Those Pretty Wrongs - s/t (Ardent/Burger, 2016)


El nombre de Jody Stephens ya es suficiente para llamar la atención, al menos en mi caso, de su pasado con Big Star poco que añadir que todo buen amante de la música no sepa. Y por otra parte tenemos a Luther Russell de los Freewheelers, este menos conocido. Ambos se van a Memphis y montan un disco donde recuperan equipo e instrumentos de Big Star, las intenciones por tanto son claras.

Y no voy a hechar cohetes con este disco, las cosas como son puesto que no salvarĆ”n el rock del presente aƱo, ni podrĆ­a soltar que es de los mejores discos y tal y cual... ya sabĆ©is todas estas mandangas de la promoción, pero mĆ”s allĆ” de si serĆ” recordado al aƱo que viene, si que os digo que estĆ” hecho con mucho gusto, power-pop mĆ”s pop que power que nació sin mayor pretensión que rendir homenaje a Big Star en directo y acompaƱar con su mĆŗsica el documental Nothing Can Hurt Me, y quizĆ”s Ć©ste sea el rasgo que les da valor, su carĆ”cter tranquilo, disco transparente y directo, todas las canciones nos llevarĆ”n a lugares ya conocidos y yo que lo agradezco porque ademĆ”s ambos demuestran que saben hacer canciones bonitas y utilizar melodĆ­as al gusto que entran como la seda. 

Me gusta el carÔcter acústico de muchas de sus canciones, Ordinary me parece exquisita, esos coros tan beatle presentes a lo largo del disco me encantan, en la misma onda tranquila transcurre la bonita Lucky Guy. Thrown Away tiene el marchamo de la gran estrela y Never Goodbye ya vale el disco y me hace desprenderme de la primera impresión de "obra menor", ya quisieran muchos tener a su alcance canciones como la deliciosa Start Again, y para que mÔs se pregunta uno. Cierra The Heart, acústicas, piano y un arreglo de viento que la hace especial, un buen fundido a negro para un pequeña joya como ésta.

AsĆ­ que no serĆ” un disco primordial, quizĆ”s, se admite y que mĆ”s da, porque lo que si  destilan estas canciones es autĆ©ntico amor y cuidado por la mĆŗsica que les gusta a ambos mĆŗsicos, y ademĆ”s es suficiente como excusa para escuchar de nuevo en directo power-pop de calidad de la vieja escuela, aquella que se alimenta de Beatles y Byrds, y por supuesto Big Star.  Yo por si a caso y si nada me lo impide no me los perderĆ© puĆ©s esta colección de canciones estoy seguro que encastarĆ”n la mar de bien entre el repertorio clĆ”sico de la Gran Estrella, y eso mis queridos routers no es para perdĆ©rselo. 


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