Lanuca - Rémora (2018, Bonavena)


Ya llegó Rémora, el nuevo disco de Lanuca y me continúa fascinando. Yo sé que es fácil soltar a cada nuevo paso de un artista al que se sigue eso de "se ha superado" ó que es "su mejor disco" y aunque con este disco lo soltaría de primeras y convencido, creo que las canciones de Lanuca no me llegan así. Para mi vienen todas del mismo sitio, desde un universo ajeno a mí pero que al mismo tiempo está a mi lado de una manera muy cercana, casi diría que como una especie de espejismo de complicidad y privacidad, como un secreto, un tesoro. Además la música de Lanuca me saca de los estereotipos musicales a los que estoy más acostumbrado, tiene la facultad de descolocarme y a la vez arroparme. Y a cada disco se descubre un mundo aparte en ese universo. Otra pieza de un rompecabezas, pequeñas puertas que abre Lanuca por las que te lleva de la mano hacia otros lugares.

Ángela Bonet deja claro que está dispuesta a no mirar atrás, ampliando así su universo particular, cerrando la trilogía anatómica inicial, tal y como cuenta en su página (http://lanuca.com) y alejándose de cualquier expectativa que pudiera haber existido en el transcurso de su carrera discográfica. Así pues Lanuca se adentra en su mundo onírico dando rienda suelta a las atmósferas electrónicas que ya habían asomado en sus anteriores trabajos, algo que queda claro desde Durazno que abre este tracklist, bases programadas y una línea de guitarra suspendida en un sinte imponente arropan su dulce voz, Himalaya continúa este recorrido creando paisajes de un lirismo único sin renunciar a ese aire a pop clásico que tiene toda su obra. Las guitarras continúan presentes, excelentes entrelazados de las eléctricas de la adictiva Hasta Orión y un 8000m donde Manolo Bertrán da rienda suelta a su inventiva alejado de su habitual trabajo con Doctor Divago. Bases programadas y teclados son el vestido básico de estas composiciones donde la voz de Lanuca aparece como nunca antes en un primer plano, Polvo Raso y 19:49 son muy buen ejemplo. Fabulosa la épica Piel con piel con sus subidas y bajadas, guitarrera como el potente interludio instrumental 150km/h. Cierra este disco Sacramento, cadencia suave y envolvente, una canción con aire a clásico del pop, una maravilla.

Me gusta pensar en Lanuca más allá de la idea de una cantautora al uso. Me cuadra mejor la idea de artista que escapa de cualquier etiqueta estilística, algo que la honra, que igual pudiera haber utilizado un lienzo y pinceles en vez de música y versos para desarrollar su impresionismo emocional capaz de crear en nuestra psyche imágenes difíciles de explicar de otra manera. Rémora es su disco más luminoso, gestáltico diría. Capas sonoras ensambladas perfectamente, una producción que equilibra su parte más sintética con su esencia orgánica. Es especial y única, algo difícil de encontrar en las propuestas actuales. Una delicatessen.

Podéis adquirir el disco aquí:
http://www.bonavenamusica.com/label/bonavena-musica

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