Cigarettes After Sex - s/n (PTKF, 2017)


Bajo el nombre tan sugerente de Cigarettes After Sex se esconde el colectivo con base en Brooklyn liderado por el compositor Greg Gonzalez. Una de las grandes sorpresas que me llevo del presente aƱo, tal vez uno de los discos que mĆ”s he escuchado desde su edición en junio. Desde entonces las escuchas se han sucedido sin descanso. 

Una sorpresa porque viniendo bajo la etiqueta ambient y/o dream-pop pensaba que ya poco se podĆ­a decir mĆ”s allĆ” de lo que cantó Hope Sandoval en uno de mis discos predilectos de los 90, el So Tonight. Pero no es asĆ­. Las coordenadas son conocidas, cadencias a ralentĆ­, guitarras limpias y vaporosas, bajo con mucho cuerpo y siempre presente, escobillas, teclados acolchando los espacios, la reverb al mĆ”ximo e interpretación de terciopelo, cumple el estereotipo perfecto del gĆ©nero, no inventa nada y aĆŗn asĆ­ cabrĆ­a sin mĆ”s situar este disco junto a los grandes del gĆ©nero herederos directos del Sunday Morning velvetiano. 

foto: Ebru Yildiz
Desde arranque K nos introduce con capas ambientales que sugieren espacios abiertos, hasta dar protagonismo a una voz dulce, melancólica y sensual. Incluso podría decirse que el sr.Gonzalez ha mamado del gran Burt Bacharach cuando se escucha Each Time You Fall In Love, tonada que prfectamente podría acompañarnos igual en un after, en una romÔntica velada como una dolorosa mañana de resaca, canciones que por lo general cumple con la premisa de amoldarse muy bien a diferentes estados de Ônimo. Preciosa también Sunsetz con un gancho melódico perfecto, los arpegios placenteros de la guitarra de Gonzalez recorren Apocalypse en la misma linea sónica que poco variarÔ hasta el final del disco, factor que sin embargo no resta interés ni merma la atención, escucha sinó Sweet, puede llegar a ser una agradable experiencia si cierras los ojos y te dejas llevar. Encarando la recta final Truly sube un poco el groove, incluso se atreven con John Wayne su particular homenaje al inefable cowboy hoollywoodiense, ni Richard Hawley en sus sueños mÔs húmedos podría imaginar una tonada con unas guitarras como éstas. Sus letras hablan de amor, de su pérdida y sus contradicciones, de promesas por cumplir, de no ser correspondido, también de dejarse llevar, la mayor parte de las veces da la sensación de que el sr.Gonzalez establece un diÔlogo sin respuesta con una supuesta amante o amada (http://www.cigarettesaftersex.com/lyrics). En todo caso, quizÔs no sea la temÔtica lírica el centro del disco mÔs que las agradables sensaciones que provocan su escucha.

No hay artificios, las intenciones de Greg Gonzalez son diÔfanas y no quiero engañar a nadie pués la fórmula es bien conocida, un disco bien marcado por el estilo que presenta que no se mueve demasiado de las lides del Dream-pop, mÔs cercanos a Mazzy Star que a Galaxy 500 para mÔs señas, pero lo que consigue con guitarra y bajo, teclado y batería, y una voz suave casi susurrada y sugerente, es una de las grandes joyas del presente año, perfecto para amantes del género pero también para quienes gusten de la música capaz de envolverte en sus brumas sónicas. Un disco que recomiendo encarecidamente si es que aún no lo has escuchado. Delicatessen.


Comentarios