Vuelta a la gran rueda, el monstruo empieza a rodar y requiere nuestros servicios, atrás va quedando la época estival: angustia vital. Me detengo y respiro profundamente - venga va, no seas así - me digo a mi mismo - siéntate un rato y respira. Entonces aparece esa canción botella de oxígeno que nada tiene de especial si tenemos en cuenta las millones de novedades que nos inundan cada día, y seguro que desde la grada de la escucha digital alguien levanta la mano y grita que conoce algo que es mejor. Y es verdad, Hovvdy pueden pasar desapercibidos como una refencia menor, pero estaban en ese momento vía de escape "me la suda todo ya" porque ellos tienen ese feeling de las canciones downtempo yolantongueras, salvando las distancias claro, pero la gracia y el talento ahí están.
Hovvdy son Charlie Martin y Will Taylor, músicos procedentes de Austin que editaron un disco debut titulado Taster que ya me gustó muchísimo, el feeling aquí es el mismo tal y como ellos mismos se autoetiquetan acertadamente en su bandcamp como 'pop de dormitorio', y sí, nos podría servir esta acepción. En Cranberry la producción es menos simple que su predecesor y añaden matices programados y arreglos varios, algo que carece de importancia cuando entras de lleno en su idiosincrasia particular y te dejas llevar.
Brave me recuerda que es sentarse al margen de un camino entre naranjos una primavera cualquiera de hace demasiados años, dejarse llevar por la brisa de la sobremesa y el susurro de las hojas rozándose, es una sensación, un estado al que me transporta la música de Hovvdy y entiendo por tanto que esta reivindicación musical no deje de ser muy particular. In The Sun me lleva directamente al malogrado Mark Linkous cuando decidía que la vida tenía momentos buenos que valía la pena vivir a pesar de los pesares y se sacaba una preciosidad de pop a ralentí de la manga, es el tono o la dimensión de este disco. Thru introduce las programaciones en sus arreglos que a priori no molestan ni son protagonistas, y que gustosa y tímida pedal en Truck. Late viene más vestida y arreglada, la canción más "de banda" del paquete. Quitter nos lleva a la cadencia acústica de Elliott Smith, otra de las coordenadas que fácilmente me asaltan con la escucha de estas canciones.
Un disco que entronca con el lo-fi y el slow-core, cadencias suaves que nos retrotraen a los noventas menos conocidos. Cranberry confirma a Hovvdy como alumnos aventajados de Yo La Tengo y sucesores de los hace mucho tiempo olvidados Duster. Perfecto para volver a la rueda y recordar entre brumas de nostalgia nuestro efímero paso por otro luminoso verano de tranquilidad y despreocupación. Favorito para dejarme ir.
Un disco que entronca con el lo-fi y el slow-core, cadencias suaves que nos retrotraen a los noventas menos conocidos. Cranberry confirma a Hovvdy como alumnos aventajados de Yo La Tengo y sucesores de los hace mucho tiempo olvidados Duster. Perfecto para volver a la rueda y recordar entre brumas de nostalgia nuestro efímero paso por otro luminoso verano de tranquilidad y despreocupación. Favorito para dejarme ir.
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