Drive-By Truckers vs The Flat Earhtist. El ruido y la furia.

Después de más de dos décadas en activo la banda de Athens continua con muchas cosas que decir, pero sobretodo han conseguido escapar de las etiquetas estilísticas que siempre les han acompañado para convertirse en una de las bandas más grandes del rock americano


Me gustan mucho los grupos que saben armar una buena canción para dar voz y visibilizar situaciones de extrema exclusión social. En la música americana tenemos ejemplos de grandes artistas que se han posicionado, con el permiso de Woody Guthrie tengo entre mis primordiales Darkness y Nebraska de Bruce Springsteen, The Revolution Starts Now de Steve Earle, incluso Election Day de Ry Cooder, son discos que enfocan con precisión y no dudan en poner nombres y apellidos. Hay muchos otros artistas en los últimos tiempos con esta misma necesidad de utilizar el escenario como altavoz de su protesta, ya tenga un largo recorrido como es el caso de Lucinda Williams o Chuck Prophet con sus últimas canciones, también el infravalorado Union de Son Volt, o cantautores noveles como mi querida Katie Blount. En el caso de Drive-By Truckers, ha sido un grupo que desde sus inicios ha contado historias de la America profunda, caminando del lado del perdedor, comprometidos con su procedencia y con una gran sensibilidad que los ha acercado a sus personajes más que utilizar su situación con condescendencia. 


No, no ha sido casualidad subtitular El ruido y la furia este especial a Drive-By Truckers, como en la novela de Faulkner, el sur sirve de escenario y plataforma a partir de la cuál el grupo de Athens ha construido un universo propio que ha explicado a lo largo de su trayectoria el devenir político y social de un país en descomposición, nadie como ellos han enfocado su escritura hacia el sur tradicionalista y temeroso de Dios, incluso han hablado de maltrato como pocos, al igual que no podía faltar la denuncia a la difícil situación laboral de la clase trabajadora de la norteamérica actual, hasta la industria discográfica también ha sufrido la ira de los truckers.  Así que más que no sorprenderme, no es de extrañar que en estos dos últimos discos hayan redirigido sus diatribas más punzantes hacia la administración de Donald Trump visto el despropósito que está alcanzando su gobierno. Y más que en lo musical, me parece una gran noticia que hayan conseguido una colección de canciones de tal calado político a este nivel de calidad. 

Porque en lo musical nunca vi momento de flaqueza con la salida de Jason Isbell, me supo peor la salida de Shonna Tucker por el contrapunto femenino que aportaban sus composiciones y su voz. En definitiva son músicos de gran trayectoria que han mantenido el nivel a lo largo de los años. Tampoco es novedad que se despeguen de las sonoridades más sureñas, es más, pienso que su "sino" siempre fue no encontrar un lugar propio que los alejara de la etiqueta southern que siempre les acompaña, recuerdo el más rockero A Blessing An A Curse o el ecléctico English Oceans, incluso el infravalorado Go-Go Boots con su acercamiento al r&b y al soul, discos a destacar en ese aspecto de búsqueda. Lo que está claro es que nunca han sacado el pie del todo, pues por su venas siempre correrá la sangre sureña con mayor o menor intensidad.


Aunque nadie ha reparado en el detalle, me parece primordial la especial debilidad que siempre ha mostrado Patterson Hood por el disco Darkness On The Edge Of Town, seguro que no será un secreto para sus seguidores más acérrimos la mini-gira que hizo hace unos años con repertorio del disco de Springsteen, al igual que recuerdo como en las rrss recomendaba fortografiarse al menos una vez en la vida en la portada del disco. Es un detalle que me parece primordial porque estoy convencido de que lo que anda buscando el combo desde hace ya unos años es encontrar un espacio propio al igual que el Boss en su obras más míticas ha conseguido que nadie le cuelgue una etiqueta resultando al mismo tiempo ser más americano que el que más. 

...muestra a unos Drive-By Truckers comprometido y valientes como nunca, un disco que abre un nuevo episodio en la historia de la banda y deja las espectativas muy altas...

Así pues lo que para mi hace de estos dos últimos discos primordiales en su carrera discográfica es que consiguen su propósito sin recurrir a ejercicios de estilo ni tener que escocarse hacia territorios poco transitados. Al mismo tiempo la manera de doblar las voces y utilizar los teclados o la misma composiciones de sus estribillos los llevan hacia un rock americano de corte más clásico. En todo caso es ahora cuando ocupan un territorio que les es propio y en el que las etiquetas ya no pueden delimitarles, el propio título de American Band condensa esa percepción y proyecta a la perfección tal apelativo, y lo mejor es que lo consiguen con calidad. Bien es cierto que el disco de 2016 resulta más directo y además fue recibido como un regreso triunfal y no es de extrañar porque tiene verdaderos trallazos a considerar himnos como "Surrender Under Protest". también les honra abrir con un dardo envenenado a la nefasta asociación del rifle en "Ramón Casiano", no van con chiquitas y se agradece además que sus guitarras se alcen con riffs que ilusionan.

