...la escritora no cae en la autocomplacencia del fan, pués si hace falta desmitifica ciertos aspectos de su mito, el Bowie implacable, la búsqueda del éxito por encima de quien sea, también mucho sexo, mentiras...
Ciertamente la muerte de Bowie nos ha pillado a todos por sorpresa, un duro mazazo que aún hoy después de dos años continúa provocándome cierta deshazón. Era indudable que la avalancha de memorabilia, marketing, camisetas...etc, hiciera acto de presencia, como con Lou Reed, Lennon, y como con algunos de los iconos más importantes de la cultura popular de las últimas décadas, el negocio de la muerte rentabiliza económicamente el recuerdo de la estrella de turno, ésto que cuento es cierto, pero también me niego a ejercer de abuelo cebolleta, y sí, soy consciente del mercadeo implacable, pero también es verdad que amo a estos artistas y cualquier golosina que caiga en mis manos será disfrutada al máximo.
Es el caso de este Hero: David Bowie de la escritora Lesley-Ann Jones.
La autora asegura al inicio de las más de 500 páginas que llevaba ya
mucho tiempo enfrascada en este proyecto y que como a muchos otros su
muerte le pilló por sorpresa. Declaración que de primeras invita a
cogérsela con pinzas pués justamente este libro se publica unos meses
después de que Ziggy volviera a las estrellas. ¿Pero que encontraremos en este libro? Es la pregunta clave y a nadie
quiero engañar. Digamos que las mismas bazas de este libro son sus
mismos defectos y aún a sabiendas del oportunismo que pueda deducirse,
bien es cierto que Lesley-Ann Jones fue vecina de nuestro héroe desde la
infancia al sur de Londres en Bromley y también buena amiga hasta el
final de sus días, cosa que hace de la autora una privilegiada a la hora
de documentarse de según que cosas. Además una biografía de esta
magnitud, por lo extensa y exhaustiva, no podría armarse en unos meses,
sería imposible.
Uno de los amigos exiliados ya me comentó sus impresiones respecto a otro de los libros que la autora escribió sobre Freddie Mercury, y aquella impresión es cierta, Lesley-Ann Jones peca de amarillismo y en ocasiones se echa de menos una mayor profundidad en según que aspectos musicales, grabación y composición de las diferentes fases artísticas de nuestro héroe, que no son pocas. Con todo, sus momentos buenos tiene al respecto. Carencia que suple con un relato que os dejará sin respiración, con infinidad de citas y declaraciones de protagonistas implicados directamente en su vida y obra. Además la escritora no cae en la autocomplacencia del fan, pués si hace falta desmitifica ciertos aspectos de su historia, el Bowie implacable, la búsqueda del éxito por encima de quien sea, también mucho sexo, mentiras... Por supuesto queda patente su genialidad y su mente inquieta y casi sobre-humana en cuanto al ritmo artístico, sobretodo en los años de mayor apogeo, y de como su obra camina grácil por la delgada línia que separa la inspiración del plagio. Sólo por dejar una anécdota que cuenta el propio Bowie, durante años Mick Jagger se negó a compartir el mismo habitáculo con Bowie por miedo a que se apropiara de alguna de las ideas que le pasaran en aquel momento por la cabeza, ahí es nada.
Uno de los amigos exiliados ya me comentó sus impresiones respecto a otro de los libros que la autora escribió sobre Freddie Mercury, y aquella impresión es cierta, Lesley-Ann Jones peca de amarillismo y en ocasiones se echa de menos una mayor profundidad en según que aspectos musicales, grabación y composición de las diferentes fases artísticas de nuestro héroe, que no son pocas. Con todo, sus momentos buenos tiene al respecto. Carencia que suple con un relato que os dejará sin respiración, con infinidad de citas y declaraciones de protagonistas implicados directamente en su vida y obra. Además la escritora no cae en la autocomplacencia del fan, pués si hace falta desmitifica ciertos aspectos de su historia, el Bowie implacable, la búsqueda del éxito por encima de quien sea, también mucho sexo, mentiras... Por supuesto queda patente su genialidad y su mente inquieta y casi sobre-humana en cuanto al ritmo artístico, sobretodo en los años de mayor apogeo, y de como su obra camina grácil por la delgada línia que separa la inspiración del plagio. Sólo por dejar una anécdota que cuenta el propio Bowie, durante años Mick Jagger se negó a compartir el mismo habitáculo con Bowie por miedo a que se apropiara de alguna de las ideas que le pasaran en aquel momento por la cabeza, ahí es nada.
Por Chas Roig
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