Crónica III Konvencion Kinks (21/03/2015)

Podrán ustedes seguir una dieta vegana y hacer mil y un cursillos orientales, ir al spa o practicar algún deporte de riesgo, y si se tercia y la condición working class de cada cuál lo permite, incluso coger unas apacibles vacaciones a lomos de un crucero por el Caribe o comprar una caseta de campo para los domingos, todas actividades respetables y dignas de la salud más sana. Pero si realmente quieren ser felices únanse a esta comunidad kinky. La III Konvención Kinks fue un momento inmejorable para constatar como se iluminan los rostros cuando se cantan, se tocan, se bailan, se pinchan las canciones de los Kinks, y ojo que no hay nada kitsch en ello, digamos que es la pura necesidad de reirnos del mundo y de la propia vida, amándola a la vez, a través de un cancionero que se presta a ello como ninguno en la faz de la tierra.

Dicho ésto, primero que nada quiero dar las gracias a los organizadores del evento, su esfuerzo es inconmensurable, me sentí como en casa rodeado de gente maravillosa, una jornada muy completa que dió mucho de sí. Aunque a la charla en El Argonauta no pude llegar por un contratiempo logístico, los amigos ya me contaron que Jesús Ordovás estuvo genial, y que estuvo muy simpática la intervención del "Dave" de los Wyoming, aportando todos los conferenciantes jugosas anécdotas y detalles importantes. A continuación como estaba previsto, la comida de kinkfraternización en el Café Comercial fue el mejor momento para reencontrarme con buenos amigos y ver en persona a otros tantos que tenía muchas ganas de conocer, que gran familia, me encanta, estoy orgulloso de pertenecer a esta comunidad de papel pintado en la pared y te por la tarde.

Dados ya casi todos los abrazos posibles y después de llenar el estómago vino el documental Do It Again que de primeras me dió la impresión de obra menor por su estilo reality yanqui tan de moda en la actualidad. Como si de un work in progress se tratara sigue las desventuras de Geoff Edgers, anti-heroe y alma matter del proyecto, en su afán por reunir a los hermanos Davies entre trifulcas familiares y presupuestos que se quedan cortos. Ahora, después de vista y reposada, incluso os diría que mi impresión ha mejorado bastante, y dejando de lado los pocos recursos, considero que retrata muy bien esa fiebre que sufrimos quienes adoramos a los Kinks. Una búsqueda que empieza a trascender a un nivel superior a  medida que van desfilando algunos artistas entrevistados para la ocasión, excelentes Robyn Hitchcock, y Scott McCaughey junto a Peter Buck, almas kinkys hasta la médula, hasta Sting me resultó un tipo simpático, no podía faltar Paul Weller si consideramos que una de sus versiones redescubrió a una nueva generación el legado de los Kinks. Con desenlace fatídico donde el fracaso acaba sabiendo a victoria, al menos para mi que soy de los que pienso que no necesito a estas alturas un regreso de los Davies, ni por supuesto un disco que lo refrende, da miedo pensarlo, su legado es tan inconmensurable que podremos vivir sin ello, aunque no estaría mal tener alguno de ellos para alguna Konvencion, seguro que repetían.

Recio Bros (foto: Iñaki García)
El siguiente paso fue la apertura de puertas de la sala El Intruso, desfilaron los teloneros rindiendo con mucho respeto y amor algunas de las canciones que les han marcado, emotivo el homenaje de Javi Serrano a su padre con Waterloo Sunset y recordando como de pequeño le enseñó el camino correcto, y le acompañamos todos con su Harry Rag, me sorprendió el hermano de my King Nikochan, el sr.Black Meeple acompañado por Iñaki haciendo el Little Miss Queen of Darkness que les quedó muy bien, quedará para el recuerdo el medley del Preservation a cargo de los Recio Bros, sin dejarme en el tintero al escritor valenciano Santiago Álvarez, que por cierto acaba de estrenar novela muy recomendable, que se marcó un par de versiones perfectas, y como esto es intergeneracional, el veterano Luis Aguirre dejó para la posteridad su pasión por la música de los Kinks dejándolo todo en el escenario, yo de mayor quiero ser como él. Cerró la ronda el único e inefable Malcolm Scarpa con unas versiones muy personales y sentidas.

