De primeras tengo que decir que soy fan fan de Kim Deal, la considero una de las damas del rock alternativo más importantes de su tiempo aunque no se le reconozca, y ahí no voy a entrar en disputas de género porque quizás no sea el tema. Pero sí, es una de las artistas que mejor han sabido conjugar la simplicidad y el ingenio bailando entre las dos aguas de la independencia y la popularidad, asumiendo la carga de haber pertenecido a uno de los combos más importantes del rock alternativo. Tanto Last Splash, como Pacer (de su otro proyecto The Amps), los considero ejemplos de lo que fue el buen rock alternativo de los 90, y no me dejo Pod pués es un disco seminal del sonido alt 90 y más influyente de lo que se le presupone.
Fue Cannonball su hit más celebrado, sin embargo aún hoy cuando pincho aquel disco paso unas cuantas veces por No Aloha antes de continuar tracklist arriba, me fascina su timbre de voz, me atrapa, y es aquí la canción All Nerve prima hermana de aquella, mismo gusto, adictiva y con gancho. A Kim Deal la acompañará ser una ex-Pixies, así pués me resulta inevitable no caer en la comparación con los actuales Pixies, que quizás no han sido capaces de acercarse con sus nuevos discos al nivel del legado tan grandioso que atesora. No es el caso de las Breeders. Abre el disco Nervous Mary que mantiene el pulso a su pasado discográfico, como si aquel tiempo en que las buenas guitarras podían escucharse en los medios más generales no hubiera pasado. Escuchando simplemente Wait In the Car es para pensar que el sr.Francis se perdió en su orgullo a la hora de tomar las riendas, pués para mi esta tonada ya vale todo lo publicado por la banda del Surfer Rosa en los últimos años. Se salen del guión con MetaGoth, una canción con las reminiscencias post-punk de Joy Division, me sorprende y me encanta. Spacewoman no es de lo mejor del pack, una canción medio tiempo de guitarras de estilo 'breeder', a destacar de esta segunda parte del disco Archangel's Thunderbird donde recuperan la rítmica groovy simplona de su celebérrima canción, Dawn es etérea-noise, de las que podría haber pertenecido a alguno de sus discos menos conocidos. Skinhead #2 es una de mis favoritas de esta segunda mitad, y Blues At The Acropolis cierra el disco dejando el buen sabor de boca de saber que hay cosas que por suerte no cambian.
La presencia de Steve Albini cumple su función, raspa cuando tiene que raspar, al igual que la colaboración de la ahora más popular Courtney Barnett que sabe a que árbol arrimarse desde luego, aunque supongo que servirá más para acercar a sus seguidores a la ex-pixie. No, no hay aquí evolución que valga, ni maduración a la que acogerse para defender este disco, no ofrece ninguna novedad a excepción de su acercamiento post-punk puntual. Es simplemente otro buen disco de las Breeders con una primera mitad irrefutable, cuatro primeras canciones que valen su peso en oro y por las que ya merece la pena la edición de este disco, y el resto tiene menos gancho pero no obstante no baja el nivel, necesita su tiempo, y todo eso a mi me basta para pasar muy buenos momentos enganchado a su tracklist. Tengo claro que dentro de su propia discografía estamos ante uno de sus mejores títulos. Adoro a las Breeders.
Fue Cannonball su hit más celebrado, sin embargo aún hoy cuando pincho aquel disco paso unas cuantas veces por No Aloha antes de continuar tracklist arriba, me fascina su timbre de voz, me atrapa, y es aquí la canción All Nerve prima hermana de aquella, mismo gusto, adictiva y con gancho. A Kim Deal la acompañará ser una ex-Pixies, así pués me resulta inevitable no caer en la comparación con los actuales Pixies, que quizás no han sido capaces de acercarse con sus nuevos discos al nivel del legado tan grandioso que atesora. No es el caso de las Breeders. Abre el disco Nervous Mary que mantiene el pulso a su pasado discográfico, como si aquel tiempo en que las buenas guitarras podían escucharse en los medios más generales no hubiera pasado. Escuchando simplemente Wait In the Car es para pensar que el sr.Francis se perdió en su orgullo a la hora de tomar las riendas, pués para mi esta tonada ya vale todo lo publicado por la banda del Surfer Rosa en los últimos años. Se salen del guión con MetaGoth, una canción con las reminiscencias post-punk de Joy Division, me sorprende y me encanta. Spacewoman no es de lo mejor del pack, una canción medio tiempo de guitarras de estilo 'breeder', a destacar de esta segunda parte del disco Archangel's Thunderbird donde recuperan la rítmica groovy simplona de su celebérrima canción, Dawn es etérea-noise, de las que podría haber pertenecido a alguno de sus discos menos conocidos. Skinhead #2 es una de mis favoritas de esta segunda mitad, y Blues At The Acropolis cierra el disco dejando el buen sabor de boca de saber que hay cosas que por suerte no cambian.
La presencia de Steve Albini cumple su función, raspa cuando tiene que raspar, al igual que la colaboración de la ahora más popular Courtney Barnett que sabe a que árbol arrimarse desde luego, aunque supongo que servirá más para acercar a sus seguidores a la ex-pixie. No, no hay aquí evolución que valga, ni maduración a la que acogerse para defender este disco, no ofrece ninguna novedad a excepción de su acercamiento post-punk puntual. Es simplemente otro buen disco de las Breeders con una primera mitad irrefutable, cuatro primeras canciones que valen su peso en oro y por las que ya merece la pena la edición de este disco, y el resto tiene menos gancho pero no obstante no baja el nivel, necesita su tiempo, y todo eso a mi me basta para pasar muy buenos momentos enganchado a su tracklist. Tengo claro que dentro de su propia discografía estamos ante uno de sus mejores títulos. Adoro a las Breeders.
Uno de los mejores discos del año, yo es de lo que más estoy pinchando este año, y desde luego comparto opinión y sensaciones sobre Kim Deal.
ResponderEliminarAbrazos.
Tambien es de lo que más escucho, no espera a estas alturas un disco tan bueno de las Breeders. Saludos
EliminarLo he escuchado mucho durante los últimos meses. Un disco duro, macizo en sus profusos medios tiempos, a veces contenido en su carga de profundidad, intenso. Un disco muy trabajado, se nota la mano de Albini. Los textos tienen cuajo, significado, incluso en su perentoria inconsistencia. Junto al "What a time to be alive" de Superchunk, una de las gratas sorpresas del año.
ResponderEliminarSaludos,
JdG
Pues mira, aun tengo pendiente el de Superchunk, toma buena nota de tu recomendación. Gracias. Abrazos.
Eliminar