El octavo disco de Marah lleva por tĆtulo "Mountain Minstrelsy Of Pennsylvania". DespuĆ©s de la discreta recepción de "Life Is A Problem", se consolida el nĆŗcleo Dave Bielanko/Christine Smith y su querencia hacia las sonoridades folkies y aƱejas.
La primera vez que vi a los hermanos Bielanko fue en la gira de presentación del Live Sooner Or Later In Spain. No esperaba demasiado, la verdad, pero el directo que presenciĆ© fue muy bueno, lo dieron todo, mucha guitarra, mucha cerveza, mucha actitud y mucho rock'n'roll, el escenario de la Sala Wah Wah se quedó pequeƱo para una formación con tres guitarras, bajo, baterĆa y teclado, fue una gran velada de rock americano para saltar y bailar.
En aquellos dĆas llegue a leer en diversas publicaciones que Marah eran una de las bandas mĆ”s en forma del rock en directo. Entonces presentaban la nueva incorporación, Christine Smith, que no supuso un freno al desenfreno de aquella noche, aunque la intuición que tuve se confirmó tras Angel Of Destruction, el segundo de aquella formación (si contamos el disco navideƱo), que sin ser un mal disco no superaba su highlight If You Didn't Laugh, You'd Cry. Vinieron las tensiones entre los hermanos y el adiós amistoso de Serge Bielanko, parte importante de Marah, que tiraba la toalla y se retiraba a escribir sobre sus cosas y a una vida mĆ”s familiar. Era inevitable que el sonido de la banda se rensintiese, ademĆ”s no fue la Ćŗnica baja. Una lĆ”stima, el rock que destilaban los hermanos sobre el escenario me dejó en su momento un gran sabor de boca, espero que algĆŗn dĆa recuperen el tiempo perdido.
Su revĆ”lida llegó con Life Is A Problem, con el nĆŗcleo central de la banda formado por Dave Bielanko y, curiosamente, Christine Smith, ademĆ”s enlazaba con el sonido orgĆ”nico y mĆ”s folkie de su primer disco Let's Cut The Crap, no estaba mal la reinvención hacia las sonoridades mĆ”s acĆŗsticas, pero tampoco fue para echar cohetes, fue mĆ”s un disco de supervivencia y reafirmación. Ahora llega la continuación con Mountain Minstrelsy Of Pennsylvania, que mĆ”s que el onceavo disco de Marah, podrĆa considerarse el segundo disco de Dave/Christine.

La montaƱera The Falling Of The Pine abre el disco con un loop acĆŗstico a base de violĆn, arpa de boca, banjo y el ritmo marcado con el pie, base sobre la que se construye la canción que hacia su tramo final crece con la base rĆtmica y una harmónica lejana, parece improvisada. Melody Of Rain tiene gancho, es acĆŗstica pero es puro Marah, el coro se convierte en rasgo distintivo, la mĆ”s radiable, un acierto. Con An Old Timer's Plaint el tratamiento continĆŗa siendo folkie pero la dinĆ”mica es de rock'n'roll, aunque bien es cierto que podrĆan haber dejado alguna de las canciones fuera del tracklist, hasta cierto punto es gracioso que el niƱo componga la mĆŗsica y cante Harry Bell, pero en la pseudo-punkie Rattlesnakes ya les sobra, eso sĆ, la idea es buena.
La balada Luliana es correcta, la instrumentación muy bien llevada, no desentona y como otras, en el tramo final se recrea y gana, en Sing! O Muse Of The Mountain aparece la guitarra elĆ©ctrica, desentona en el total del disco, serĆa mĆ”s propia del repertorio junto a su hermano, con lo que queda claro que no han perdido tiempo en la elección de canciones bajo una cohesión general, simplemente han plasmado lo vivido sin mĆ”s. La joya del disco es sin lugar a dudas Ten Cents At The Gate, se denota la frescura e improvisación del momento y la esencia de las sesiones de grabación con la colaboración de vecinos y curiosos, coros de los asistentes y palmas, con la ayuda del grupo local Shurfine Barbershop Quartet, ademĆ”s una canción con la base ritmica del rock'n'roll arquĆ©tipico de Bo Diddley, Mona para ser exactos, es folk'n'roll de tomo y lomo, la joya del disco. Mountain Minstrelsy no dice gran cosa mĆ”s allĆ” del propio sonido, que a mi me encanta, y The Old Riverman's Regret tampoco pasarĆ” a la historia del folk, pero no deja de ser una balada folkie deliciosa, con Mother, Dad & Joe se despiden, mĆ”s que una canción parecen unos cuantos amigos tocando juntos por diversión.
A priori, sea cierta o no la historia, que por cierto es bonita y escapa un poco a lo habitual, el disco me parece bueno aunque no para rasgarse las vestiduras, es de admirar el proceso creativo y la grabación a micro abierto, un auténtico disco analógico grabado en una Iglesia en una zona rural y volcado directo a vinilo, y ademÔs suena como tal, sincero. Bielanko lo ha conseguido al menos en algunas de las canciones. Que nadie espere la enésima reinvención revivalista de la americana y/o el alt-country, es lo que es, un disco de folk tocado por alguien que viene del rock sin ninguna pretensión mÔs allÔ de plasmar lo vivido como una grata experiencia de folk'n'roll.
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Lo acabo de escuchar por el post que has puesto y la primera impresión es que es un poco irregular con dos o tres grandes temas le falta un poco de punch a la producción que parece un aprisa y corriendo
ResponderEliminarDe aqui se podrĆa haber sacado un buen EP, descartando unas ttres o cuatro canciones y con un pelin de produccion adicional. Aun asĆ no deja de parecerme interesante esa irregularidad y el proceso en si. Pero si, maylrmente coincido contigo. Saludos
EliminarAcojonadito estoy..Me da que los Bielanko se han perdido irremisiblemente..HabrÔ que prestarle mÔs atención aunqueeee....
ResponderEliminarUn abrazo.
A ver, no es un mal disco, pero tampoco querĆa mostrar un entusiasmo exagerado, le falta pulir, o no, puede que esa fuera la intención, hay alguna joyita, pero ni rastro de los Marah del rock'n'roll, quizĆ”s alguna pincelada. EscĆŗchalo si puedes y ya me cuentas. Saludos
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