El nombre de Jody Stephens ya es suficiente para llamar la atención, al menos en mi caso, de su pasado con Big Star poco que añadir que todo buen amante de la música no sepa. Y por otra parte tenemos a Luther Russell de los Freewheelers, este menos conocido. Ambos se van a Memphis y montan un disco donde recuperan equipo e instrumentos de Big Star, las intenciones por tanto son claras.
Y no voy a hechar cohetes con este disco, las cosas como son puesto que no salvarĆ”n el rock del presente aƱo, ni podrĆa soltar que es de los mejores discos y tal y cual... ya sabĆ©is todas estas mandangas de la promoción, pero mĆ”s allĆ” de si serĆ” recordado al aƱo que viene, si que os digo que estĆ” hecho con mucho gusto, power-pop mĆ”s pop que power que nació sin mayor pretensión que rendir homenaje a Big Star en directo y acompaƱar con su mĆŗsica el documental Nothing Can Hurt Me, y quizĆ”s Ć©ste sea el rasgo que les da valor, su carĆ”cter tranquilo, disco transparente y directo, todas las canciones nos llevarĆ”n a lugares ya conocidos y yo que lo agradezco porque ademĆ”s ambos demuestran que saben hacer canciones bonitas y utilizar melodĆas al gusto que entran como la seda.

Asà que no serÔ un disco primordial, quizÔs, se admite y que mÔs da, porque lo que si destilan estas canciones es auténtico amor y cuidado por la música que les gusta a ambos músicos, y ademÔs es suficiente como excusa para escuchar de nuevo en directo power-pop de calidad de la vieja escuela, aquella que se alimenta de Beatles y Byrds, y por supuesto Big Star. Yo por si a caso y si nada me lo impide no me los perderé pués esta colección de canciones estoy seguro que encastarÔn la mar de bien entre el repertorio clÔsico de la Gran Estrella, y eso mis queridos routers no es para perdérselo.
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