Este año se han editado unos cuantos conciertos a considerar, a destacar el de Ryan Adams y el de Nick Cave, ambos muy buenos, ojo también con el menos conocido y desenfrenado directo de Daddy Long Legs que ya comenté. Otro de los conciertos a destacar y que por mera debilidad está en lo alto de la Route es este doble "From The Violent Banks of the Kaaterskill" de Simone Felice, grabado al abrigo del mundanal ruido en las Montañas de Catskill en riguroso directo y con la presencia de unos pocos afortunados.
Simone Felice es uno de los cantautores en activo que más admiro, diría más, es de los artistas actuales con el que profusamente me identifico más cuando se trata de mirar hacia adentro, su anterior disco "Strangers" (reseña: http://goo.gl/5JY3vv) fue para mí una de las rodajas más destacadas de la pasada temporada sólo superado por artistas de mayor embergadura y recorrido como Lucinda Williams y Chuck Prophet. Su campo abierto es la lírica intensa y la sentida interpretación, arreglos generalmente minimalistas, acústicos. Pero también con sus puntos de fuga hacia un pop adictivo de golosina y radiofórmula. Eso sí, pocos alcanzan este nivel y además con tan marcada personalidad, ahí no dejo ningún espacio a la duda.
Y es curioso, porque si ya tenía en mente la vaga idea de que su repertorio llevaba camino de superar al de sus hermanos, ahora se confirma un poco más por el simple hecho de que lleva de sideband precisamente a The Felice Brothers, totalmente a la disposición de sus canciones y con todo el peso que ello conlleva, órgano, acordeón y violín incluidos, sin dejarme los inestimables coros de la preciosa voz de Anna Mitchell, si, por todo lo alto. La cosa no queda ahí, porque Simone Felice añade unas cuantas canciones co-escritas con sus hermanos y otras tantas de su anterior banda The Duke & The King. Un total de veinticinco canciones a la vena, un repertorio extenso que podría funcionar a la perfección como una antología de sus mejores canciones desde el punto de vista de sus últimos discos, lo que quiere decir que se las lleva todas a ese terreno.
Abre el concierto con "Bye Bye Palenville", una de sus mejores canciones, del anterior disco. Lo hace metiéndonos desde el principio en su mundo interior, y es que tiene suficientes ases en la manga como para empezar por todo lo alto, de sus baladas emocionales no podían faltar "If You Go to LA" y "Running Through My Head" con momento de coros en crescendo de poner el corazón en un puño, también del Strangers es "The Gallows" una de sus joyas menos conocidas, y del primer disco en solitario "Hey Bobby Ray", "New York Times", "Dawn Brady's Son" y "Splendor in the Grass". Su mano con la poesía se persona en el recitado de "Country Echoes", uno de sus poemas.
"You & I belong" es una de sus golosinas pop que parece estar dispuesta a modo de respiro (se deja "Molly O" otra de sus pop-songs pegadizas), la otra "Radio Song" esta vez del repertorio de los Felice Brothers, otro de los momentos más animados, aunque no es la tónica. Fenomenal la segunda canción del concierto "Don't Wake the Scarecrow", y ya os digo que si no te emociona eres de piedra, de los hermanos Felice también tenemos "Your Belly in My Arms", "Mercy" y "The Devil Is Real". Y no podían faltar "The Morning I Get to Hell", "One More American Song" y "Union Street" co-escritas con Robert Burke para el Duque y el Rey. Repertorio tiene para aburrir, aunque de esa etapa inconprensiblemente ignora su segundo disco y con él "Shine On", favorita de mi vida desde que la escuché por primera vez, un mal menor sin importancia a tenor del resultado. Como despedida se marca una versión de "Wish You Where Here", si habéis leído bien, la canción de los Pink Floyd, y vale que la original es inalcanzable, pero lo que hace con ella es increible, se la trae a su terreno y suena a Simone Felice, logra emocionarme como la original, si se trata de eso, lo consigue.
De momento continúa siendo un artista que no dispone de una cobertura amplia, aunque a la falta de popularidad podríamos añadir un repertorio no apto para todos los públicos. Canciones que representan quien es ahora Simone Felice, que parecen haber nacido dentro del Helpless de Neil Young, tienen la sensibilidad del Shakey en el Massey Hall, y es capaz de transmitirla con interpretaciones sentidas. Recuerdos lejanos, letanías, profundos deseos inconfesables, emociones intensas, amor sin coacciones, recuerdos de la infancia, aviso que la intención del presente setlist es claramente reflexiva pese a las excepciones contadas y por tanto se trata de un disco que no es fácil si no estás familiarizado o no te gusta su obra. Con todo, lo realmente grande de este concierto es que crea un ambiente especial que supera el mero documento testimonio de sus andanzas en vivo, si ya es sabido que su directo tiene alma, en este doble disco es capaz de atraparla, cosa que lo convierte en un registro único, un directo imprescindible, un favorito.
Foto: Tajette O'Halloran |
"You & I belong" es una de sus golosinas pop que parece estar dispuesta a modo de respiro (se deja "Molly O" otra de sus pop-songs pegadizas), la otra "Radio Song" esta vez del repertorio de los Felice Brothers, otro de los momentos más animados, aunque no es la tónica. Fenomenal la segunda canción del concierto "Don't Wake the Scarecrow", y ya os digo que si no te emociona eres de piedra, de los hermanos Felice también tenemos "Your Belly in My Arms", "Mercy" y "The Devil Is Real". Y no podían faltar "The Morning I Get to Hell", "One More American Song" y "Union Street" co-escritas con Robert Burke para el Duque y el Rey. Repertorio tiene para aburrir, aunque de esa etapa inconprensiblemente ignora su segundo disco y con él "Shine On", favorita de mi vida desde que la escuché por primera vez, un mal menor sin importancia a tenor del resultado. Como despedida se marca una versión de "Wish You Where Here", si habéis leído bien, la canción de los Pink Floyd, y vale que la original es inalcanzable, pero lo que hace con ella es increible, se la trae a su terreno y suena a Simone Felice, logra emocionarme como la original, si se trata de eso, lo consigue.
De momento continúa siendo un artista que no dispone de una cobertura amplia, aunque a la falta de popularidad podríamos añadir un repertorio no apto para todos los públicos. Canciones que representan quien es ahora Simone Felice, que parecen haber nacido dentro del Helpless de Neil Young, tienen la sensibilidad del Shakey en el Massey Hall, y es capaz de transmitirla con interpretaciones sentidas. Recuerdos lejanos, letanías, profundos deseos inconfesables, emociones intensas, amor sin coacciones, recuerdos de la infancia, aviso que la intención del presente setlist es claramente reflexiva pese a las excepciones contadas y por tanto se trata de un disco que no es fácil si no estás familiarizado o no te gusta su obra. Con todo, lo realmente grande de este concierto es que crea un ambiente especial que supera el mero documento testimonio de sus andanzas en vivo, si ya es sabido que su directo tiene alma, en este doble disco es capaz de atraparla, cosa que lo convierte en un registro único, un directo imprescindible, un favorito.
Grata noticia esta del nuevo disco de Simon Felice. Soy dedicado admirador de los hermanos, bien sea como Felice o como Duke & King. Me quedé el año pasado con las ganas de hacerme con el "Stranger", pero de este no pasa. Me lo pido por Reyes.
ResponderEliminarSaludos,
JdG