Aunque tengo que confesar que para mi es "Sun Don't Shine" la verdadera joya de este disco, una balada melancólica con poso pesimista y tono confesional. Las composiciones se equiparan entre ambos guitarras, curioso que las tonadas con guitarras más prominentes (no todas pero casi) corresponden a Cooley como es el caso de los himnos nombrados, añado "Filthy and Fried" y "Kinky Hipocrite", quedando Hood que a excepción de "Darkness Flags At The Cusp Of Dawn" ejerce un papel más reflexivo a nivel sonoro, para el caso las magníficas "Guns Umpqua" y "Even South". Otra de las joyas de la corona es "What It Means", una denuncia contra el racismo institucionalizado que aún en el siglo XXI se padece en EEUU. concretamente el caso del asesinato de Trayvon Martin y la polémica resolución Ferguson que Hood denuncia desde hace años. Sin lugar a dudas American Band muestra a unos Drive-By Truckers comprometidos y valientes como nunca, un disco que abre un nuevo episodio en la historia de la banda y deja las expectativas muy altas.

...un disco corto y secuenciado a la perfección, uno de sus trabajos más refinados...


Con todo, las canciones que me han empujado a escribir este texto son las contenidas en The Unraveling. Aunque no sea una apreciación compartida, el disco que han editado este año es el que para mi les pone definitivamente en el sitio que les corresponde como una de las grandes bandas del rock (a secas), pues han encontrado un espacio propio y reconocible, y que al igual que el Darkness (si fuera editado en la actualidad) necesita de su tiempo y atención para adentrarse entre sus surcos, dedicación que se salda con sobrada satisfacción musical. En esta ocasión Patterson Hood asume la autoría de la mayor parte de las canciones. Fantástica la apertura "Rosemary with a Bibble and a Gun" una de esas historias pequeñas protagonizadas por personajes al límite de sus posibilidades y al tiempo una tonada que retrata un problema de mayor embergadura. "Armageddon's Back in Town" es un gancho directo a la mandíbula digna de los grandes del rock. la canción que hace décadas que Springsteen no hace.

Con todo "Thoughts And Prayers" se lleva el gato al agua, una grandísima tonada a colocar entre las grandes de su repertorio, un country-rock protesta además adictiva que señala con el dedo al máximo responsable de esta barbarie incluso tildándole de "tierraplanista" (The Flat Earthist), geniales es poco. De las dos firmadas por Mike Cooley, "Slow Ride Argument" se alza con el título de la más guitarrera del lote, un cruce perfecto entre The Hold Steady y los Replacements y con unos coros que nos llevan hacia los años ochenta del aquel llamado heartland rock, una maravilla que pone las pilas. Aunque para mi los truckers actuales ganan mucho cuando bajan las revoluciones, otras como "21th Century USA" o la punzante "Babies in Cages" son gran prueba de ello. Un disco de esta envergadura no podía tener otro final, la densa "Awaiting Resurrection" con casi nueve minutos cierra este disco como una elegía, casi recitado, que se debate entre el pesimismo y la esperanza. Me gusta además porque es un disco corto y secuenciado a la perfección, uno de sus trabajos más refinados, todo sea dicho, con la ayuda del productor David Barbe habitual a los mandos y al que se le puede considerar uno más de la banda.

Drive-By Truckers han encontrado en la actualidad de su país un propósito que les hace tensar su creatividad como no recordaba. Dos discos unidos en su trasfondo pero diferentes en lo musical: American Band más directo y The Unraveling más denso. Después de más de dos décadas en activo la banda de Athens continua con muchas cosas que decir, pero sobretodo han conseguido escapar de las etiquetas estilísticas que siempre les han acompañado para convertirse en una de las bandas más grandes del rock americano.


Comentarios

  1. Más que una gran banda, una banda totalmente necesaria para reconciliarse con un rock que abandonó hace tiempo su paisaje reivindicativo. Si además les añadimos su toque camionero (a mitad de camino entre la gasolinera y el más cercano WalMart) y su ADN Muscle Shoals, nos encontramos con una propuesta que es difícil que no te atrape.
    No he escuchado su último trabajo. Estoy seguro que acabará convencióndeme, como la mayoría de su obra anterior.
    Saludos,

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si, la verdad, pensándolo bien si no existieran habría que inventarlos. Son muy grandes y con estos dos discos han puesto algunos de sus mejores sellos para la posteridad.
      Saludos y gracias Javier.

      Eliminar

Publicar un comentario