Además es indudable que si de apoyar a sus músicos se trata a niveles culturales, los yanquis van años luz por delante de nosotros en lo que a filtrarse en los ámbitos más cotidianos del día a día se refiere (podríamos añadir a los británicos, off course). Y no se trata de degustar con exclusividad, puesto que como ya decía tenemos artistas grandísimos, eso sí, no pienso perderme las ambrosías sonoras que todos los años nos llegan importadas por el tío Sam. Y a quien le pique que se rasque:
Jason Isbell and the 400 Unit - The Nashville Sound
A falta de un Ryan Adams inspirado... o mejor dicho, ya puede correr el de Carolina si quiere recuperar el terreno que dejó atrás desde su fenomenal Ashes And Fire, porque Isbell ha ido editando discos a su ritmo, a su aire, y como quien no quiere la cosa ocupa hoy por hoy un lugar importante dentro de los estilos más cercanos a la tradición americana. Sin embargo desde su debut con aquel disco en directo junto a los 400 Unit que no me encandilaba tanto. Podríamos encuadrar Cumberland Cup en el rock americano de corte clásico, aquello que se dió por llamar Heartland-Rock, en el otro extremo lo que decía al principio respecto al sr.Adams: If We Were Vampires es una delicia que deja a Isbell al nivel del gran intérprete que es. Aquí si, este disco es mi favorito de Isbell y uno de la temporada.
Ian Felice - In The Kingdom Of Dreams
Ya hace tiempo que no doy un duro por el grupo de los hermanos Felice, el último disco que me dejó KO fue Yonder Is The Clock, después no es que les considere malos, simplemente no me dejaban con las patas vueltas del revés, me aburrían. Cosa que no me pasaba con el hermano pequeño, Simone Felice y sus proyectos, tanto en solitario como con The Duke and The King. Engrosemos la lista de la familia Felice porque este disco es muy bueno, a considerar el segundo en solitario, recordad que Iantown, disco seminal de los Felice ya mostraba a un Ian líder absoluto de la banda. Esta es su obra más personal, de corte íntimo, querencias acústicas y arreglos de ambrosía, Signs Of Spring y In The Final Reckoning favoritas. Fabuloso.
Lukas Nelson & Promise Of The Real
Vaya con el hijo de Willie, ya había editado algún disco a un gran nivel, y aunque sea popular por liderar la banda de acompañamiento del último Neil Young, con este disco se gana la reputación por derecho propio y sin apellidos que valgan. Un gran disco de americana, uno de los mejores del año, un disfrute para los amantes del género, guitarras que saben a gloria bendita, por favor Set Me Down On A Cloud es para enmarcar. Fool Me Once lo muestra además como un gran vocalista. Me encanta el regusto agradable que tiene a los primeros discos de Kris Kristofferson cuando andaba metido de lleno en la contracultura pero sin sacar los pies del country.
Micah P Hinson presents The Holy Strangers
Es una debilidad, lo admito. Hace tiempo que Micah se ha instalado en cierta comodidad, sus discos ya tiene poco nuevo que decir, pero que más da. Micah tiene una voz propia, una manera de explicar las cosas y una concepción de la música que baila perfectamente entre los aromas más clásicos de la tradición americana y las tendencias musicales en estas lides que se ha dado por llamar indie-folk. Otro ladrillo en una pared que ya se alza con una trayectoria importante. Su anterior disco que me gustó pero sin arrebatarme, aquí desde el preciosismo inicial en The Temptation, ya puede intuirse que esta vez el sr.Hinson quería algo especial. Lover's Lane es una delicia, de estar vivo Cash estoy seguro que haría su versión. The Lady Of Abilene y Come By Here justo hacia el final del disco son favoritas. Un disco para mascar con tranquilidad, pasajes instrumentales preciosistas, canciones intensas entre gominolas folk. Me encanta.
