino, Room to Roam era el destino donde tenían que llegar, su Galway Skyline, el disco con el que Mike Scott se adentró definitivamente en el folk autóctono.

En Room To Roam fueron casi totalmente abducidos por la tradición, pero lo que a simple vista parece sólo un disco de música de influencias celtas supuso en su época una fusión innovadora de muchas de las tradiciones musicales irlandesas y escocesas, algo impensable para muchos fundamentalistas tradicionales, así pués los aires celtas de la costa Oeste de Irlanda se mezclaban con canciones basadas en tonadas tradicionales escocesas, nadie se había atrevido a llevar a cabo esta fusión de manera tan abierta y plana, ni con tanto atino.
Spiddal, paraiso terrenal, Galway.

Durante su larga estancia en Spiddal se fue asentando el núcleo de la banda con Mike Scott, Anto Thistlethwaite y Steve Wickham, y completando la formación se unieron los miembros ya consolidados de las anteriores sesiones: Colin Blackey,  Trevor Hutchinson y Noel Bridgeman, con una nueva incorporación, Sharon Shannon, artista inconmensurable que encontraron en la rica escena tradicional de Galway, quien además representaba como pocos el espíritu de la música que Mike Scott andaba buscando.

En aquellos años el grupo llevó la celtic soul a su modo de vida tocando donde les dejaban y extendiendo su gira a la vida diaria, en estaciones, aeropuertos, hoteles, bares, autobuses... por el simple placer de tocar. Se convirtieron en una caravana nómada que recolectaba sonidos y tonadas de todos los lugares por donde pasaban, el Me and Bobby McGee a este lado del atlántico.


Finalizada la gira del Fishserman's Blues volvieron a Spiddal y acondicionaron aquella casa de nuevo tal que su refugio sónico, como ya hicieran para el blues del pescador, y con ellos se trajeron ese ambiente de hermandad que surgió en la carretera y que quedó plasmado en cada surco, además en este disco Mike Scott no ejerció de manera tan estricta su papel de líder como venía siendo habitual y dejó que sus compañeros se implicaran más en la concepción del álbum. Fue importante en el acabado, orgánico y directo, y con la ayudada en la producción de Barry Becket, el mítico teclista de la Muscle Shoals Rhythm Section, que además formó parte en los 70 de la banda Traffic, quien pasó con ellos dos de los cuatro meses de grabación. Al disco añadieron sonido de directo, también de los exteriores de Spiddal y ambiente de taverna, junto con otros efectos más experimentales, sin pasarse y de manera muy medida.


Entre las canciones del puño y letra de Mike Scott, como la ya mítica y recordada A Man is in Love y How Long Will I Love You?, se fueron colando tonadas e ideas que se traían sus compañeros, algunas tradicionales, como la escocesa The Raggle Taggle Gypsy, y la reformada Natural Brige Blues, otras camufladas de nueva canción como Further Up, Further In. basada en la tonada Roche’s Favourite que solía formar parte del repertorio de Sharon. Y ese vals mecido por el aire de la costa en Something That Is Gone, perfecto para un agarrado.

Pero aún quedaban resquicios de su Big Music, la fantástica A Life in Sundays sería el ejemplo más claro, con coro soulero y crescendo incluido, saxo y riff de guitarra, eso sí, con una gaita haciéndo la competencia a las séis cuerdas, y con un "Yellow Submarine" en fade out hasta el final, genial. La breve Islandman sería el otro ejemplo de muro sónico de Big Music. Pero una de mis preferidas es la dixieland Spring Comes to Spiddal, una delicia perfecta que tiende un puente entre New Orleans y Galway. La canción Room To Roam, sirve de despedida con toda la banda cantando a coro, acreditada al escritor escocés de finales del siglo XIX George McDonald y que apareció en su novela Phantastes, y cerrando The Kings of Kerry, no acreditada en algunas ediciones como la que dispongo, tonada corta de folk tradicional pasada por el filtro de Mike Scott y coescrita con Sharon Shannon y Wickham.


Mike Scott declaró a posteriori que después de este disco redescubrió la guitarra eléctrica, y decidió que iba a dar un giro sónico a su grupo, y fue apoyado por Anto, pero con la disconformidad de Steve, perdieron así a una pieza fundamental de aquellos años, y claro, Sharon Shanon era una gran artista pero era imposible que pudiera cubrir tan inmenso vacío y más con las nuevas intenciones del escocés.

La celtic soul se esfumó durante mucho tiempo, y aquellos cuatro años en Spiddal quedaron congelados en el tiempo como una etapa de fantasía registrada en dos tremendos discos que recuerdan que aquel mito de libertad, olor a verde y a tierra mojada, un día fue real gracias al genio de Mike Scott.


Spiddal, paraiso terrenal para entrar a vivir



Comentarios

  1. Justamente este es el disco que menos he escuchado de The Waterboys....Tu post me dan ganas de rescatrlo, nunca le preste la atencion merecida, en aquella época eran sonidos que no estaban en mi menu del dia a dia.
    A+

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  2. No es de mis favoritos siendo gran disco. Para mi peca de irregular grandísimas canciones con otras un poco cojitas. Cualquiera de bap Kennedy es mejor. Aún así le guardo mucho cariño

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  3. Es un disco que no me impactó cuando se publicó y que con el paso de los años ha ido ganando un importante lugar en mi corazón. Qué gran post, mestre, tu final es épico y grandioso como la trayectoria de Mike Scott. Abraçada.

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  4. Es cierto, ese final de reseña resulta evocadora e inspirada. A mi este disco me es sagrado, lo llegué a oir muchisimo en el primer lustro de los noventa, muy inspirado y diverso, lo emulsionaron todo de forma magistral. Abrazo a todos!!

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  5. The Waterboys, unos grandes desconocidoa para mí, nunca me metí en su música, me dieron siempre pereza. Esto no quita para que reconozca que tu reseña sea especial, apasionada, se huele el campo y la humildad de su trabajo en grupo.

    De 10!

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