The Village Green Experience (Foto: Savoy Truffle / Nikochan)

Y llegaron The Village Green Experience, José Casas (guitarras y coros), Julio Zabala (teclados y coros), Álvaro Marque (bajo), Dani Kinda (voz solista y guitarra acústica) y Tony Gavilán (batería y coros). Tenía muchas ganas de verles en directo porque ya me habían avisado en repetidas ocasiones que son los putosamos en esto de recrear el legado de los de Musswell Hill, y vaya que lo son, porque una cosa es tener un repertorio grandioso a tu servicio, y otra es además llevarlo con el mismo grado de oficio, que de pasión, y lo que es más importante es que no se limitan a la fotocopia, lo suyo es de traca porque saben comunicar la esencia de los Kinks a todos los niveles. Si he de nombrar algunas canciones, dejando claro que todo el concierto fue perfecto, me quedaría con unas cuantas epifanías absolutas que han abierto nuevos caminos en mi continuo aprendizaje, I'm In disgrace y Rock'n'Roll Fantasy fueron seguidas y me señalaron dos de las obras menos conocidas, el mismo efecto causó en mi Do It Again, hasta Set Me Free me sonó con mucho soul. Colaboración de lujo en Sunny Afertoon con Guzmán, uno de los heroes de Dani Kinda, y una interpretación que aunque casi improvisada mostró mucha mucha grandeza. Malcolm Scarpa es uno de los artistas patrios que mejor han sabido absorver la influencia de los Kinks, así que no podía faltar en el escenario con la Village Green para I'll Remember, también aportó su especial visión de This Is Where I Belong, una canción que adoro y con la que estuve en total sintonía aquella noche. Pasaron las canciones que nos ponen la piel de gallina por muchas veces que suenen, Dedicated Follower Of Fashion, Lola, Days, por decir tres, estuvo una de las que llevo grabadas en el llavero, la gran Dead End Street, y las que alegran sin más, Picture Book, Autumn Almanac, David Watts... nos hicieron saltar, cantar y hacer que todos fueramos uno como rezó de nuevo una fantástica Strangers. Cerró You Really Got Me en una auténtica fiesta de rock'n'roll y ese riff glorioso y eterno. Y como debe ser, ante las fuertes emociones no es conveniente frenar de golpe, ahí entró en juego Dj Savoy Truffle que hizo la despedida más dulce a base de mega-hits rockeros de la vida, muy buena sesión.

Una experiencia única. Todo un éxito la III Konvencion Kinks, una gran familia que espero poder reencontrar la próxima temporada. Larga vida a The Kinks!!!


Comentarios

  1. Esto es una crónica. Muy acertados Hitchcock, McCaughey y Buck, me gustaron más que Paul Weller. Qué bien lo pasamos. Un abrazo.

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  2. Fantástica la III KK y a repetir, seguro, en próximas convocatorias. Lástima que me perdiera las dos primeras partes (presentación literaria y comida) pero, en fin, intenté pasármelo lo mejor posible en la tercera y última, y a fe que creo que lo conseguí.
    Excelente crónica que añade a lo reciente del evento los momentos que más y mejor perdurarán en la mente de los asistentes.
    Abrazos,
    JdG

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  3. Chals como los sueños buenos pasó demasiado deprisa. Ya tengo ganas de vertey kinkinear.Me encanta como lo has contado.

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  4. Chals muy buena crónica. solo un detalle, la foto de la Village Green es mía y Nikochan me la cogió.

    Abrazos.

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  5. Un post sentido y acertado, lo pasmaos de coña y fue genial conocerte al fín, volveremos a la carga seguro.

    abrazo.

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