Josh Ritter - Gathering
Josh Ritter es un artista como la copa de un pino, quizás de todos los aquí expuestos sea el que merece mayor reconocimiento del que disfruta. Sin salirse de sus querencias americanas naturales de singer-songwritter, sabe imprimir a sus discos una sensibilidad pop fuera de toda duda, tiene además una obra inconmensurable a descubrir, al menos desde aquel favorito que me lo descubrió (So Runs The World Away). Sinceramente este artista tiene una sensibilidad que se sale de la media y en Gathering lo vuelve a demostrar, supongo que si de americana se trata muchos discos podrían superarlo dentro de un canon, para mi Ritter abre la puerta hacia posibilidades mucho más melódicas, algo que queda patente con el tratamiento en tonadas como Showboat y la más delicada Train Go By. De nuevo Cash, de nuevo el bum-chic-a-bum Feels Like Lighting, que difícil y que fácil lo hace. magnífico el duo con Bob Weir. ¿Que más se puede pedir?. Espero que no caiga este año de demasiadas listas, porque este disco lo vale.
My Darling Clementine - Still Testifying
Este dueto británico compuesto por Michael Weston King y Lou Dalgleish, matrimonio para más señas, ya lleva unos años haciendo discos perfectos, country, pop, country-soul y americana. No muy conocidos. Con una gracia especial para salirse de los cánones por la vía años 70, para amantes de la música de Dusty Springfield, Carole King y Burt Bacharach. Este disco es un caramelo, una maravilla para los sentidos. Los amantes de los discos además con el aliciente de encontrar continuas referencias a esos discos musthave tan difíciles de filtrar/absorver. Desde la inicial The Embers & The Flame, que baila perfectamente entre los estilos comentados. Y ojo que el sr.Weston King también es un gran guitarra, sin protagonismo excesivo pero si con mucha clase capaz de sacarse riffs que te enganchan, para muestra There's Nothing You Can't Tell Me. Quien no se derrita con baladas como Just A Woman es que no está vivo, interpretación perfecta. Apunten: Still Testifying. Caramelo.
Chris Hillman - Bidin' My Time
Chris Hillman - Bidin' My Time
Hillman es un clásico de todos los tiempos, ha estado en discos obras maestra de la historia del rock y del country, un pionero, un visionario. Pero ese no es el tema ahora. El tema es que ha sacado un disco precioso que se sostiene por si sólo y sin recurrir a la megalomanía, que se escucha de un tirón, de agradable escucha y melodías que por lo bajini se van quedando poco a poco. No hay nada nuevo bajo el sol. Sólo muy buen gusto y una interpretación sentida. Un precioso y suave disco de country. Different Rivers es preciosérrima, y que decir del homenaje a Petty? en estas coordenadas que no se salen del cánon country se advierte más grande y atemporal aún si cabe. Un disco que no quedará inscrito en los anales de la música, por supuesto, y si comparamos con lo que ha hecho este señor, pero que más da, disfrutemos del ahora con el sr.Hillman. Precioso disco de "la arruga es bella".
Los tres primeros de la lista me gustan mucho, aunque a mi el disco de los Felice Brothers del año pasado me gustó mucho. El de Lukas está muy bien, lo reseñé ayer precisamente y el de Isbell también creo que supera al anterior.
ResponderEliminarMe gusta también el de Hillman, muy clásico y con ese toque especial por ser el útltimo protecto de Petty.
El de Ritter no me ha ganado, pero lo volveré a intentar. El resto lo tengo pendientes.
Buena relación de discos sin duda.
Abrazos.
Hay mucho y bueno en estas sonoridades americanas. Voy directo a tu reseña de Lukas que tenía pendiente su lectura. El de Ritter es exquisito, aunque en eso tienes razón, de primeras no entra, pero es muy muy bueno, la reseña de la isla de Nikochan tiene la clave.
EliminarAlgunas coincidencias, las que no pues se debe a que casi no los escuché. Con Isbell tengo un sí pero no que me puede. Es mejor disco que el anterior pero no me enamora. Al amigo Felice le debo más atención, sin duda lo haré. Grandes recomendaciones.
ResponderEliminarA mi el de Isbell creo que es junto a su directo inicial, el que más me gusta con diferencia de su carrera. Es un gran intérprete y guitarrista. Y el de Felice, atiende a él, es buenísimo.
EliminarGrandes discos todos.
ResponderEliminarGracias.
Gran año este. Me he dejado alguno en el tintero por falta de tiempo, como por ejemplo el de Dave Rawlings. Todo se andará. Adiós
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